[Análisis] Heroland para Nintendo Switch

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Heroland para Nintendo Switch

En ocasiones, hay juegos fantásticos que nos sorprenden, no tanto por su calidad (que también), sino porque llegan sin previo aviso y resultan siendo una experiencia bastante original. Un ejemplo de esto, por supuesto, es el título que os traemos hoy; uno que había sido lanzado hace tiempo en territorio nipón (con el nombre de Work x Work) y que, a pesar de que en un principio no hubiesen indicios de que fuese a llegar a nuestras tierras, lo ha acabado haciendo como quien no quiere la cosa.

Estando desarrollado por FuRyu (conocidos por crear The Caligula Effect: Overdose o The Alliance Alive, entre otros tantos juegos de rol de renombre dentro del nicho del género) y siendo publicado en Occidente por Marvelous Games (a quienes conoceréis, por ejemplo, por la franquicia de Senran Kagura o la de Rune Factory), el juego al que nos referimos, a pesar de haber pasado por encima del radar de muchas personas, tiene un conjunto de nombres detrás ciertamente notable que nos ha obligado a contaros acerca de él en profundidad.

Así es, en esta ocasión os queremos hablar de Heroland, un pequeño título que, desde luego, esconde tras de sí mucho más de lo que aparenta. ¿Por qué os decimos esto? ¿Acaso creemos un buen juego? Por otra parte, ¿merece vuestro tiempo? ¡Acompáñanos una vez más para que podamos responder a éstas y a muchas más preguntas!

¡Toca currar de lo lindo!

La narrativa del juego que nos ocupa es muy especial por varios motivos, siendo uno de los más destacados que viene de la pluma de Nobuyuki Inoue y Nobuhiro Imagawa, a quienes muchos conoceréis por haber estado fuertemente involucrados en la obra de culto que es Mother 3. Así que, ¿de qué va exactamente Heroland?

Para empezar, hay que aclarar algo: en principio, nosotros no somos el héroe de esta historia, sino que tenemos que hacer sentir a otras personas que lo son. Partiendo de esa base nos zambullimos en el mundo de Heroland, un parque de atracciones de lo más pintoresco (y que oculta más de un secreto) en el que nuestro desgraciado protagonista, apodado Lucky, acude en busca de empleo para intentar sobrellevar su precaria situación y llevarse pan a la boca a fin de mes.

Por supuesto, la vida del currante no es fácil, y trabajando codo con codo con los demás empleados del parque (que van desde jefes mandones a los pobres monstruos que habitan las mazmorras) tendremos que lidiar con muchas cosas; trabajar a destajo, guiar a los visitantes por peligrosos senderos, y, sobre todo, lidiar con clientes la mar de molestos y pintorescos, entre los que destacaríamos a cierto principito que viene a Heroland para demostrar su valía con el fin de subir puestos en la línea de sucesión de sus dominios, donde ocupa la decimoctava posición para ascender al trono.

Sí, todos aquellos que visitan Heroland acuden al lugar porque están buscando algo a lo que aspirar; incluso nuestro protagonista. Sin embargo, el desarrollo de los personajes que conforman la aventura (así como los momentos serios) son bastante puntuales debido a que, ante todo, la narrativa del título se enfoca en la comedia, la cual está sumamente bien lograda y viene aderezada de una fuerte crítica social a muchas situaciones laborales, e incluso a sistemas socioeconómicos muy presentes en tiempos contemporáneos.

Con divertidas referencias a cultura popular de lo más diversa (desde Evangelion hasta los furries) que incluso se atreven a romper la cuarta pared (no son pocas las bromas que hacen referencia a que nuestro personaje solo pueda hablar por medio de diferentes cuadros de respuesta a elegir, entre otras tantas cosas), todo ello en gracias a una más que excelente localización (al inglés, claro), el elenco y guion de Heroland son el punto más fuerte del título sin lugar a dudas, con conversaciones que nos han hecho soltar más de una carcajada y que nos han impulsado a seguir con un juego que, a pesar de tener grandes aspectos positivos como el citado, también está frustrado por otras sombras que lastran un poco la experiencia y que os describiremos en el siguiente apartado.

Mientras me paguen…

La jugabilidad que nos presenta Heroland podríamos describirla tal cual como una moneda de dos caras, ya que si bien es tremendamente original, no aguanta mucho el tipo y acaba resultando ciertamente tediosa tras llevar unas horas en la aventura. Entonces, os preguntaréis tras que os digamos esto, ¿cómo es exactamente el reto que esconde el título? Bueno…

¿Recordáis como antes os dijimos que en este juego no somos el héroe, sino un mero empleado? Pues las mecánicas que encontramos sustentan ese mismo principio. Ciertamente, para avanzar en nuestra aventura, lo que haremos será guiar a nuestros clientes (los cuales, además de contar con niveles de héroe y de amistad propios así como armas que podremos asignarles, podemos elegir a nuestro gusto para crear buenas combinaciones, aunque esto no siempre resulta así ya que para muchas misiones tendremos que tener a ciertos miembros en nuestro equipo de forma obligatoria por cuestiones narrativas) a través de distintas mazmorras, que en realidad son tableros con casillas de evento (donde se sucederán conversaciones y situaciones de corte cómico) y batallas (con su respectivo jefe y consecuente botín), donde nosotros no actuaremos directamente, sino que comandaremos a nuestros clientes, los aspirantes a héroe, dictándoles qué hacer cada cierto tiempo.

Sin lugar a dudas, el hecho de no formar parte de la acción y ser simplemente un mero director de orquesta puntual es innovador, sin embargo, a lo largo del gran número de horas que dura el juego, ciertamente es algo que se vuelve un poco tedioso a la larga. Sin embargo, os preguntaréis, sí, nuestra función es la de apoyar y dirigir, ¿pero cómo exactamente?

Para empezar, tendremos una barra de asistencia, la cual, cuando esté llena, podremos emplear para ejecutar una acción, que irá desde dar una sola orden a uno de nuestros clientes (como recomendarle que se proteja, o que use una habilidad especial), pasando por emplear objetos que sean de utilidad como pueden ser pociones de vida para sacar al grupo de un aprieto y terminando por alzar banderines de distintos colores que marcarán la estrategia a seguir por parte de todos (uno verde para decirles que hagan lo que quieran, uno amarillo para priorizar la defensa, uno azul para que no gasten puntos de habilidad y empleen únicamente ataques normales, uno rojo para que usen habilidades a tope, uno negro para que se concentren en un enemigo en específico y uno blanco para, como no, rendirse y salir pitando). Así, todas las batallas del juego se desenvolverán siguiendo esas líneas generales, pudiendo aumentar un poco la velocidad de la situación para que los movimientos automáticos no resulten demasiado pesados.

De esa forma, nuestro objetivo final en el juego no será otro que conseguir que los clientes, nuestros héroes, estén satisfechos al finalizar cada mazmorra, ya sea porque sienten que han hecho un buen trabajo como porque les hemos dado objetos que dejaron los supuestos enemigos (recordamos, también trabajadores del parque) al ser derrotados. A fin de cuentas, nuestro propósito es que nos paguen para poder subsistir (¿por qué llegamos a la isla sino?), y cuanto más contentos estén, más salario obtendremos. Así es como funcionan las cosas.

Cuando los genios se juntan

Si tenemos que describir el proyecto que es Heroland desde una perspectiva artística, sin lugar a dudas es un título que podríamos definir como una conjunción de artistas, no solo por la presencia de los maestros Nobuhiro Imagawa y Nobuyuki Inoue (encargados, además, del apartado visual del título, el cual, como habréis notado, superpone diseños tridimensionales con los clásicos sprites tan llenos de personalidad a los que nos tienen acostumbrados), sino por el hecho de que además cuenta en su cartera de talento con Takahiro Yamane como director (conocido por haber trabajado en el aclamado Fantasy Life) y con Tsukasa Masuko, uno de los compositores más celebres de la historia del videojuego, conocido principalmente por haber dado vida a la música de numerosas entregas de la franquicia de Shin Megami Tensei.

Antes de rematar este apartado, queremos hacer un breve inciso para hablar del apartado técnico del título, que como era de esperar, es bastante aceptable y no nos ha dado ningún percance durante la aventura. Por otra parte, en términos de doblaje, señalar que el juego no cuenta con ninguno, y es que los personajes hablan con la típica voz digna de nuestros vecinos favoritos de Animal Crossing y otros títulos por el estilo, algo que ayuda a realzar ese tono cómico presente de forma perenne.

Volviendo a lo anterior, sí, por improbable que parezca en un título como este, el compositor de muchos de los Megaten más célebres marca el apartado sonoro de la aventura con uno de sus trabajos más variopintos hasta la fecha, que, desde una perspectiva personal (y por raro que suene en primera instancia), nos ha recordado fuertemente al de otros títulos de corte bastante distinta como podría ser la música que encontramos en Yo-Kai Watch. ¿No nos creéis? ¡Os dejamos con un tráiler donde se puede escuchar un tema del título para que podáis juzgar por vosotros mismos!

Conclusión

No cabe duda de que con Heroland estamos ante un juego tan especial como único en su los de su tipo. Su historia es divertida, sus personajes rebosan carisma y su localización al inglés es más que exquisita, además de plagada de todo tipo de referencias que los que disfrutan de este tipo de títulos captaran. No obstante, su jugabilidad, aunque original, acaba cansando más pronto que tarde, causando incluso algo de impotencia en contadas ocasiones. De esa forma, si no tienes un buen control del inglés y no te van las historias ácidas de tono cómico, no te podemos recomendar este título.

Sin embargo, si tienes suficiente nivel del idioma, te gusta la estrategia y conjugas con el público objetivo que ofrece el juego, Heroland es una experiencia digna y duradera que te ayudará a matar gran parte de tus ratos libres. Además, qué os podemos decir, ¡escuchar la música del maestro Tsukasa Masuko siempre es una alegría!

De esa forma, tras todo lo dicho, solo queda una pregunta más responder, ¿vas a mandar tu currículum a Heroland y trabajar a destajo mientras conoces a alocados personajes y vives disparatadas aventuras? ¡La respuesta final es solo tuya!

Heroland saldrá a la venta el próximo 31 de enero tanto en formato digital a través de la eShop de Nintendo Switch como en formato físico a un precio de 39,99€, con una duración que sobrepasa las 40 horas, contando con textos en un perfecto inglés y ocupando un espacio total de 658 MB.

Por último, si queréis echarle un vistazo a lo que contiene la versión en formato físico del título, os dejamos con un vídeo facilitado por Marvelous Games para que podáis observarlo por vosotros mismos:

7.5

[Análisis] Heroland para Nintendo Switch

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Una historia divertida y llena de referencias a la cultura popular.
  • Una banda sonora muy animada, con autoría del maestro Masuko.
  • Un sistema de batalla realmente original….
Flojea en:
  • …pero bastante monótono a la larga.
  • Una repetitividad tediosa, fruto de una duración muy alargada.
  • Curvas de dificultad algo escabrosas.


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