[Análisis] White Night

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] White Night

Tras tres años de su estreno en otras plataformas, OSome Studio y Plug in Digital traen hasta Nintendo Switch un título tan especial como White Night,en el que tienen cabida el género del survival horror, los puzles y una estética noir de lo más llamativa. Puede que si buscabais un juego diferente con el que disfrutar, este sea una gran opción. ¿Lo comprobamos?

Claro de luna

Hace tiempo leí una leyenda muy curiosa que explicaba por qué los lobos aúllan cuando hay luna llena: se dice que una noche descendió tanto a la Tierra que quedó enredada entre las ramas, y que, un lobo se acercó con su hocico jugando con ella toda la noche. Antes de que arrancase el día, la luna pudo ascender y se llevó la sombra del animal para recordarlo por siempre. Desde entonces, los lobos aúllan a este satélite para que les devuelva su sombra.

¿Qué sientes cuando la luna es tu único foco de luz por el que guiarte y, a la vez, la única capaz de devolverte tu sombra en un momento en el que dejas de saber quién eres realmente? White Night podría definirse de mil maneras, todas ellas válidas y, a la vez, todas ellas estarían incompletas. Esa es la magia del título.

Aparecemos en una carretera desolada mientras manejamos un coche de los años 30, que no tardaremos en empotrar contra alguien o algo. Este accidente nos hace bajar del coche malheridos, buscando ayuda, para acabar en una mansión poco acogedora. Pero, al fin y al cabo, es nuestra última esperanza para poder encontrar algo de socorro. Una vez dentro, nos daremos cuenta enseguida de que el remedio es peor que la enfermedad y todo gira y se engloba de tal manera que un escalofrío te recorre el cuello, manteniéndolo en tensión hasta emerger de nuevo una vez llegas a descubrir qué ha pasado, a ti, a la casa, a lo que te rodea.

A pocos pasos que demos dentro de la casa, iremos descubriendo recortes de periódico, fotografías, hojas de diario de los antiguos habitantes… que nos harán saber que estamos en el año 1938 y que la resaca del crac del 29 aún se hace notar en la sociedad norteamericana. Aquella crisis de dimensiones incalculables dejó mella en millones de personas, y eso se palpa en diferentes de estos escritos, incrustados en la historia de una forma magistral. Estamos dentro de la mansión Vesper.

A modo de curiosidad, os dejo un pequeño extracto donde se ve esa pesadumbre que una crisis económica puede llegar a crear en una sociedad, capaz incluso de llegar a perder la salud mental cuando se ha perdido todo antes. Si esta frase pudiera extrapolarse a nuestros días, desentonaría bastante poco:

Cuando la oscuridad tiene hambre y tú eres su mejor presa

Explorar la mansión en busca de ayuda no es un simple paseo. Encontrar zonas iluminadas es casi una gesta, y la oscuridad acecha, estremece, asfixia. Por la casa encontraremos repartidas abundantes cajas de cerillas que nos ayudarán a aportar algo de luz a nuestros pasos, antes de que la nada nos haga parte de su ser. Estas no serán eternas, durarán por tiempo limitado y debemos estar siempre pendientes de no quedarnos sin ellas.

El ritmo es el de un survival horror clásico, de hecho el sistema de movimiento, los pasos e incluso las cámaras, algunas de las cuales nos juegan una mala pasada en ocasiones, me han recordado a aquel primer Resident Evil, donde ese movimiento más pausado hacía crecer la agonía y la desesperación.

La oscuridad no actúa sola, sino que viene acompañada de sus “sombras”, entes del pasado que tienen una deuda pendiente dispuestos a hacérnosla pagar. Ante esto, solo podemos correr y refugiarnos en la luz, pues en ella se disuelven. Cada vez que tengamos oportunidad de poner en marcha algún circuito eléctrico o una bombilla sin más, debemos hacerlo para que desaparezcan estos entes y asegurarnos seguir en pie. No hay armas, no hay ataques… solo una tensión que sea acentúa con el uso de la vibración HD en los momentos más extremos. Y es este enfoque lo que convierte a White Night en una experiencia aún más agónica, donde desearemos la tranquilidad por instantes, si es que eso existe en esta casa.

No todo va a ser huir y encender luces, también deberemos ir resolviendo una serie de puzles bastante bien construidos y que nos harán pensar para llegar a solventarlos con éxito. Son variados y se funden a la perfección con la historia magistral que el título nos está contando. Además, en estos momentos podemos hacer uso del giroscopio para investigar los diferentes rompecabezas.

