[Análisis] Super Volley Blast

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Super Volley Blast

El estudio barcelonés de Unfinished Pixel ya se estrenó en Switch con Spy Chameleon y vuelve a la consola de Nintendo con Super Volley Blast, un enfoque totalmente diferente a su anterior título. Aquí el voleibol es el verdadero centro del juego, y mientras intentamos convertirnos en los mejores jugadores del mundo de este deporte, lo cierto es que disfrutaremos de una de las entregas multijugador más interesantes de Switch, donde la sencillez es a la vez su mayor virtud y su peor defecto.

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Comenzando a entrenar

Conseguir llevar un deporte tan completo como el voleibol a unos controles sencillos no es fácil, pero lo cierto es que la sencillez de Super Volley Blast lo convierte en un juego atractivo a corto plazo. Podemos saltar con X, golpear la pelota con Y, hacer un globo con A o pasar la pelota a nuestro compañero con B. Nuestros disparos y mates podrán ser controlados con el joystick derecho, que también será el que nos hará movernos por el campo. Aunque esta simpleza es llamativa, lo cierto es a largo plazo el juego se empieza a quedar un poco plano y repetitivo. Es ideal para alguna partida esporádica con amigos, pero se puede convertir en algo monótono.

Super Volley Blast nos muestra en su sencilla premisa alguna que otra sorpresa. Para empezar, el juego cuenta con un Modo Historia que hará que nuestro personaje (y su compañero, que puede ser otro jugador en cooperativo local o la máquina) vaya viajando por todo el mundo con el objetivo de convertirse en los mejores jugadores de voley del mundo. La idea es muy divertida, ya que en cada partido nos enfrentaremos a jugadores que se tratarán de imaginativos homenajes o parodias de personajes relevantes de la cultura moderna (Donald Trump, Spiderman, Cristiano Ronaldo o incluso Miyamoto serán algunos de los variopintos personajes que veremos parodiados a lo largo de esta campaña).

Aunque la idea es buena, lo cierto es que este Modo Historia se queda terriblemente corto con solo 7 partidos. Hay que tener en cuenta que existe un Modo Historia + y otro Modo Historia ++; que nos permitirán repetir esta campaña con una ligera subida de dificultad, pero siguen siendo los mismos partidos. Un añadido que le da un poco de vida extra es su sistema interno de logros, que podremos ver desde el menú principal, y que nos dará una medalla cada vez que realicemos diferentes objetivo (acabar el Modo Historia, bloquear la pelota un número concreto de veces, hacer mates perfectos…).

En compañía todo es mejor… ¿no?

Uno se podría esperar que este juego está enfocado únicamente en el multijugador, pero sorprende con una IA muy interesante a la hora de jugar en solitario. Nuestro compañero parece realmente humano, y aunque a veces falla solo, lo cierto es que han conseguido crear una experiencia de un jugador realmente buena.

Sin embargo. también están los modos Pachanga (un partido rápido) y Torneo, donde podremos jugar con nuestros amigos contra la CPU o incluso contra ellos. El torneo permite la friolera de 8 jugadores ( eso sí, no a la vez,  ya que los partidos sólo serán de 2vs2) y aquí es donde el título vuelve a quedarse un poco corto de contenido: solo tenemos 7 pistas que, aunque son variadas, se les echa de menos más mimo o interacción en el entorno, más allá de que sean diferentes decorados.

Sombra aquí y sombra allá…

Estamos ante un juego muy interesante gráficamente, que se acerca al 2D fusionado con el 3D y cierto toque cel-shading que le sienta realmente bien. Además, el juego tiene un sorprendente editor de personajes para vivir la aventura de la campaña o jugar los partidos con un avatar que nos represente. Es un añadido muy resultón y con muchísimas variantes (de ahí la flexibilidad a la hora de ver tantos personajes parodiados en el Modo Historia).

La música no molesta pero tampoco destaca. Ayuda a meterse en el ambiente de los diferentes escenarios, pero no llega a mucho más. La falta de multijugador online también supone un pequeño lastre a un juego que a pesar de su pequeño formato (de contenido) lo cierto es que se trata de un juego muy notable en la mayoría de sus aspectos, pero terriblemente plano a largo plazo.

Conclusión

Super Volley Blast es un juego muy pequeño y plano en su apariencia, pero que con una sencillez inteligente y un acabado muy notable se convierte en una buenísima propuesta para pequeñas partidas para amantes del deporte, aunque sin duda los dejará con ganas de mucho más debido a la falta de contenido y de profundidad jugable.

Podéis encontrar Super Volley Blast en la eShop de Nintendo Switch con un precio estándar de 9,99€ (en el momento de escribir este análisis se encuentra rebajado un 10% hasta el 20 de agosto). Necesitaréis 462 MB de almacenamiento libre.

7.0

[Análisis] Super Volley Blast

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Fácil de jugar, apto para todo tipo de jugadores.
  • Ideal para partidas esporádicas con amigos.
  • Fantástico editor de personajes, muy completo.
Flojea en:
  • Gameplay con apenas profundidad.
  • Campaña muy corta.
  • Escenarios un poco pobres.
  • Se echa de menos un modo online.


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