Análisis Nintendo 3DS

[Análisis] Yo-kai Watch Blasters: Escuadrón del Perro Blanco

He de decir que nunca he sido un gran fan de la serie Yo-Kai Watch y que sus títulos, pese a las buenas críticas y análisis ofrecidos por la prensa especializada, nunca me han llamado del todo la atención. No obstante, este título resulta ser un spin-off que, debo admitir, me ha sorprendido más que gratamente, convirtiéndose en uno de mis títulos favoritos de la portátil de Nintendo. Sus personajes, su jugabilidad y su historia me han dejado un sabor de boca como hacía tiempo que no me dejaba ningún otro videojuego, incluso, algunos otros de los que tenía mayores pretensiones.

YO-KAI WATCH BLASTERS: ESCUADRÓN DEL PERRO BLANCO

Un RPG de acción potente

Si algo ha conseguido hacer de forma impresionante Level-5, ha sido salir de esa zona de confort que le reportaron sus anteriores entregas, más enfocadas al RPG por turnos, creando un juego que se siente y se juega de una forma completamente diferente. Para comenzar, controlaremos a los Yo-Kai, de tal forma que los humanos no tendrán cabida en este título, y diseñaremos una escuadra formada por cuatro miembros que, de nosotros dependerá, deberá de estar más o menos equilibrada. Dispondremos de un botón de ataque y otros dos para las habilidades, las cuales, a medida que aumente el nivel del personaje, irán aumentando y deberemos decidir cuál utilizar y cuál desestimar. Los combates se sienten apasionantes y la estrategia se hace muy palpable desde el primer minuto, un acierto por parte de la desarrolladora en probar algo novedoso, puesto que, si la historia no nos llamase la atención, disfrutaremos como críos zurrándonos de lo lindo con un sistema de combate perfecto.

Antes de cada misión deberemos ir a Felisonte para elegir a los Yo-Kai que conformarán nuestro grupo. Tendremos que ser cuidadosos en la elección, puesto que un equipo bien o mal equilibrado supondrá la victoria o la derrota en el combate. Los Yo-Kai se pueden catalogar en cuatro categorías: ataque, sanador, comando y tanque. El tanque buscará aumentar la defensa del resto del grupo y atraer los golpes de los enemigos, por lo que cuenta con unos altos puntos de vida; por otro lado, el sanador es un personaje más débil, pero el único encargado de curar al resto de los compañeros; el comando dispondrá de ataques especiales y estrategias para salir victoriosos; mientras que el atacante buscará hacer daño al enemigo con golpes tremendamente potentes. En un principio podríamos pensar que llevar a un personaje de cada nos supondría la victoria, pero no es así, puesto que, además, cada Yo-Kai posee puntos débiles y fuertes que, contra los enemigos más duros, deberemos explotar. En ciertas situaciones he visto prioritario el ataque, por lo que he considerado llevar a dos atacantes y ningún comando; sin embargo, contra otros enemigos, he preferido llevar dos tanques y ningún sanador, pero llevar dos objetos que me curen, por si acaso. Hay mucha variedad y, debido al enorme número de Yo-Kai que podremos capturar (mejor dicho, entablar amistad), hay muchas opciones de combate diferentes y, casi todas, válidas.

10 capítulos cargados de acción

La historia de Yo-Kai Watch Blasters: Escuadrón del Perro Blanco no es demasiado profunda,  pero sí fomenta que lleguemos hasta el final manteniéndonos con ganas de más. Somos un grupo de Blasters, Yo-Kai que deberán acabar con aquellos monstruos que hacen imposible la vida de los más débiles, sin importar lo duros que sean y lo difícil que sea la situación. ¿Es una premisa sencilla? Sí, pero magníficamente trasladada sobre el papel. A través de la consecución de los diferentes capítulos, se nos presentarán distintas historias que harán que el grupo deba de vérselas con personajes de lo más duros y complejos. Es cierto que ciertos capítulos están más trabajados que otros, pero me parece que todos guardan momentos muy simpáticos y amables con el jugador, ayuda mucho que los personajes sean muy carismáticos, creando más de una situación que nos hará sonreír e, incluso, reír a carcajada limpia.

