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La cocina y una buena armadura, tus principales armas de supervivencia en Zelda: Tears of the Kingdom

Muy posiblemente no esté solo al afirmar que al comenzar The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y, todavía con el recuerdo fresco de mi paso por The Legend of Zelda: Breath of the Wild, haya sido el único en priorizar la búsqueda masiva y visita a los Santuarios por encima de cualquier otra cosa, misión principal o secundaria incluida, ya que, siendo sinceros, ¿cómo no voy a querer recuperar todos esos contenedores de corazón y vigor que un Ganondorf momificado me ha arrancado desde el primer minuto? Máxime, si uno tiene en cuenta que su supervivencia está al filo en los primeros compases del juego, pues prácticamente cualquier enemigo puede dar buena cuenta de nuestra escasa salud… aunque para ser sinceros, esto es algo que se replica en el mundo de Hyrule durante muchas horas después.

¿Quién no ha ido paseando tranquilamente con la vida a tope y ha recibido de repente un buen porrazo que ha dejado a Link más tieso que a la mojama? Y si bien es absurdo negar la importancia de los contenedores de corazón para resistir mejor los embates enemigos, el tiempo me ha enseñado que los contenedores de corazón extra juegan un papel más secundario a la hora de mantener a Link vivo durante su peligroso viaje que otros elementos, como un equipamiento mejorado y puesto al día y, todavía más importante y accesible desde los primeros minutos, la cocina, ese gran olvidado.

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Cocina variada, rica, fácil y con fundamento

Es probable que alguno todavía, escéptico, arquee la ceja y dude de mis palabras. ¿Cómo va a ser más importante cocinar que los contendores de corazón? Y en cuanto a la vestimenta, ¿no sería mejor ir con veinte contenedores de corazón que con seis o siete, aunque el precio a pagar fuese llevar a Link en cueros (no lo hagáis, por dignidad)? La realidad es que no.

Comenzando por la cocina, por ser la mecánica más accesible desde los primeros compases de juego, llevar tu inventario repleto de platos elaborados puede salvar tu vida no solo recuperando los corazones perdidos, sino también generando mejoras como una mayor defensa, valores de ataque más altos, diversas resistencias e incluso corazones extra. ¿Lo mejor de todo? Que hay miles de ingredientes que puedes echar a la cacerola desde bien pronto y, en muchas ocasiones, no demandan grandes cantidades de ellos. Por ejemplo, una trufa vivaz da como resultado una magnífica brocheta de setas vivaz que, además de recuperarte toda la salud, te da un corazón extra.

Poco importa la mezcla, carne, setas o pescado, siempre y cuando lleves el inventario hasta arriba de platos cocinados variados para las distintas situaciones. Además, es importante recordar que, entre los posibles artilugios zonnan, hay una cacerola portátil de un solo uso que puede salvarlos la vida (que se lo digan a mi yo de hace un tiempo explorando las profundidades y cocinando Solirios como un descerebrado). Y es que, las posibilidades de supervivencia van más allá de recuperar corazones, pues a falta de ropa que te proteja contra los climas agresivos (calor o frío extremos), siempre podrás cocinar con bayas ígneas o sandías gélidas, mientras que para explorar el subsuelo, los ingredientes luminosos (pescados o setas) y los radiantes (Solirios), son una NECESIDAD, así, en mayúsculas.

 

Mejorar tu vestimenta hace una gran diferencia

En cuanto a las vestimentas, es ciertamente algo más problemático que en el caso de la cocina, ya que los ingredientes son frecuentes y generalmente fáciles de conseguir, pero los cascos, pecheras o pantalones, en cambio, requieren de una mayor inversión de tiempo por nuestra parte, puesto que salvo alguna excepción puntual (como el equipamiento que se adquiere en las grandes regiones de la propia historia), es necesario desviarse y explorar a conciencia para adquirir buen equipamiento, hacer cadenas de misiones, derrotar a un puñado de enemigos en condiciones especiales, etc. Asimismo, después de conseguir las diferentes piezas que componen un conjunto concreto, hay que visitar a las Grandes Hadas para mejorarlo, no sin antes previamente realizar la cadena de misiones ligadas a la alegre troupe de músicos que van de posta en posta. Incluso en esas, ahora hay que desembolsar una cantidad de gemas concreta y abonar una serie de materiales para realizar todas las mejoras de cada equipamiento. Suena algo tedioso, lo sé, pero créeme al afirmar que merece la pena, puesto que la diferencia es clara.

Si llegados a este punto todavía no tienes tan claro que la vestimenta, especialmente la potenciada gracias a las mejoras de las Grandes Hadas haga una diferencia notable, te explico un sencillo experimento que cualquiera puede llevar a cabo. Con afán de hacer una sencilla prueba, me acerqué al moblin blanco que hay cerca de la parcela de Link, completamente en cueros (es decir, ataviado sin ningún tipo de ropa). Cuando este acertó su primer golpe en Link, con un total de 26 contenedores de corazón todos ellos llenos, me quedé con un total de 6 y un cuarto. Ahora, volví a hacer la misma prueba ataviado con dos prendas mejoradas al máximo y una a dos estrellas, recibiendo únicamente con el mismo golpe un daño de apenas 6 corazones. La última prueba, la realicé llevando el equipamiento inicial (sandalias arcaicas y toga arcaica), y si bien la protección ni se acercaba a lo anterior, Link resistió con 10 corazones y medio. Es decir, incluso con las vestimentas más básicas (entiéndase, sin mejorar ni una vez), hay una diferencia de algo más de cuatro corazones entre ir sin nada o llevar algo, aunque sea lo peor que tengas. Ni que decir tiene que la diferencia es mucho más pronunciada al llevar vestimentas mejoradas (y hay que recordar que solo dos de las tres prendas estaban mejoradas al máximo). A todo esto, hay que sumarle que muchas de las prendas, al formar un conjunto, otorgan además beneficios (como la mejora de ataque asociada al set de la Fiera de la Deidad)

 

¿Cambiando las prioridades?

Huelga decir que, obviamente, los contenedores de corazón siguen siendo un complemento importante y que, en definitiva, el punto de este artículo estaba en poner bajo el foco otros elementos quizás a priori menos relevantes, pero que sin duda hacen mucho más por la supervivencia de Link que los propios contenedores (más si uno tiene en cuenta que necesita cuatro orbes luminosos para canjear por cada corazón). Posiblemente, para todos aquellos que ya hayan jugado e incluso completado el título, esto no deje de ser una curiosidad, algo que es probable que al igual que un servidor, hayan aprendido a la fuerza de jugar. Para otros, aquellos que todavía no hayan comenzado su mágica epopeya, esto es un “aviso a navegantes” en toda regla, una información que maximizará sus opciones de supervivencia, una suerte de hoja de ruta a seguir. A estos últimos especialmente, confío en que esto os sea de utilidad.