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[Opinión] Switch, ¿lo que realmente necesitaba Nintendo?

Ante la presentación de una nueva consola, especialmente cuando ésta es de la gran N, se genera una disparidad de opiniones que raramente encuentra un término medio entre el éxtasis absoluto y el odio más acérrimo. Con este artículo de opinión, pretendo hallar ese ansiado punto medio. 

Así, en este texto, podréis leer una opinión más sobre Nintendo Switch. Sin embargo, trataré en la medida de lo posible que sea una opinión reflexiva, calmada y que no se deja llevar por ninguno de los dos bandos. Ni el del hype desmesurado ni del haterismo extremo. ¡Vamos allá!

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Para empezar, ¿qué hace BIEN Nintendo Switch? Pues por ejemplo, los Joy-Con son uno de los inventos más originales que se han hecho en materia de ocio electrónico. Las dudas surgían pronto en cuanto a ergonomía, comodidad y uso. Sin embargo, todos los que han podido probar la consola, incluido nuestro compañero, parecen concordar en que los Joy-Con resultan una delicia, no pesan y se adaptan como un guante. Bache superado.

Por si esto fuera poco, el icónico “click” que oímos al acoplar sendos mandos al sistema central parece música para los oídos y enseguida podemos llevarnos la consola a otra parte con total libertad y sin esperas.

Durante la presentación, también pudimos ver otras funciones de los Joy-Con, tales como sensor de profundidad, vibración y reconocimiento de movimientos. Vamos, una versión hipervitaminada del Wiimote. Ahora bien, ¿tendrán aplicaciones prácticas jugables más allá de 1,2, Switch? Está por ver, y si echamos la vista atrás, el Wiimote fue gran parte de la culpa de que muchos tildaran a Wii de consola casual.

Por fortuna, contamos con el mando Pro (excesivamente caro, sí, y se vende por separado) para saciar nuestras ansias hardcore de jugar a la vieja usanza.

Siguiendo con el hardware, se nos ha confirmado que, dependiendo del juego, la batería nos durará entre 2,5 horas y 6 horas. Y he aquí dónde está, en mi opinión, uno de los grandes fallos de la consola. Switch no puede pretender venderse a sí misma como un híbrido entre doméstica y portátil con una batería tan irrisoria. Algunos esgrimen que normalmente nunca pasan más de 3 horas seguidas jugando (y lo saludable, recordemos, es descansar tras cada sesión de una hora), pero no me estoy refiriendo a la duración de las partidas, sino a la portabilidad de la misma.

Si hago un viaje largo o si simplemente me voy unos días, me gustaría que la duración de la tableta fuera mayor, sin necesidad de estar dependiendo de la base de carga central, ubicada en casa. Esto reduce considerablemente el concepto “portable gaming” de Switch. Aún más, me cuesta creer que con lo rápido que avanza la tecnología, no se haya logrado implementar una batería de mayor capacidad.

Antes de meterme con el software anunciado, hay dos aspectos que también me gustaría destacar en contra de la consola; por un lado, su precio, que me parece, si bien no escandaloso, incapaz de competir actualmente con sus rivales PS4 y One. Ojo, no estoy hablando de que la consola sea cara o no (eso también depende, en gran medida, del valor que cada uno le da y su situación económica), sino de que sea un precio competitivo para el mercado actual. Desde luego, muchas voces se han alzado en contra de su precio, que muchos preveían que no superase la barrera de los 300 euros, la cual supera mediante un tramposo cambio de divisa al que ya estamos habituados y no deberíamos. “Son sólo 30 euros más”, dirán algunos. Pero duelen.

A mí no me vale el argumento de que “PS4 y One costaron más en su lanzamiento”. Porque si comparamos el valor tecnológico, Switch se sitúa en un valor similar al de la actual generación, por lo que, A DÍA DE HOY, su precio debería estar más ajustado para que muchos no salten directamente a la adquisición de una consola de Sony o Microsoft.

Sí, sí, lo sé, la experiencia que Nintendo ofrece es distinta, original, con grandes exclusivos y eso, pero explícale tú a eso a un comprador medio desconocedor del mundillo, o a una madre que quiere comprarle una consola a su hijo y va a tirar por lo barato. Se debería haber arriesgado más con el precio de Switch o, al menos, hacer un cambio equiparable al precio que tiene en otros continentes. Siempre quedará la importación, ¿no? (punto a favor: no al bloqueo regional, ya eran horas)

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Mi último punto en detrimento de la consola es claro: el online de pago. Siempre, absolutamente siempre, he estado en contra de que me hagan pagar aún más por poder disfrutar de un juego. No he tenido suficiente con pagar religiosamente mi conexión mensual a Internet, la consola y el juego, sino que debo abonar una cuota mensual para poder disfrutar mis juegos, los cuales ya he pagado. Me parece indignante, y no sólo eso, sino que no voy a pasar por ese aro. Me sorprende, y a la vez me cuesta creer, que mucha gente también se queje de esto pero igualmente decida tragar y pasar por caja.