Para calmarnos en cierta medida, el juego dispone de un más que razonable número de puntos de autoguardado, además de sus peculiares sofás, donde podremos sentarnos para guardar la partida por nuestra cuenta. Y creedme, a veces son como un pequeño paraíso que da gusto encontrar.

El mejor vestido de noche

Jugar con una estética noir donde los protagonistas son los colores blanco y negro en una historia de terror que se ambienta en los años 30, es una combinación que a OSome Studio le ha salido de perlas. White Night juega con todo eso y te mantiene en una incertidumbre constante donde, además de resultar atractivo a la vista, consigue asustar y lucir sin problemas tanto en modo sobremesa como en portátil.

Por el contrario, es cierto que los dientes de sierra se hacen notar más de lo que deberían y que algunas texturas tienen mucho por pulir. También vamos a encontrar algunos tiempos de carga excesivos antes de comenzar un capítulo por primera vez, por ejemplo, y una serie de bloqueos cuando salimos de alguna sala de la casa, donde la imagen se queda parada durante unos segundos. Esto, aunque no ocurre siempre, sí que puede llegar a romper un poco el ritmo de juego. Me gustaría decir que, aunque no podemos obviar estos defectos, sí podemos perdonarlos, pues en el global, su estética atrapa y convence, para llevarnos a su mundo y hacer que el resto de cosas se nos olviden.

El aspecto sonoro alza al juego a otro nivel: los sonidos de la casa, el ambiente del exterior, el crujir en las puertas, golpes… unidos a una banda sonora deliciosa que sabe fusionarse con el jazz, también presente en la historia, y una voz en inglés del protagonista –acompañada de subtítulos en español- que ensalza su carácter y nos lo hace aún más creíble, completan un apartado redondo. Os aconsejo, sin dudar, que cuando lo disfrutéis en el modo portátil, lo hagáis con auriculares.

Sin saber dónde ni cuándo amanecerá

Cuando tengo la oportunidad de analizar títulos como White Night y me sorprenden como lo acaba de hacer, siempre diré lo mismo: no importa la nota que le pueda dar, sino la sensación que es capaz de dejar en mí. Y es que yo he jugado a White Night y White Night ha jugado conmigo, con mi agonía, con mis miedos, con mi incertidumbre e incluso con mis propias deducciones, dando giros en su magnífica historia.

Su duración no es muy elevada, y completar sus seis capítulos os llevará en torno a cinco o seis horas. Eso sí, por el camino andan repartidos decenas de recortes de periódicos, artículos, hojas de diario de los miembros de la familia que habitaban la mansión Vesper y algún que otro documento más. Conseguirlos todos tampoco es una tarea fácil, y conviene realmente hacerse con ellos y leerlos para saber cada detalle de lo que envuelve a la trama del juego.

Al acabarlo, podemos echar un vistazo a todo lo recolectado en la aventura en el apartado de Colección, además de acudir a un apartado de Extras en el que podemos contemplar algunas ilustraciones.

Conclusiones

White Night es una obra muy especial, donde las bases del survival horror más clásico aparecen envueltas por una estética noir de lo más llamativa y una angustia que se transmite por cada uno de sus capítulos de manera más que notable, dando forma a una trama bien hilada, dura, atrapante y emocionante. ¿Tiene defectos? Sí, algunos tiempos de carga excesivos al comenzar un capítulo o esos momentos puntuales en los que la imagen se bloquea unos segundos al pasar de una sala a otra y que pueden llegar a romper el ritmo de juego. Sin embargo, son una serie de fallos perdonables una vez que su historia y su ambientación se ponen en marcha para llevarnos a otro lugar, a ese en el que el título, paradójicamente, juega con nosotros. Podéis encontrarlo en la eShop de Nintendo Switch al precio de 14,99 € y necesitaréis un espacio en vuestra memoria de 999 MB –vale, será coincidencia, pero no pude evitar pensar en darle la vuelta a esta cifra y creer que aún sigue jugando conmigo-.

8.0

[Análisis] White Night

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Su historia y toda la atmósfera que es capaz de crear alrededor de ella.
  • Su estilo artístico y el apartado sonoro.
  • Atrapa, envuelve y juega contigo.
Flojea en:
  • Algunos tiempos de carga al iniciar un capítulo son excesivamente largos.
  • Puntuales bloqueos de imagen al salir de una sala a otra que pueden llegar a romper el ritmo de juego.
  • Las cámaras a veces juegan malas pasadas.