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[Análisis] ChromaGun

Pixel Maniacs trae hasta Nintendo Switch un título muy especial, plagado de puzles en primera persona capaces de exprimir nuestro ingenio bajo un marco cargado de color. Esta es, de manera muy general, la carta de presentación de ChromaGun, un juego que a algunos les puede recordar a un tal Portal que tanto éxito y buena acogida tuvo en su momento en el mundo de los videojuegos. ¿Nos adentramos para ver donde pone sus expectativas el título de Pixel Manicas? Vamos a ello.

Mi trabajo es muy especial

Imaginaos que despertamos un lunes cualquiera: suena el despertador, nos damos una ducha rápida para despejarnos, tomamos un buen desayuno y salimos de casa para otra intensa jornada de trabajo. Pero, ¿qué ocurre si nuestro empleo se trata de un puesto en los laboratorios de ChromaTecs? Pues que nuestro trabajo es de todo menos aburrido.

Así es como comienza ChromaGun, cuando nos presentamos en lo que supone una nueva jornada laboral y debemos testar uno de sus productos más novedosos, la pistola ChromaGun, capaz de disparar bolas de pintura, de colores rojo, azul y amarillo.

Y ahora os preguntaréis, ¿cómo probaremos la ChromaGun? Pues avanzando por los diferentes pisos de nuestra empresa, donde tendremos la compañía de los WorkerDroids, unas esferas interactivas que reaccionarán a nuestra presencia, algunas de ellas acercándose para hacernos daño. En su mayor parte, estas esferas se pueden colorear con nuestra arma, formando parte de la dinámica principal del título.

En cada planta de la empresa tendremos una serie de rompecabezas para resolver, utilizando nuestra arma, las WorkerDroids y las paredes, pues en su mayor parte, también pueden teñirse del color que deseemos.  Si el color de las esferas y la pared en cuestión es el mismo, se sentirán atraídas de tal forma que las desplazaremos a nuestro antojo si sabemos teñir del color adecuado la zona correcta.

Con este tipo de acciones, activaremos los interruptores necesarios para ir abriendo las puertas de salida que nos llevarán a la siguiente planta. Y es que este es nuestro objetivo: superar todas las plantas de la empresa para llegar a la salida final y completar así de manera satisfactoria nuestra animada y atípica jornada laboral. Quizá esta tónica de juego os suene, salvando mucho las distancias, al conocido juego Portal.

Pintura aquí, pintura allá, mézclate, mézclate

Ya sabemos que debemos solventar diferentes rompecabezas para superar cada sala en la que nos adentramos pero, ¿realmente es tan sencillo como parece? Nada más lejos de la realidad. Conseguir que una esfera quede en la posición exacta del interruptor puede requerir de una atención por nuestra parte más allá de la que podamos pensar a priori.

A veces las paredes o las WorkerDroids ya están teñidas de un color…¡morado, naranja o incluso verde! Y es que debemos controlar también las mezclas que realizamos con nuestra ChromaGun para seguir resolviendo los enigmas, por lo que en muchas ocasiones no bastará con disparar, sino colorear a conciencia obteniendo el color deseado a cada momento. Sus controles son realmente sencillos: disparamos con ZR, apuntamos y ampliamos nuestro zoom con ZL, y cambiamos de color para disparar o bien con los botones B, X e Y o bien con los botones L y R, resultando esta segunda la más cómoda desde mi punto de vista para intercalar los cartuchos de cada tonalidad.

Habrá WorkerDroids de color negro, que no podremos colorear, que por lo general llevan consigo una serie de pinchos alrededor y vienen dispuestas a hacernos daño, así que también debemos saber huir de manera óptima. El color negro simboliza además una mala combinación de nuestros colores, si disparamos un color más de la cuenta a la mezcla de una pared o de una WorkerDroid, se teñirán de negro y no tendrán reacción efectiva. Por suerte, podemos reiniciar cada sala en cualquier momento, para volver a empezar y enmendar nuestro gatillo fácil.

Tendremos momentos en los que algunos de estos puzles nos den algún que otro fuerte quebradero de cabeza pero, por lo general, se solventan de manera bastante sencilla y el juego no tiene intención de hacer que nos quedemos atascados, ya que en muchas ocasiones podemos abrir la puerta de distintas maneras, sin cerrar las opciones a una única alternativa.