Muchos me dirán que si pagando un poco al mes se logran obtener servidores decentes y nos ofrecen una serie de ventajas mensuales interesantes, que quizá compense. ¿No suena a que nos estamos intentando autoconvencer? ¿Que ya que tenemos que tragar con ello, al menos lo haremos con un falso efecto de placebo? No, señores, no. Me enfada mucho que Nintendo haya cedido a ésto.

Cambiemos de tercio, ¡vamos al software! Intentaré ser más breve, porque voy a ser muy claro.

Switch ha cometido el mismo error que en su día tuvo con consolas como Wii o 3DS, un catálogo de lanzamientos MUY deficitario, que no salva ni ese juegazo llamado Breath of The Wild, que al fin y al cabo no es exclusivo, porque también lo tendremos en Wii U. ¿Qué nos queda?

Pues 1,2, Switch que, por mucho que lea y me digan, no deja de ser un muestrario de las capacidades de la consola en forma de minijuegos que pronto perderán el factor sorpresa y quedarán relegados al olvido, como ocurrió en su día con Wii Play. Que sí, que serán muy originales y divertidos, pero que se venda como juego independiente y pretendan hacérmelo colar como tal, duele. ¿No quedaría mejor como juego incluido junto a la consola? Sería una forma bonita de “perdonar” esos 30 euros en exceso en nuestro país.

Tenemos también Super Bomberman R, que a ver, soy el primero que disfruta un buen Bomberman como el que más, pero ducho mucho que sea un juego decisivo a la hora de inclinar la balanza a comprar la consola en su lanzamiento.

Finalmente nos quedan Skylanders y Just Dance 2017, ports de juegos de consolas previas que nada aportan en Switch y que quien no haya jugado previamente es porque no le ha interesado, con lo cual ni suman ni restan al catálogo de salida de la consola.

Conclusión de los lanzamientos day one: falta preparación, falta un revulsivo, es un catálogo sin enjundia que no convence demasiado. 

Sí, un mes después tendremos Mario Kart 8 Deluxe, que no deja de ser una versión crecida (que no mejorada, pues gráficamente no hay mejoras, sólo en su tasa de frames) de un juego de Wii U. Juegazo, sí, pero muy pocas novedades respecto a la versión anterior.

Nos toca esperar un par de meses, pues, para ver uno de los primeros títulos “realmente nuevos” de la consola, Arms, que luce estupendamente, pero me preocupa que sea uno de esos juegos que pierde fuelle enseguida y no sea suficientemente profundo como para no aparcarlo las primeras semanas. Tengo fe en Nintendo con este juego, así que confío en que no ocurra así.

Luego ya, para la canícula, nos llegará Splatoon 2, uno de los grandes lanzamientos de la consola y que tiene bajo sus espaldas una gran presión para contentar al público nuevamente y no limitarse a ser un “más”, sino un “más y mejor”.

A finales de año tendremos Mario Odyssey, un juego que, creo, llegará demasiado tarde y hubiera sido idóneo como juego de lanzamiento junto a Zelda. Entiendo que el desarrollo está poco avanzado, pero ha sido una oportunidad perdida.

Respecto al juego, tengo sentimientos encontrados… por un lado, se me hace MUY raro ver a Mario en una ciudad REAL con personas de verdad (sí, muchos me diréis, pero Mario es de Brooklyn, tiene sentido). Vale, sí, pero para mí los juegos del fontanero suponen evadirme de la realidad, visitar mundos de fantasía e imaginación, y verlo en ambientes reales me choca y no me termina de rematar. Por suerte, pronto hemos visto esos mundos tan coloridos y fantásticos en el tráiler, y ahí es cuando mi cara cambió un poco. ¡Eso es lo que busco en un juego de Mario!

No comentaré nada del resto de juegos anunciados, no por falta de interés sino porque, o bien su lanzamiento queda lejos, o son juegos indie que, sin desmerecer, también veremos en otros sistemas y no suponen un aliciente de exclusividad para hacerse con la consola.

Para rematar este artículo (si sigues leyendo esto, ánimo y muchas gracias), me gustaría resaltar las ausencias destacadas durante la presentación de Switch.

Por un lado, ese cacareado Pokémon Stars (si es que su nombre final será tal), que no vimos por ninguna parte, así como tampoco vimos nada, ni una mísera imagen o logo, del también secreto a voces Smash Bros para Switch. Mi vaticinio es que, o bien los veremos en el futuro E3 para dar un golpe de efecto, o bien habrá un Direct poco después del lanzamiento de la consola para informar de las últimas novedades respecto a lanzamientos y anunciar sorpresas.

Por último, parece ser que de momento la Consola Virtual de Gamecube tendrá que esperar, así como conocer más profundamente los planes online de Nintendo, que por el momento parecen vagos, esperemos que sea algo más que lo que se ha dicho y realmente convenzan a los compradores.

Sé que me dejo muchas cosas en el tintero, hablar de Switch daría para largos ríos de tinta, pero os invito a vosotros, lectores, a verter vuestras opiniones sobre lo dicho en este artículo. ¿Estáis de acuerdo, cuáles son para vosotros los aciertos y los fallos de la consola?

https://youtu.be/L1JQ_4dVtJg