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[Análisis] The End Is Nigh

En este análisis estamos ante la gran ocasión de ponernos a examinar con todo lujo de detalles toda una obra de arte. Como ya habéis visto en el título estamos ante la última y genial obra de Edmund McMillen y Tyler Glaiel, y que llega de la mano de Nicalis a nuestra flamante Nintendo Switch. The End Is Nigh ya está aquí y eso son siempre buenas noticias.

Para los que andan un poco perdidos ante la información que acabo de plasmar puedo contaros que estamos ante las cabezas pensantes que hay tras el genial Super Meat Boy y The Binding of Isaac, este último ya lo tenemos disponible en nuestra consola híbrida desde hace unos meses y para el otro aún quedan unos días para poder disfrutarlo. Menudas ganas.

Volviendo al original juego del que trata este análisis, The End Is Nigh, me queda por adelantaros que se trata de una extravagante aventura llena hasta arriba de plataformas muy muy exigentes y que destila unos tintes arcade que pondrá a prueba toda la paciencia que tengas, espero que sea mucha. Eso sí, contrarresta por otro lado que estamos ante uno de los títulos más divertidos de los que he jugado en Switch. Como ya sabemos, y sino te lo cuento yo, cualquier obra de McMillen es sinónimo que nos vamos a encontrar con un historia retorcida aderezada con un más que sutil tono bizarro. Vamos con ella.

Creando un amigo para Ash

Nos encontraremos en un mundo post-apocalíptico y, por lo que parece ser, cercano a su fin. Nos meteremos de lleno en el papel de Ash, uno de los pocos supervivientes que existe en este decadente mundo. Seremos una bola amorfa, viscosa y que se agarra a casi cualquier esquina. Ash se encuentra completamente aburrido dentro de su monótona vida por lo que decide fabricarse él mismo a su propio amigo, así piensa que podrá compartir buenos momentos con él el tiempo que le quede. Toda una extravagante aventura, y no va a ser un camino de rosas exactamente.

Nos descubriremos en un mundo casi abierto donde cada fase está conectada de forma directa con la siguiente. Y donde simplemente necesitaremos llegar al otro extremo de la pantalla para desbloquear la siguiente fase. Algo sencillo a “simple lectura”.

En The End Is Nigh además de llegar al otro lado para poder continuar, uno de nuestros objetivos principales será recolectar tumores que hay esparcidos en cada una de ellas, sí, lo he escrito bien, tumores. En la mayoría de ocasiones nos lo van a poner muy complicado, estos tumores estarán colocados con la “peor baba” que existe. En lugares bloqueados, ocultos, poco accesibles… la tarea de recolectarlos todos no es sencilla y McMillen se lo ha tomado en serio para sacar lo peor de nosotros. ¡¡Aaaaargh!!

En ciertas partes de este desolado mundo, nos encontraremos con zonas secretas donde habrá escondido un mega tumor, equivalente a nada más y nada menos que a 5 tumores. Ya os aseguro que no va a ser sencillo recolectarlos pero merece la pena el esfuerzo.

La recolección de tumores será esencial de cara a la recta final del juego por lo que es importante ir con el saco bien lleno. Además, en unos puntos específicos y con un número tumores determinado podrás desbloquear entradas a zonas secretas donde conseguir objetos especiales. Y rizando el rizo, por si toda esta recolección os supiera a poco, dentro de cada mundo debemos de conseguir partes con las que formar a nuestro nuevo amigo. La cabeza, el cuerpo,… todo un Frankenstein por montar.

En las fases extra podemos conseguir cartuchos que nos darán acceso a pequeños minijuegos con más de un guiño a títulos clásicos. La historia del juego está compuesta por 600 niveles cercanos al infierno, repartidos en 12 mundos distintos.

La dificultad y la forma de avanzar en el juego la marcarás tú mismo. Puedes decidir si arriesgar todo lo que te deje tu paciencia e intentar recolectar el máximo posible de objetos, o simplemente pasar de todo e intentar llegar al extremo opuesto de la fase para continuar con la siguiente. A medida que vayamos desbloqueando mundos vamos a poder transportarnos a cualquiera de ellos, directamente desde el menú. Así podemos volver a pantallas que se nos hayan complicado y volvernos a enfrentar a ellas cara a cara. Eso sí, no vamos a poder seleccionar una fase en concreto sino el mundo al que queremos ir y empezaremos por el principio.

Manejando a Ash

Como ya he comentado en varias ocasiones dentro de este análisis, en The End Is Nigh, estamos ante un gran título con un nivel de dificultad muy exigente pero donde está muy bien planteada su curva de exigencia ya que aumenta de manera progresiva conforme se avanza en la historia. Algo genial para ir controlando mejor a Ash conforme vayamos jugando más.

