Cara o Cruz #72: ¿Somos demasiado conservadores pidiendo siempre las mismas sagas a Nintendo?

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Cara o Cruz #72: ¿Somos demasiado conservadores pidiendo siempre las mismas sagas a Nintendo?

Si algo destaca a Nintendo es su larga trayectoria en el mundo de los videojuegos. No podríamos decir que fue la pionera, pero es innegable el hecho de que fueron los únicos en hacerlo bien cuando el caos reinaba la industria.

Mario fue el cabecilla que supo enseñar a los demás hacia donde debían dirigirse los videojuegos, marcando el camino correcto a seguir. Esto ha provocado que Mario obtuviese una gran reputación, merecida a lo largo de sus más de 30 años de historia.

El cariño que tiene el mundo hacia el fontanero de Nintendo es obvio, pero con él fueron surgiendo otros personajes que siguieron su estela como Link, Donkey Kong, Yoshi, Kirby o Samus. Todos ellos tienen en común la década de su nacimiento, por lo que es admirable la capacidad de Nintendo de mantener vivas a sus viejas glorias con nueva jugabilidad, estilo artístico o mecánicas.

Aunque los nipones no les han dejado caer en el olvido, Nintendo también se ha centrado estos últimos años a generar nuevas IP como ARMS o Splatoon, dos grandes exponentes del catálogo en sus últimas consolas. Estos han gozado de grandes éxitos (especialmente el segundo), así que hay una pequeña división que empieza a surgir entre la comunidad nintendera.

En un lado de la moneda residen los más conservadores, a partir de ahora llamados Nintenold. Este grupo quiere que los nipones mantengan siempre vivos a sus personajes más antiguos, publicando una nueva entrega protagonizada por ellos en cada consola, aunque no se cierran a nuevas IP siempre que no se olviden de las que les precedieron.

En el otro lado de la moneda coexisten con Nintenew, otro grupo que quiere que los de Kioto se centren en crear nuevas IP basándose en el éxito que han tenido las de sus últimos años. Creen que son muy creativos y que centrarse en resucitar viejas glorias puede limitarles, aunque no niegan que querrían mantener juegos protagonizados por sus personajes más icónicos como Mario o Link.

La moneda ha empezado a girar… ¿Somos demasiado conservadores los fans de Nintendo pidiendo siempre las mismas sagas?

Necesitamos de la nostalgia

Por Sergio Membrives

Nintendo siempre ha sido un referente en el mundo de los videojuegos. La creatividad de la compañía japonesa a lo largo de los años es algo muy patente y, pese a que otras se han puesto las pilas, pocas compañías han conseguido crear exclusividades que se conviertan en “legendarias” o “míticas” como en la gran N.

Sin embargo, reconozco que brindar nuevos títulos es la única forma de avanzar en esta industria, pero es compresible que los fans pidan y exijan nuevos juegos de sus sagas más queridas. De esta forma, la propia compañía y los jugadores cuidan y miman a estas IPs. ¿Qué sería de los videojuegos si solo nos hubiésemos conformado con un único Super Mario?

Todos nosotros necesitamos de la nostalgia y requerimos de cierta estabilidad, es algo innato al ser humano, rutina podrían decir algunos, pero no es algo malo. Cuando pedimos un nuevo título de Zelda no estamos pidiendo lo mismo que ya tenemos, sino que deseamos un nuevo juego que aumente más la historia de este, pero desde enfoques y jugabilidad, entre otras cosas, diferentes y novedosas. Que ciertas sagas se mantengan vivas indica que algo les hizo grandes, pero no exime de mejoras en su fórmula jugable.

Nintendo tiene a Mario Bros, The Legend of Zelda, Animal Crossing o Super Smash Bros y pedimos más de esos juegos porque nos retrotraen a épocas pasadas y ofrecen diversión. En un momento donde los sandbox estaban estancados, Breath of the Wild otorgó un giro de tuerca y, ahora, son otras compañías quienes se fijan en él; disponemos de una amalgama de juegos de lucha enorme, pero los Nintenderos piden y exigen un nuevo Super Smash Bros porque no hay nada que se le parezca. A veces, ser conservador no es algo negativo, sino tener amor y cariño hacia algo.

A favor de la innovación

Por Xavier Solé

La respuesta es sí. Hay mucho conservador entre los fans de la Gran N. Y como esta pregunta apela a los consumidores, debo echar la vista atrás y fijarme en cómo me he comportado yo a cada anuncio de Nintendo. Es decir: ¿Compro o no compro las nuevas IPs?

De sus últimas, compré de lanzamiento o casi de lanzamiento los juegos Splatoon, 1-2 Switch y Arms, y Mario + Rabbids, si lo contamos como IP nueva. En cambio, he obviado BoxBoy y Ever Oasis (ambos distribuidos por Nintendo). Podría considerar innovación todo el tema amiibo —que he obviado— en el juego Animal Crossing: Amiibo Festival. Y, por supuesto, está Nintendo Labo, su última gran aportación a la industria, que también he pasado por alto.

Por lo que respecta a IPs reiterativas (por llamarlos de alguna manera), he comprado bastantes. Adquirí Zelda: Breath of the Wild, Splatoon 2 y Super Mario Odyssey el año pasado. En este, solo he comprado Xenoblade Chronicles 2. En cambio, he pasado de los ports de Wii U, de Mario Tennis Aces y de Kirby Star Allies.

Creo que, en resumen, he sido un buen comprador de productos innovadores de Nintendo. De hecho, del último Nintendo Direct, me ilusionó más Town que Luigi’s Mansion 3 o Animal Crossing. Es obvio pues que prefiero la novedad.

Mi opinión es que Nintendo es demasiado esclava de sus fans que exigen reiteradamente una nueva edición de un juego anterior. Por suerte, es lo suficientemente experimental para renovar sus sagas míticas con nuevos conceptos, como pasó con Zelda y Mario en 2018. Tengo la corazonada que mi juego favorito no está todavía inventado y solo Nintendo es capaz de inventarlo. Y sé que lo hará.

No todos queremos un nuevo F-Zero, Nintendo. ¡Sorpréndeme!

¡Vota según tu criterio!

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