Los personajes de Dragon Ball que más nos han enseñado sobre valores

Dragon Ball es uno de los mangas más exitosos que jamás haya existido, con múltiples adaptaciones al anime, películas, merchandising, áreas temáticas y mucho más contenido.

La serie shonen cuenta con algunos de los combates más épicos, con un universo único lleno de alienígenas, terribles amenazas y héroes poderosos. Pero Dragon Ball es más que solo puños y patadas. Detrás de todos los conflictos, siempre hay un trasfondo con lecciones de vida que el autor nos quiso transmitir.

En este artículo exploraremos los personajes de Dragon Ball que más nos han enseñado sobre valores.

Krilin: No dejes de aportar con lo poco que puedas

Puede que no sea el personaje más poderoso, pero Krilin suele ser muy subestimado en la serie. Su impacto en Gokú y su apoyo incondicional han sido de gran ayuda para motivar al hérore Sayayin, pero esto le ha dejado relevado a un personaje secundario.

¿Pero qué tiene eso de malo? Krilin, a diferencia de otras razas dotadas de poder, fue un humano que trabajó muy duro para convertirse en guerrero. En un principio fue rival de Gokú, pero este no tardó en superarlo para siempre. Aun así, Krilin no se dejó desalentar, ni mostró celos hacia Gokú; de hecho, aceptó que este era más fuerte con una sonrisa en su rostro, y desde entonces se esforzó en seguir sus pasos.

Krilin nos enseñó que está bien retroceder si un conflicto nos supera. En algunas situaciones es mejor esperar al momento adecuado para aportar algo que pueda ser útil, por muy pequeño que sea. No todos son un súper guerrero de una raza Sayayin, pero cada granito de arena cuenta. Y por si fuera poco, Krilin nos demostró el valor de una sana amistad.

Vegeta: Que el orgullo no te limite

En principio es difícil empatizar con Vegeta, ya que su orgullo parece ser primordial en su vida. No es para menos, pues siendo el príncipe de la raza guerrera más importante de la galaxia, había muchas expectativas puestas en él. Fue criado en tiempos de guerra y con la guerra en mente, lo que forjó su personalidad severa y distante.

Mientras que inicialmente el orgullo fue la base de su poder, también fue durante mucho tiempo su principal limitante. La frustración por no ser el más fuerte le impedía concentrarse en mejorar, y la idea de llevar vergüenza a su nombre nublaba su juicio.

Pero cuando finalmente reconoció la fuerza interior de Gokú, vimos a un Vegeta liberado de las ataduras del orgullo. El orgullo lo hizo más fuerte, pero la humildad amplió sus horizontes. Eso le permitió aprender de su rival y trabajar junto a este para alcanzar metas que solo parecían imposibles. No hay dudas de que más que a otros, Vegeta ha tenido que enfrentarse a sí mismo, y hemos podido aprender mucho de eso.

Trunks: Nunca pierdas las esperanzas

Su mundo fue destruido, sus compañeros aplastados, e incluso su maestro y apreciado amigo fue derrotado sin piedad. Sus fuerzas fueron inútiles, y perdió casi a todo ser querido que le importaba en una tierra apocalíptica en la que el mal puso su pie sobre la cabeza del bien. Las fuerzas de Trunks no fueron suficientes para detener a unos villanos crueles y sin sentimientos, las ciudades se cayeron a pedazos e inocentes han muerto por doquier. Solo una pequeña parte de estos sucesos bastarían para desmoralizar hasta a muchos de los guerreros más fuertes, pero no a Trunks.

Aunque parecía que todo estaba perdido y ya no valía la pena luchar, Trunks se aventuró a buscar ayuda más allá de su línea temporal, aún cuando no estaba seguro de que existiera alguien que fuera capaz de tenderle una mano, o si importaría siquiera. La larga travesía de Trunks nos demostró que nunca hay que abandonar las esperanzas, incluso si un futuro mejor no parece posible.

Gohan: Siempre cree en ti mismo

Gohan desde pequeño no parecía ser material de guerrero. Aunque sus padres siempre vieron su potencial, desde pequeño era bastante débil en comparación con Gokú. Sumado a esto, su actitud tímida y su falta de confianza lo convirtieron en un cobarde inútil en cualquier conflicto.

Pero el destino es irónico. Resulta que la tierra de Dragon Ball e incluso toda la galaxia habría acabado muy mal de no ser por los esfuerzos de este pequeño cobarde y llorón. Esto se debe a que Gohan, gracias al constante apoyo de sus padres, decidió creer en sí mismo y despertó así su verdadera fuerza interior. Gohan nos demostró que trabajar duro y creer en que puedes superar tus retos no solo es útil, sino necesario. Nunca podrás conocer los confines de tu potencial mientras no lo intentes creyendo en ti mismo.

Gokú: Trabaja duro con una meta en mente

Es difícil resumir todo lo que nos enseñó este personaje, que encarna la nobleza y la bondad de los seres vivos en un mundo repleto de conflictos constantes.

Gokú nos mostró la importancia de nunca dejar de prepararnos para un desafío mayor, porque no sabemos cuándo puede llegar repentinamente. También nos mostró la importancia de tener convicción, de ayudar al indefenso, de ser honesto y de apreciar nuestras relaciones. Además, Gokú nos inspiró a trabajar duro con una meta en mente, intentando siempre superarnos y buscando la mejor versión de nosotros mismos.

No cabe duda de que, a pesar de no ser un humano, el Abuelo Son Gohan crió a Gokú con importantes valores que le guiaron durante toda la serie y con los que se ganó el corazón de todos.

Muchos otros personajes de Dragon Ball nos dejan importantes valores. Milk nos demuestra la importancia de la familia y el orden que pueden traer a nuestras vidas ante tanto caos. Piccolo es la prueba de que todos podemos hacer el bien y redimirnos. Bulma, a pesar de no ser una guerrera y tener muchos pretendientes, utilizó su talento y dinero con el fin de tener un planeta mejor. Y así hay mucho más que podemos aprender de la inolvidable obra de Akira Toriyama.