Para compensar esta dificultad endiablada nos encontraremos con un control muy fiable a nuestras acciones. Además, las mecánicas son muy simples y directas por lo que vamos a poder realizar todas las acciones que nos ofrece Ash con solamente un par de botones. Saltos imposibles, agarrarse a salientes, romper paredes,… vamos a tener que memorizar al detalle cientos de patrones para no acabar con nuestro cuerpo hecho mil pedazos.

Los controles que vamos a usar en The End Is Nigh son los siguientes:

  • Joystick izquierdo o cruceta digital izquierda, con cualquiera de ellos controlaremos el movimiento de Ash.
  • Botón A, al presionar este botón haremos que nuestro personaje ejecute un salto. Cuanto más tiempo tengamos presionado el botón A más alto será el salto que realicemos.
  • Botón ZR, nos servirá para hacer que Ash, se agarre a las esquinas cuando vamos corriendo por una plataforma. También nos servirá para aumentar la velocidad y la fuerza con la que Ash se mueve cuando está en el aire.

Jugar a The End Is Nigh en modo portátil es toda una gozada. Poder disfrutar de forma rápida en cualquier momento o lugar de un juego de estas características es uno de mis puntos preferidos de Switch y con este título lo he disfrutado más que nunca. Aprovecho para resaltar que se puede disfrutar de este título en cualquiera de los diferentes modos de juego que nos brinda Nintendo Switch: en modo portátil, modo sobremesa y, por supuesto, en el dock para disfrutarlo a través de vuestra TV.

Gráficos y sonido

El apartado gráfico, y sobre todo su dirección artística, es impresionante. Aunque The End Is Nigh no es un juego que presente un alarde técnico sí que nos ofrece una estética minimalista pero con mucha mucha personalidad, algo que ya nos tienen acostumbrados los autores de este juego. Las animaciones son geniales y muy cuidadas. Todo se mueve de una forma muy fluida dentro del frenesí y de la velocidad que puede alcanzar la partida.

En el apartado sonoro es cuando flojea un poco el título. Acostumbrados al derroche de frescura y personalidad que nos ofrece The End Is Nigh en cada rincón del juego, nos parece un frenazo en seco que este apartado no siga el mismo patrón. Tan sólo se basa en reinterpretar clásicos como música de fondo acompañado de pequeños efectos de sonido que enfatizan las acciones que ocurren en pantalla. Eso sí, nunca llegan a molestar y cumplen de manera correcta.

Conclusiones

Las privilegiadas mentes de McMillen y Tyler Glaiel parece no tener fin y vuelven a ofrecernos otro gran título. En The End Is Nigh estamos ante todo un juegazo de plataformas, pero la cosa no acaba ahí, este título es todo un reto de habilidad y paciencia con unas mecánicas muy directas pero que parecen sacadas del mismo infierno. El juego es todo un RETO, sí con mayúsculas y todo, ya que hay que superar 600 complicados niveles algo que nos puede llevar a las 8-10 horas de juego para conseguir todo al 100%, todo depende de la habilidad de cada uno. 

Un apartado gráfico tan bueno como funcional y que siempre sorprende con cada cambio de mundo. El diseño de niveles es soberbio y están ajustados al milímetro para no rebajar la experiencia de juego en ningún momento. Todo el esfuerzo y trabajo que ha tenido el título no se ve acompañado en el apartado sonoro donde simplemente se han adaptado clásicos y carece de toda la personalidad que tiene el título en cualquier otro apartado. Posiblemente también se le puede echar en cara que no esté traducido a más idiomas, así los que no controlen el idioma de Shakespeare podrían profundizar más en la divertida y original historia que nos ofrece The End Is Nigh.

Recomendaría The End Is Nigh sin dudarlo a todo el mundo que siga el resto de los títulos de estos autores y/o a todo jugón que busque dentro del catalogo de Switch un título de plataformas tan divertido como exigente. Al mismo tiempo, animaría a todo aquel que este juego le llame algo la atención a que no falte en vuestro catálogo personal. Estamos ante un título que derrocha personalidad y es uno de esos juegos especiales para los que siempre hay que hacer hueco.

No me queda más que comentaros que The End Is Nigh estará disponible desde el día 12 de diciembre en la eShop de Nintendo Switch al increíble precio de 14,99€. Además necesitarás poco menos de 273 MB para su descarga e instalación. Resaltar que este título solamente está disponible en inglés.

9.0

[Análisis] The End Is Nigh

Puntuación Nintenderos: Imprescindible

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Un juego que derrocha personalidad y es increíblemente divertido.
  • Su original idea y su dirección de arte son geniales.
  • El diseño de niveles de este título es de obra maestra.
  • Las decenas de guiños que tiene el juego.
Flojea en:
  • La banda sonora es el único punto negativo ya que no acompaña al derroche de personalidad que desprende este título.