[Análisis] Oxide Room 104 para Nintendo Switch

Oxide Room 104 es, por derecho propio, una de las sensaciones del año tanto en Nintendo Switch en particular como en la industria del videojuego en general. El trabajo de Wild Sphere, estudio español con varios años de experiencia a sus espaldas, es una oda al terror clásico que encantará a los fans del género. Por ello, estos encontrarán aquí un “hogar” en el sentido más particular de la palabra.

Pese a ser una propuesta pequeña, algo motivado por su reducido número de trabajadores —se pueden contar con los dedos de una mano y aún así sobrarían— y por el presupuesto tan bajo que maneja, Oxide Room 104 es capaz de aprovechar al máximo cada una de sus virtudes. Aunque, todo ha de decirse, no consigue tapar del todo esas costuras que son inevitables en productos de este calibre.

Por ello, hoy vamos a analizar una de las sensaciones independientes del año. Si te llama la atención lo que plantea Oxide Room 104, un título que busca hacerte pasar un mal trago, te avisamos de antemano: es tan sorprendente como único. Y eso, en títulos de este calibre, es un punto a tener en cuenta.

Oxide Room 104 engrasa la apuesta terrorífica de Nintendo Switch

Como dije antes, el título de Wild Sphere se ha ganado a pulso ser uno de los tapados del año. Este nos pone en la piel de Matthew, un personaje con un pasado misterioso que, por una serie de malas decisiones, termina en un motel de mala muerte perdido de la mano de Dios. Allí, Matt tendrá que buscar la manera de escapar y, a su vez, de sobrevivir a cada uno de los retos que se le presentan.

Inspirado en los desafíos de las Escape Room y en productos como Saw u Hostel, Oxide Room 104 sabe jugar muy bien las cartas que tiene en su baraja. Por ello, apuesta de forma acertada por el terror claustrofóbico para transmitir al jugador una sensación de agobio y desesperación constante. De hecho, la ambientación, los enemigos y los distintos objetos presentes en el hotel ayudan a potenciar esa sensación.

Horror con tintes de rogue like

Ni siquiera un género como el terror es capaz de escapar de los rogue like, el género de moda en los últimos años. Sin embargo, he de decir en favor de Oxide Room 104 que es una apuesta capaz de sacarle el máximo partido a esta particular visión. En él, existen múltiples enemigos y trampas que pueden acabar con tu partida en un abrir y cerrar de ojos. No obstante, perecer no significa el final ya que, en caso de caer, siempre se vuelve al punto de inicio.

Ese no es otro que una bañera destartalada ubicada en la habitación 104 del motel. Allí nos toparemos con el doctor, un personaje tan macabro como siniestro que nos contará detalles de la historia a través de sus monólogos. A su vez, también practicará sus particulares métodos de cirugía con nosotros para darnos un segundo (o los que hagan falta) intento para resolver el misterio y huir del motel.

De esta forma, Oxide Room 104 cimenta su experiencia en la exploración y en la resolución de puzzles. Para ello, tendremos a nuestra disposición un inventario limitado que otorgará cierta dosis de gestión al título. Así, aunque algunos objetos son consumibles, como las vendas para curarnos o las balas para acabar con los enemigos, la mayoría tendrán que utilizarse con cabeza para resolver los distintos misterios.

Oxide Room 104 es una interesante propuesta para Nintendo Switch

En definitiva, el título del estudio español es una de las experiencias más particulares del año. Por su bajo presupuesto y su reducido equipo de trabajo, es posible que muchos consideren que las animaciones, la repetición de objetos y otros aspectos son decisiones vagas. Sin embargo, al haber escogido un motel como localización, la similitud entre habitaciones se justifica a las mil maravillas.

Así, Oxide Room 104 es una experiencia de terror pensada para los fans más acérrimos del género. Aunque es corta, gracias a las consecuencias de la muerte de Matt es posible disfrutar de múltiples experiencias antes de terminar el juego. Además, cuenta con doblaje en español, un punto a favor que gustará a aquellos que quieran una inmersión más profunda. Por tanto, Wild Sphere ha sabido sacar partido a sus virtudes y disimular de forma acertada las costuras del juego.

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