[Análisis] Nuclear Throne para Nintendo Switch

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Nuclear Throne para Nintendo Switch

Al fin aterriza en Nintendo Switch una de las obras más aclamadas del estudio Vlambeer y lo hace con un control excelente. Preparaos para un roguelike en el que abrirse paso hasta un trono para reclamarlo a base de disparos por un mundo post apocalíptico lleno de gente dispuesta a hacer lo mismo con vosotros.

Don nadies en busca de un trono

El elenco inicial es limitado, pero podremos desbloquear hasta 12 personajes. De los cuales, algunos iremos desbloqueando según lleguemos a zonas nuevas y otros, tendrán ciertos requisitos. Y es que aquí, el estilo de juego lo define cada uno de estos personajes, que cuentan con una habilidad innata que los diferencia de los demás. Desde la clásica rodada del Pez, hasta el Horror que puede usar un rayo del copón a cambio de sus reservas de radiación. ¿Qué es eso? Pues la manera de nombrar a la experiencia en este juego. Cada bicho que muera soltará cierta cantidad de radiación que bastará que pasemos cerca de ella para recogerla. Si llegamos al final del nivel, creado siempre proceduralmente como es dogma en el género, y tenemos suficiente para subir de nivel, podremos desbloquear una de las 4 mutaciones que nos dan a elegir. Que los cartuchos de escopeta reboten más, que matar enemigos tengo X probabilidad de sanar 1hp, recibir más munición… una vez lleguemos al nivel 10, podremos acceder a una Ultra Mutación de dos de las que dispone cada personaje.

En la variedad está el caos

Entonces, por un lado, tenemos 12 personajes jugables; por otro, mutaciones que cambiarán la run de manera drástica y por último, las armas. Una cantidad considerable de ellas que se dividen en 10 grupos (de balas, de cartuchos, de energía, de cuerpo a cuerpo, armas doradas con las cuales poder empezar desde el principio en la próxima partida…). Luego dentro de cada grupo hay una gran variedad de ellas donde el patrón de comportamiento es más o menos igual, pero no es lo mismo una ballesta que una ballesta pesada con virotes de fuego, ¿no? Si sumamos las 3 variables, el resultado es una vasta combinación dispuesta a ofrecernos horas y horas de rejugabilidad.

Pero espera…

..aún hay más. Hay mucho que descubrir por aquí, ejemplo de esto, son las coronas. Para acceder a ellas, basta con abrir ciertos portales que se activan, como no era de esperar otra cosa, matando enemigos. Una vez dentro podrás hacerte con una de las 6 coronas iniciales (otras 6 tras hacer un loop del que luego os hablo). Estas sirven para modificar aún más la partida además de complicarla.

Loops: A partir de aquí, las cosas se ponen aún más frenéticas, sobre todo en cooperativo. Esperad alguna rascada de frames a partir de aquí, pero nada grave al menos hasta donde he llegado. El quid reside en que al llegar a cierto punto, vuelves al comienzo con tus armas y contra enemigos más difíciles. Las Daily Runs y Weekly Runs sirven como un modo de juego exclusivo del día o de la semana respectivamente en el que deberemos llegar lo más lejos posible con una sola vida. Después podrás cotejar tu resultado con la lista de amigos o mundial.

Quien tiene un amigo…

El juego es difícil, o mejor dicho, desafiante. La muerte campa a sus anchas y no perdona ni el más mínimo descuido. Es por ello que lo mejor que puedes hacer es avisar a alguien para que te eche una mano. Pero pídele que se traiga sus Joy-Con o mando pro también, pues es un juego que requiere de dos sticks (izquierda moverse, derecha apuntar). Formad un bipartito y compartid los drops para llegar hasta el final. Si uno cae, que el otro procure estar cerca del cuerpo para poder reanimarlo a costa de dar la mitad de la salud al otro y seguir con la lucha. La radiación conseguida es compartida, por lo que las mutaciones afectan a los dos jugadores a la vez, así que decidid cuál os conviene mejor. Ah, y los jefes tienen más vida en este modo.

Mis conclusiones

Lo feo: Heredar a Switch la decisión que tomaron de mantener los bordes negros laterales. La resolución queda retro y acorde una vez te acostumbras. Pero si no es tu caso, aquí no hay MODs, y en modo portátil, desde que acaba los Joy-Con y empieza la pantalla con información útil, han pasado 3,5cm. Eso hace un total de 7cm de consola desaprovechados. / A veces se hace confuso saber que arma tenemos equipada en ese momento (de las 2 que podemos llevar).

Lo raro: Se echan en falta más variación en las mutaciones (hay 27 SIN contar ni las especiales ni las Ultra de cada uno), que sí, que la cantidad de variables en conjunto es muy alta, pero son los power-ups los que dan chicha al asunto bajo mi opinión. / Matar al último enemigo en la zona implica que su cadáver se convierta en un portal que nos lleva al siguiente nivel. Lo malo es que tiene cierta potencia de atracción a lo agujero negro y puede causar que no podamos volver a por un arma que nos hayamos dejado atrás o buscar el cofre que nos dejamos por coger o lo que fuere. 

Lo bueno:  Al principio puede sentirse raro, pero una vez nos hacemos a él, nos damos cuenta que posee un control excelente (incluso puedes remapear los botones). / La dirección de sonido ha realizado un magnfico trabajo, mención especial a la canción de cierta área secreta. / Los jefes (9) son aún más desafiantes que los numerosos enemigos (más de 40). / Una gran rejugabilidad y perfecto para jugar en coop.

Tenéis disponible el juego en la eShop de Nintendo Switch por 12,99€. El tamaño de su descarga es de 180 MB.

8.3

[Análisis] Nuclear Throne para Nintendo Switch

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Control.
  • Rejugabilidad.
  • Cooperativo.
Flojea en:
  • Bordes negros laterales.
  • Variedad en las mutaciones.


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