[Crónica] Expo Game On: Un pequeño viaje por la historia de los videojuegos

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[Crónica] Expo Game On: Un pequeño viaje por la historia de los videojuegos

Madrid, 18:30h de una tarde de diciembre. A priori, todo puede parecer un día más, pero estoy a punto de vivir un verdadero viaje. Un viaje que me lleva por la historia de los videojuegos. Hablo de la Expo Game On de la Fundación Canal, una exposición a la que podéis acceder hasta el mes de mayo.

Lo primero que vemos son las luces de neón indicándonos el camino hacia el interior de la exposición. Y una vez aquí, comienza el viaje:
Las máquinas de pinball nos reciben como lo que siempre fueron: el germen de lo que hoy en día conocemos como videojuegos. Por eso, no podían faltar aquí.

Tras ellas, podemos contemplar los primeros ordenadores y, por supuesto, un juego que lo marcó todo: Pong. ¿Lo mejor de todo? Que la mayoría de juegos, máquinas recreativas y consolas que veremos expuestas son jugables. Y empezamos por el clásico de las barras y el cuadradito.

No en vano, hay un total de hasta 150 juegos para poder probar en toda la exposición, desde los inicios de la industria hasta lo último de nuestros días.

La nostalgia se respira e invade, sobre todo a aquellos que llevan décadas disfrutando de este preciado arte. Empiezan a aparecer máquinas recreativas y muebles de mesa donde clásicos como Pac Man, Donkey Kong o Space Invaders tienen su papel protagonista.

Entre partida y partida, una corresponsal de la SER (conocida emisora de radio en España) nos para a algunos asistentes para hacernos unas preguntas sobre videojuegos (me encanta ver cómo cada vez más medios le dan importancia a nuestra pasión, en lugar de juzgarla). Una de sus preguntas fue: “¿recuerdas cuál fue uno de los primeros videojuegos a los que jugaste?” Sin pensarlo y fruto de la magia o la casualidad, mi respuesta estaba tras mi espalda en forma de recreativa: Street Fighter II.

Después de las partidas de rigor, continué por diferentes vitrinas donde se exponen distintos modelos de consolas, tanto de Nintendo como de otras compañías, que van haciéndote sentir que tenemos una historia muy rica de la que sentirnos orgullosos.

Entre vitrina y vitrina, podemos disfrutar de pantallas donde jugar a títulos variopintos de diferentes épocas: Desde un Dead or Alive hasta un Mario Kart 64, pasando por River City Ransom o Pokémon Amarillo.

Tras unas pequeñas secciones dedicadas a las consolas más importantes, con muebles incluidos a portátiles conocidas y no tan conocidas (hay algunas que son verdaderas joyas) llegamos a una sección más interactiva, donde se pueden probar juegos musicales, de baile y donde Wii tiene una presencia obvia, con títulos como Trauma Center o Wii Sports.

¿Se olvidan de los indies? ¡Para nada! Juegos como Rime o Gris, producto nacional, tienen su pequeño rinconcito en esta exposición.
Y cuando parece que las sorpresas se agotan, el pasillo se convierte en un templo para los principales iconos de los videojuegos: Mario, Sonic, Lara Croft y Nathan Drake tienen su pequeño altar en este lugar. Un verdadero homenaje capaz de ponernos los pelos de punta.

Llegando al final, hay un pequeño rincón dedicado a los juegos que mejor representan el cine dentro de la industria (sí, Goldeneye 64 está).

La siguiente sección que aparecía en el horizonte es la de realidad virtual. Cuando parecía que la actualidad más reciente cerraba la exposición, me llevé una grata sorpresa, por partida doble: las gafas Famicom 3D System y, un fetiche, una rareza, una plataforma que siempre quise probar… ¡Virtual Boy! Y es que hasta ahora, nunca había podido echar una partida de verdad a este proyecto extraño de Nintendo. Tener por fin esta consola en mis manos (y en mis ojos) mientras jugaba a Mario Tennis, ha sido una sesanción realmente gratificante.

Por último, la exposición se cierra como empezó: con luces de neón indicando el camino, esta vez acompañadas de música.
¿Una última parada? Antes de pisar la calle, podemos echar un vistazo al merchandising de distintos juegos y franquicias del que disponen en la tienda de la exposición.

¿Mi veredicto? Un bonito viaje por la historia que muchos hemos vivido con entusiasmo. Una experiencia realmente recomendable.

Recordaros que la exposición estará en la Fundación Canal de Madrid (Metro Plaza Castilla) hasta el 31 de mayo de 2020. Podéis consultar horarios y precios, así como adquirir las entradas (también posible en taquilla) en su web oficial.

P.D: Aquí os dejo la completa galería de mi paso por la exposición: