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[Artículo] Nintendo Switch es ahora más portátil que nunca

Los últimos movimientos de Nintendo y, sobre todo, la revelación de Nintendo Switch modelo OLED, han terminado por convencerme de una idea que llevaba rondando por la cabeza hace un tiempo. Nintendo Switch se vendía al principio como una sobremesa que te puedes llevar a la calle, pero ha acabado siendo una portátil que puedes conectar a la tele. La propia Nintendo ha cambiado sus eslóganes con el paso del tiempo, así que no es nada fuera de lo normal. Pero sí que ha decepcionado a parte de la comunidad que espera de Nintendo desarrollos un poco más ambiciosos.

La hibridación de sobremesa y portátil en Nintendo Switch parecía una jugada ganadora, unir ambas plataformas, unir esfuerzos y equipos en una sola generación que tuviese lo mejor de ambos mundos. La idea es perfecta, pero es lo que tienen las ideas, que siempre son perfectas. La ambigüedad de definir a Nintendo Switch como sobremesa o portátil sigue creando confusiones en quien espera desarrollos más próximos a unos esquemas u otros. Quizás los usuarios estemos aún mal acostumbrados a ello, y deberíamos comprender que ahora ya no existen esas fronteras, pero en mi caso, no puedo evitar pensar que de alguna manera Nintendo “nos la está colando”, y que juega con esta ambigüedad a su favor cuando más le conviene.

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A lo largo de la historia Nintendo siempre ha tenido que dividir desarrollos, ahora no. Lo que está ocurriendo en la era Switch no tiene precedentes, incluso para una histórica y experimentada Nintendo. Permitidme entonces defender mi visión de que Nintendo Switch es eminentemente la consola portátil de Nintendo y qué implica esto para el presente y futuro de Nintendo.

El tipo de desarrollos y revisiones de la consola son las de una portátil

2017 fue un año espectacular para Nintendo. Tenía que redimirse del fracaso de Wii U y convencer a su público de sobremesas de que volvía a la carga. Recordemos que por 2017 3DS seguía vigente y rondando los 70 millones de unidades vendidas, de ese público no había que convencer a nadie.

Así que la gran N sacó toda la carne del asador, seguramente reestructurando sus desarrollos para Wii U a una Switch que salió prematuramente. Y tuvimos auténticos juegazos, propios de una consola de sobremesa, difícilmente imaginables en una portátil, en un solo año de vida. Me refiero a Breath Of The Wild, Splatoon 2, Arms, Super Mario Odyssey y Xenoblade Chronicles 2. Ninguna de estas sagas, en su línea principal, ha tenido desarrollos para portátil anteriormente. Para muchos ese fue el mejor año de Switch y la mayoría de los medios así lo siguen valorando a día de hoy también, a juzgar por las notas de su análisis comparado con los juegos de otros años.

Sin embargo ese año quizás fue más bien un espejismo, una especie de gancho para aquellos que querían la nueva sobremesa de Nintendo. La situación en la que nos encontramos ahora es muy diferente, desde hace ya un tiempo incluso, pero miremos hacia el horizonte. Tras el Nintendo Direct del E3, este año está planeado un nuevo WarioWare, un Metroid 2D, Advance Wars y Pokémon. Salvando Shin Megami Tensei V, que es una saga que aún está por explotar en Occidente (como sí que lo ha hecho Persona), todos estos juegos han sido históricamente juegos de consola portátil. Independientemente de su calidad, los estándares sobre los que planea un remake de Advance Wars no son los mismos que la secuela de Breath Of The Wild.

Las revisiones que están sucediéndole a Nintendo Switch también van por ese lado. Nintendo Switch Lite es claramente la misma estrategia que Nintendo 2DS, un abaratamiento y un enfoque totalmente hacia aquellos que sólo quieren el modo portátil. Por otro lado, el recientemente anunciado modelo OLED de Nintendo Switch, es también una mejora solo para el modo portátil, sería indistinguible saber si estamos jugando en una u otra consola cuando estuviéramos en la televisión. En conclusión, todo parece indicar que Switch es más bien una consola portátil.

¿Significa esto que Switch es una consola de segunda categoría? Claro que no

Sin ser de menor calidad, las grandes producciones nunca se han realizado, de forma general, para consolas portátiles. El hecho de tener una batería limitada o de poder estar sentado durante largas sesiones son grandes condicionantes para este tipo de títulos. No es una cuestión de mala calidad, es una cuestión de ambición en los desarrollos. Os lo dice un servidor, para el cual, su juego favorito del año por ahora es Loop Hero, un juego que prácticamente lo movería el sistema operativo de la pantalla de una nevera.

Las limitaciones, muchas veces, han sido los grandes motores de la creatividad, pero en ocasiones juegan una mala pasada. Por eso, hay que admitir que si en el mercado de las portátiles ha habido auténticas joyas, no ha sido el lugar que, por lo general, supone donde se espera encontrar los juegos que definen una generación, y para mi ese es el problema con el que está jugando con fuego Nintendo con su última consola.

Porque Nintendo Switch, aunque ha sido capaz de correr cosas inimaginables, ahora parece más centrada en Pokemón Diamante Brillante y Perla Reluciente antes que Pokémon Leyendas: Arceus. Es decir, que ahora mismo parece una consola mucho más adecuada para juegos de una filosofía portátil. Habrá que ver qué sucede en el futuro.

Hay que admitirlo, el enfoque publicitario de Nintendo también lleva a pensar eso: el cambio de eslogan, gente jugando en la calle o sacar la Nintendo para esos veinte minutos muertos. No obstante, los desarrollos más propios de una consola de sobremesa llegarán, estoy seguro, pero al mismo tiempo temo que el hardware tarde demasiado en recibirlos. Los equipos que trajeron los juegos de 2017 tienen que estar a punto de anunciar qué se traen entre manos, pero Nintendo sigue queriendo agotar al máximo todas sus cartas.

Nintendo juega como nadie con la decepción y el hastío con su público más fiel. Sorprende sólo cuando todo parece indicar lo contrario, y esas sorpresas le valen durante años. Estoy muy contento con Nintendo Switch, y creo que este año va a ser muy bueno, me encantan las sagas de las que salen títulos a partir de ahora. Pero también admito que me compré Nintendo Switch bajo la promesa de que tendría la sucesora de Wii U, y no la de 3DS, y confío en ver grandes desarrollos en el futuro que sigan cumpliendo esa promesa.