De colores

Al empezar una nueva partida en ChromaGun su estética no os va a dejar indiferentes: predomina el uso de los colores y el diseño de la pistola está bastante conseguido. Hay reflejos en las baldosas y los efectos de acolchado de las paredes de algunas salas resultan bastante atractivos.

Sin embargo, hay otros efectos como los paneles electrificados o las salpicaduras de pintura, que son bastante mejorables, llevándonos a comprobar que estamos ante un apartado gráfico que se queda a medias respecto a lo que el apartado artístico quiere lograr. Es decir, se notan muy buenas ideas artísticas que no han llegado a culminarse del todo por limitaciones gráficas, aunque, por lo general, el resultado es más que aceptable.  Cabe destacar que el juego se mueve bastante bien tanto en modo portátil como en sobremesa. Además, en un título donde el color es una parte fundamental, ChromaGun cuenta entre sus opciones la posibilidad de aplicar un filtro especial para daltónicos.

Las melodías de fondo durante nuestros diferentes niveles tratan de añadir tensión en momentos determinados y no agobian cuando necesitamos pensar con más calma. Es verdad que el apartado sonoro no destaca por su variedad, pero se amolda a las situaciones que podamos encontrarnos, en armonía con el tipo de juego que nos propone este ChromaGun, donde pensar se convierte en nuestra mejor arma.

De vez en cuando escucharemos la voz de nuestro jefe para darnos algún consejo o simplemente para seguir picándonos durante nuestra jornada. Eso sí, lo hará en un perfecto inglés, así como los textos y los subtítulos, si los activamos, aparecerán en el preciado idioma de Shakespeare. La única alternativa que nos ofrece el juego es la del alemán, por lo que no encontramos ni rastro de castellano en ChromaGun, aunque en su caso, no es algo vital para entender nada durante el transcurso de esta aventura.

Un arcoíris fugaz

ChromaGun se centra en nuestra jornada laboral y parece que, como tal, su duración es igual de limitada. Y es que completar el juego, parando a pensar en diferentes ocasiones el tiempo que sea necesario y reiniciando algún que otro nivel para enmendar errores indeseables, no os llevará más de 5-6 horas, siendo generosos. Los más habilidosos podrán completarlo incluso en menos tiempo.

El título tampoco ofrece ningún aliciente de peso para rejugarlo y sus opciones aparte de este modo historia, son nulas, ya que no existen ni otros modos de juego alternativos, ni multijugador ni opciones online.

Un par de puntualizaciones curiosas dentro de ChromaGun: si fracasamos en nuestra huida en un par de momentos puntuales del juego, la vibración de los Joy-Con se alarga de tal manera que, además de saber que hemos perdido la vida nos da tiempo para simular que nos estamos afeitando, ya que no se detiene hasta que no vuelve a cargar el nivel; y por otro lado, cuando lleguéis al final del juego, tras los títulos de crédito, os recomiendo ir por la puerta de la derecha de la sala de recepción y llegar hasta el final del pasillo para echaros unas risas….

Conclusión

ChromaGun es un título de habilidad y rompecabezas en primera persona cargado de colorido y frescura. Se agradece recibir este tipo de juegos en los que pararnos a pensar y realizar cambios de ritmo se premian más que nunca. Puede que a algunos les recuerde al ya mítico Portal en su dinámica, aunque debemos salvar mucho las distancias. Su aspecto artístico resalta el color por encima de todo, si bien en lo técnico puede resultar algo limitado. Es una pena que resulte un título tan corto ya que los puzles que nos proponen podrían haber dado para más benditos quebraderos de cabeza, si se hubiera ampliado un poco su variedad. Algún otro modo de juego alternativo habría aportado más a un juego que sabe a poco pero que resulta divertido y diferente. Lo tenéis disponible ya en la eShop de Nintendo Switch al precio de 19,99€ y ocupa 1,1GB de memoria.

7.0

[Análisis] ChromaGun

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Los rompecabezas que nos proponen detenernos a pensar y cambiar el ritmo en determinados momentos Su estilo artístico es llamativo, a pesar de que gráficamente tenga sus limitaciones.
Flojea en:
  • Es un juego realmente corto, que puede completarse en menos de 6 horas con pausa y reiniciando algunos niveles La falta de modos de juego, tanto alternativos como multijugador.