Al comienzo de la aventura, los dos o tres primeros capítulos serán tutoriales un poco más largos, pero el hilo narrativo no lo es en absoluto. Los personajes se acordarán de situaciones pasadas y será divertido comprobar, en los capítulos finales, cómo se mencionan cosas que sucedieron en el primer o segundo episodio, tanto en las cinemáticas como durante las misiones principales o secundarias. Hablando de misiones, contaremos con misiones principales, que nos permiten avanzar en el hilo conductor del título, y secundarias que, mayoritariamente, funcionan para obtener orbes y aumentar el nivel de los personajes y que lleguemos a los enfrentamientos finales con el nivel necesario. Las patrullas son otro cantar, sirven para obtener más Yo-Kai y completar el título al 100% y, cuidado, se requieren muchísimas horas para lograrlo. A partir de cierto capítulo, no quiero entrar en spoilers, se desbloqueará un modo de juego, denominado Misiones de Jefe Grande, a través del cual podremos enfrentarnos con todos los jefes finales con los que nos hemos visto las caras durante el juego, creándose así los mejores momentos de la aventura al enfrentarnos a nuestro enemigo favorito una y mil veces.

Hablando de jefes finales…

Si algo me ha dejado con la boca abierta, esos han sido los jefes finales. El título tiene una buena amalgama de jefes con bastante diferenciación entre todos ellos, tanto en formas, como en ataques y patrones distintivos. No todos recurren, por ejemplo, a traer esbirros al combate para mermar nuestras fuerzas, para nada. Estamos ante un título hecho con bastante mimo y Level-5 ha querido que cada combate contra cada jefe final sea único, inclusive, por las localizaciones donde pelearemos contra ellos.

Sin embargo, los jefes finales dejan un sabor de boca muy amargo en el tramo final de la aventura, puesto que, a pesar de aparecer un par de jefes nuevos, hay algunas fases donde deberemos enfrentarnos ante los “mismos” bosses de forma un poco reiterativa. No obstante, pelear contra ellos es una gozada. Deberemos de pertrecharnos con nuestras mejores armas y traer nuestros mejores objetos (bien para atacar o para curarnos, por ejemplo) y diseñar un equipo creado exclusivamente para acabar con dicho jefe final, puesto que, si no es así, estaremos ante una derrota segura, aunque nuestros personajes tengan bastantes más niveles que el recomendado por el propio título.

A parte de repetir a los jefes finales en dicho tramo del juego, hay otro fallo en el título que sí me ha parecido más desconcertante y difícil de procesar. Si bien el juego es fácil de completar hasta el capítulo 7, llegado a este punto aparece una curva de dificultad demasiado exagerada que, en nuestra opinión, no tiene sentido en relación al resto de capítulos que eran, demasiado, más flojos.  Obviamente, no estamos ante un Dark Souls, ni falta que le hace al título, pero sí que, ante los jefes finales, a partir de dicho momento se nos ha antojado difícil y muy necesario el nivelar personajes muy por encima del nivel recomendado. Para poner un ejemplo, mientras que en el capítulo 7 se nos pedía el nivel 25 para completar la misión de forma correcta, teniendo el nivel 29 en 3 de 4 personajes, el combate se antojó desafiante, pero en ningún momento imposible. Sin embargo, en el capítulo 9, el combate contra el jefe final llegó a hacerse muy cuesta arriba a pesar de llevar a los 4 personajes hasta 5 niveles por encima del nivel que se recomendaba. Entendemos que esto será modificado en una posterior actualización, bien cambiando el nivel recomendado o bajando el poder de ataque o defensa de dichos jefes, aunque pensamos que sería mejor lo primero.

¿Banda sonora y gráficos mediocres? ¡Ni hablar!

Podríamos llegar a pensar que 3DS y 2DS, consola en la que he llevado a cabo este análisis, podrían estar llegando al final de su ciclo de vida, que no hay nada que mejore su catálogo y que sería mejor darles un “entierro” digno. Yo no estoy de acuerdo, considero que esta consola ha dado muchos buenos títulos a Nintendo y que son juegos como el aquí analizado los que hacen que 3DS y 2DS vayan a ser recordadas, y añoradas, con dulzura cuando ya no estén. Visualmente hablando, el juego luce perfecto. Es cierto que, en momentos puntuales donde hay muchos personajes en pantalla, se notan ciertas ralentizaciones molestas, pero duran lo justo. No obstante, no empañan el buen hacer del título en su conjunto en este apartado.

Los Yo-Kai que conforman esta versión dispondrán de un color más “frío”, tonos como el azul o el blanco serán bastante usuales y, es posible, genere cierta poca vistosidad, pero el diseño de los personajes luce espectacular y me parece soberbio, pese a que me gusten los colores más cálidos. Los jefes finales lucen espectaculares y hay algunos que son enormes y nos dejarán con la boca abierta. Las calles por las que patrullarán nuestros Blasters están diseñadas con mimo, hay mucho trabajo detrás y nos daremos cuenta de ello rápidamente, además, tienen ciertos detalles que hace que en más de una situación nos pensemos si, de verdad, como cité previamente, merece la pena que la consola portátil de Nintendo se pierda en el ostracismo.

