[Análisis] One Eyed Kutkh

Los videojuegos cómo vía de expresión son un medio relativamente joven, empezaron como un simple entretenimiento, una adaptación de juegos o deportes ya conocidos que podían ser disfrutados a través de una pantalla. Su evolución ha sido constante para pasar a convertirse en una nueva manera de contar historias, en la que muchos juegos destacan mas por los temas que tratan y como se te muestra todo esto, que solo por su gameplay. Tras esta simple pero bien encaminada premisa podemos encajar One Eyed Kutkh, una aventura gráfica con una pequeña historia por contar.

Una historia simple pero bonita

Estamos frente a un titulo donde su estilo gráfico es simple pero único e inconfundible, según sus creadores, Baba Yaga Games, se encuentra inspirado en los cuentos del Noruego Peter Christen Asbjørnsen y a pesar de la simpleza de los grafismos se aprecia en ellos el trabajo y mimo de sus creadores. Cuando se inicia el juego nos lleva a una pantalla en la que la interfaz sigue con la simpleza que acompaña al título transversalmente. Teniendo solamente dos iconos en pantalla, pulsando uno de ellos iniciaremos esta aventura directamente y en el otro podremos realizar pequeños ajustes. El juego se puede jugar completamente con los controles táctiles, lo cual es un gran acierto por parte de la desarrolladora y en mi opinión debe ser disfrutado en el modo portátil para una mejor experiencia.

Estamos ante una pequeña epopeya espacial que nos llevara al accidentado viaje de Kutkh, uno de nuestros protagonistas, que debido a un pequeño percance durante su travesía acaba por precipitase sobre un planeta completamente desconocido para él. Para poder avanzar en esta pequeña historia se hace uso de las típicas mecánicas de los juegos Point and Click, en el que pulsando en una dirección nuestro peculiar aventurero se desplazará y realizará las acciones, buscando completar unos puzzles sencillos los cuales nos llevarán a encontrarnos con los dos astros celestiales como parte de la solución a nuestros problemas. A pesar de no tener ningún texto en pantalla y que los personajes hablan su propio idioma, no tendremos ninguna dificultad de comprender sobre que trata la historia con pequeños bocadillos de dialogo con dibujos y como los personajes interactúan entre sí.

Su duración y enfoque

Estamos ante un videojuego que podríamos catalogar de “corto”, completar su historia puede llevarnos un máximo de dos horas si nos lo tomamos con mucha tranquilidad. Actualmente nos lo podremos descargar desde la e-shop a un coste de 4,99€ y nos ocupara algo menos de 500MB. ¿Merece la pena? Está claro que no es un juego destinado a todo el mundo pero en la inspiración de sus creadores puede estar la clave que decida la compra para muchos usuarios de Nintendo Switch.

Porque One Eyed Kutkh es un video cuento interactivo, personalmente complete la historia por mi cuenta en poco más de una hora, pero tras acabarlo supe que debía volver a disfrutarlo en compañía, tras cuatro sesiones cercanas a la media hora pude contar a mi hijo la historia de cómo Kutkh llego a un sitio nuevo para él y pudo solucionar sus problemas y salir adelante. Porque la poca información que se nos dio nos forzó a rellenar los huecos por nuestra cuenta, usando mis propias palabras para completar la historia e incluso “traduciendo” lo que sus personajes iban diciendo mientras él toqueteaba la pantalla táctil para decidir que hacíamos.

¿El juego es caro? ¿Son caros los libros que leemos una vez? ¿Son caros los cuentos para niños que leemos decenas de veces? Es difícil valorar un juego que no intenta ir dirigido a todo tipo de público, que ni siquiera agradará a todo el público al que pueda ir dirigido y que en conjunto tiene carencias palpables. Tampoco podemos decir que estos desarrolladores rusos hayan inventado la rueda, ya que existen otros ejemplos de juegos o aplicaciones destinadas a los más pequeños que cumplen su función con gran solvencia. Pero en esta ocasión la valoración no es solo mía y seguramente no sea la última vez que contemos el cuento del extraterrestre.