Los 5 enemigos más difíciles de Zelda: Tears of the Kingdom

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Los 5 enemigos más difíciles de Zelda: Tears of the Kingdom

¡No incluimos jefes!

Hoy estoy aquí para dar vida a un artículo sobre los enemigos más difíciles de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y, como soy consciente de que habrá algún que otro, pero a esta lista, hay algunos puntos que quisiera aclarar desde el principio. No, no hay ningún jefe principal de la historia, ya que posiblemente coparían el top en su práctica totalidad. Asimismo, opté por dejar fuera a los Gleeok (los jefes dragón optativos) porque, pese a no ser jefes principales, son incluso más poderosos que estos y, por su número reducido, es complicado calificarlos de “enemigos” más o menos comunes al uso, como puede ser el caso de los Centaleones, poderosos y mucho más numerosos en Hyrule. Aclarados algunos puntos, ¿qué os parece si comenzamos?

Centaleón

¿Qué decir de los Centaleones? Ya estaban presentes en Breath of the Wild y se convirtieron por derecho propio en la mayor amenaza del mundo si obviamos a los jefazos de turno. En Tears of the Kingdom consiguen revalidar su puesto, dado que, a fin de cuentas, poseen una resistencia y una fuerza ciclópea que hace que combatirlos sea una tarea ardua y tensa en todo momento, pues un buen golpe puede hacerle un destrozo a nuestra salud. Los Centaleones son de diferentes colores, se ubican en general por todo el Reino de Hyrule, especialmente en zonas abiertas que les permitan maniobrar por su gran tamaño. ¿La forma de derrotarlos? Bueno, los parrys e intentar el noble arte de la monta suele ayudar.

Manos Tenebrosas

Las Manos Tenebrosas o Gloom Hands son, básicamente, el material del que están hechas las peores de las pesadillas. Es con diferencia el enemigo más desagradable del juego y a esto, ayuda su color, su viscosidad, todo ello contribuyendo a que cualquier jugador novicio que jamás las ha visto pueda confundirlas con esa mezcla entre miasma y sustancia viscosa de colores rojos y negros que aparece por todo Hyrule. Si bien pueden aparecer por cualquier sitio, su hábitat más común suele ser Las Profundidades, lugar que, por su falta de luz y su gran cantidad de sustancia de corte similar, es perfecto para camuflarlas.

¿Qué las hace tan temibles? Pues que una vez que entras en su campo de visión, son rápidas como alma que lleva el diablo, convirtiéndose en una suerte de cazador incansable que te atrapa en su cieno mientras te sujeta con firmeza para succionar tu vitalidad de forma constante hasta acabar contigo. ¿La mejor forma de combatir a este complejo rival? Bueno, nada como una buena reserva de flechas y bombas para hacer frente a esta amenaza.

Talus de Piedra de Batalla

Si bien los Talus de piedra pequeñitos no suelen suponer un problema, los grandes ya son harina de otro costal, más cuando vas completamente desprevenido por primera vez hacia un pequeño fuerte con unos pocos enemigos y de repente, la estructura de piedra se yergue elevando consigo a los bokoblin que, desde su nueva posición estratégica, comenzarán a lanzarte piedras y flechas. Además, la única forma de hacer que el Talus hinque la rodilla dándonos acceso a su debilidad, la veta mineral de su espalda, es dañar sistemáticamente la misma, pues golpear sus zonas de piedra, como las piernas, de poco va a servirnos. De nuevo, la mejor opción son las bombas flecha para que baje y, a su vez, dañar mediante expansión a sus posibles moradores para, una vez que esté al alcance, dañar su mineral con nuestras mejores armas.

Jefe Bokoblin

Sí, coincidiremos en que los Jefes Bokoblin están lejos de considerarse uno de los enemigos más complicados del juego, pues es fácil dañarlos de prácticamente cualquiera manera imaginable. En cualquier caso, llamativo es su tamaño y sus grotescas facciones, yendo generalmente siempre acompañados de un pequeño grupo de Bokoblins que le hacen las veces de ejército, atacando, protegiendo y, de vez en cuando, sirviendo de proyectiles para su amo. Además, tienen una salud y poder mayor que los Bokoblin y sus distintas variantes. Por algo tenía que ser considerado el jefe, ¿no? Para derrotarlos no hay que hacer nada especial, aunque siempre es recomendable lidiar primero con sus compañeros de menor tamaño para facilitar la tarea.

Gibdo

Los Gibdo, una de las mayores aberraciones que la saga The Legend of Zelda ha presentado jamás, están de vuelta en Tears of the Kingdom. Pese a su amenazante aspecto, estos moradores del Desierto Gerudo no son especialmente complicados de liquidar, menos aún cuando ya dispones del poder de Riju, pero si por lo que sea no dispones de opciones que te permitan utilizar fuego o rayo, lo que pondría fin a la contienda rápidamente, la pelea se puede llegar a alargar demasiado. No obstante, cuando los Gibdo cambien de color al recibir daño elemental, será posible infligirles daño de arma normal. Si bien no son complicados per se, un grupo grande que te pille sin opciones elementales, puede complicarte el día.

¡Y hasta aquí el artículo! ¿Cuáles son para vosotros los enemigos más complicados del juego? ¡Os leemos!