Las voces de los personajes estarán dobladas al castellano, eso sí, no contaremos con la traducción de todas las líneas de diálogo, a veces sólo unas pocas, nos tocará leer, lo sentimos. Sin embargo, cada personaje tendrá sus frases principales, las cuales repetirán una y otra vez durante las patrullas o los combates. Es cierto que oír al Yo-Kai “Nihablar” decir “Ni hablar” diez veces en menos de 5 segundos podría resultar un tanto irritante, y lo es, pero hay pocos personajes que nos causen esta sensación, el resto suelen tener pequeñas frases o palabras que no nos saturan y que, en algunos casos, nos harán reír en mitad de un duro combate. A todo ello, la banda sonora está muy cuidada, podría haber sido más variada, pero me parece que tiene las melodías necesarias para transmitir tensión en un combate contra un jefe o distensión mientras nos movemos por el cuartel de los Blasters.

Diferencias entre versiones muy poco importantes

Si comparamos ambas versiones, la única diferencia que obtendremos más sustancial serán los Yo-Kai que podremos capturar. Por otro lado, ciertos jefes finales son diferentes entre una versión y otra, pero los usuarios podrán utilizar el modo cooperativo para poder jugar dichas fases y acabar con aquellos jefes que no estuvieran en su versión, excepto uno. No comentaremos qué jefe es, pero hay un villano que no podrá ser utilizada la conexión online, ni local para poder vencerle si no es poseyendo el título con la versión pertinente. No obstante, a no ser que se sea muy coleccionista, consideramos que las diferencias no son muy notorias como para requerir comprar ambas versiones.

Un modo cooperativo muy interesante

Ir en solitario sólo es nuestra decisión en esta aventura, puesto que podremos pasarnos todas las misiones acompañados de hasta tres amigos más que controlen los Yo-Kai del grupo. Ese hecho puede llevarse a cabo a través de la conexión local o bien online, sea cual sea, es divertidísimo y es donde, realmente, se le saca partido de verdad a la diferencia entre los Yo-Kai. Es mucho más sencillo pedir curación a un compañero que esperar a que lo haga la IA, que suele ser bastante competente, pero que sigue cometiendo sus errores. Además, se podrán obtener recompensas al final de la partida y, por si somos muy avariciosos, escogeremos nuestro premio, pero, ojo, si deseamos lo mismo que otro compañero nuestro, tendremos que pelear para ganarlo, lo cual hace que la acción no pare ni al final del juego.

Conclusiones finales

Yo-Kai Watch Blasters: Escuadrón del Perro Blanco es un título hecho para los amantes de la saga, pero, también, para aquellos que busquen un título con una historia diferente y un RPG de acción bien desarrollado. Estamos ante un juego que pasárnoslo al completo nos puede costar entre unas 12-16 horas, aproximadamente, pero con un postgame bastante decente y extenso donde conseguir todos los Yo-Kai, así como completar todos los modos de juego pueden sumarles otras dos docenas de horas perfectamente. La banda sonora, el doblaje y el diseño artístico están a la altura de las grandes producciones de Nintendo, apenas podemos ponerles quejas. Sin temor a equivocarme podría decir que Level-5 se ha hecho un favor, no sólo a sí mismo, sino a los fans, al salir de esa zona de confort de sus títulos anteriores, otorgándonos un spin-off muy bien cuidado y que alargará la vida de esta portátil.

Yo-kai Watch Blasters: Escuadrón del Perro Blanco está disponible desde 7 de septiembre en formato físico y digital. Si optáis por este último formato, deberéis descargarlo desde la eShop de Nintendo 3DS donde costará 39,99€ y necesitaréis un espacio libre de 18.694 bloques en vuestra tarjeta SD para poder descargarlo.

8.0

[Análisis] Yo-kai Watch Blasters: Escuadrón del Perro Blanco

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Las misiones son bastante variadas y divertidas.
  • Los jefes finales están muy cuidados en diseño y en patrones, siendo los momentos espectaculares del juego.
  • Los personajes muestran gran carisma, que mejora a la historia.
  • Mimo y detalle por doquier en el diseño artístico y la banda sonora.
  • Gran duración en la campaña, alargado aún más en el postgame.
Flojea en:
  • La historia puede ser algo floja en ciertos capítulos.
  • Hay repetición de jefes al final de la aventura.
  • La curva de dificultad, al final del juego, es demasiado alta.
  • Las misiones secundarias ofrecen poca o nula motivación para efectuarlas.


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