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[Análisis] Splasher

Desde que anunciaron este juego de plataformas con un aire muy arcade me llam la atención desde el primer segundo. No sé si era debido a su explosión de color, que parece sacada desde el mismísimo Splatoon, o por su desafiante jugabilidad al más puro estilo Super Meat Boy. Pero ahí no acaba la cosa. Durante el juego, y una pequeño estudio del nacimiento este título, encontraremos más de una referencia directa a Rayman.

¿El motivo? Splasher está desarrollado por el estudio: Splash Team y está distribuido por The Sidekicks. Este estudio francés está compuesto por varios desarrolladores que participaron en el nacimiento y creación de Rayman Origins. Seguro que cuando tengáis el juego entre manos no vais a tener la más mínima duda que han aprendido muy bien, en las oficinas de Ubi, como se hace un buen juego.

Estamos ante un título indie muy divertido y con una jugabilidad que engancha desde que pulsas el botón de inicio. Toda una suerte que pueda traeros su análisis ya que es un juego que me ha encantado desde principio a fin y creo que verdaderamente merece la pena.

La huída de Inkorp

La historia no es uno de los puntos fuertes de este título pero como mínimo os resultara tan original como disparatada.

Splasher se basa principalmente en el control de un trabajador de limpieza de la empresa Inkorp. La trama comienza durante una típica jornada laboral y con la peor de la suertes llegaremos a descubrir que su jefe (y científico malvado a partes iguales) está haciendo experimentos con sus compañeros de trabajo, convirtiéndolos en extraños monstruos mutantes y deformes. Lamentablemente (o por suerte nuestra) somos pillados in fraganti y la única oportunidad de continuar con vida es poner pies en polvorosa y salir corriendo de allí.

Corre, corre,…

La mecánica del juego, como he comentado, se puede intuir sencilla, huir a toda mecha de la inverosímil fábrica. También, y no menos importante, durante nuestra espantada deberemos de salvar a todos los compañeros que nos encontremos por el camino. Serán nada más y nada menos que 7 amigos en apuros en cada uno de los 22 niveles que componen Splasher. Y claro, tendremos que intentar permanecer con vida. Y digo “intentar” porque ver a tu personaje morir se convierte en algo cotidiano gracias a los grandiosos y desafiantes niveles que propone este título. Menos mal que tenemos checkpoints.

Durante cada fase, y además de huir y salvar a nuestros compañeros de trabajo, deberemos de limpiar el nivel de restos de suciedad así como de los diferentes monstruos que poblarán la pantalla. Gracias a esta limpieza iremos ganando puntos y si alcanzamos el total de la fase, 700 puntos, es cuando podremos liberar a nuestro último compañero, que siempre se encuentra enjaulado al final del nivel.

Para evitar el desastre disponemos de un cañón a presión en el que podremos disparar 3 tipos de líquidos: agua, pintura roja y pintura amarilla. El agua nos servirá para acabar con cualquier enemigo que se nos plante delante, además de poder borrar la pintura o suciedad que haya por el escenario.

La pintura roja, por otro lado, sirve para pegarnos por las paredes, aunque si está en el suelo, reducirá notablemente nuestros movimientos y velocidad. Por último, la pintura amarilla sirve para que salgamos rebotados por el escenario, lo cual habrá que usar para superar ciertos obstáculos. El cambio rápido entre un líquido y otro nos supondrá seguir con vida y, por lo tanto, el camino hacia la victoria.

Al principio de la historia empezaremos sin la posibilidad de disparar ningún tipo de líquido con nuestros cañón, pero como es normal, a medida que vayamos superando cada uno de los 22 niveles, desbloquearemos cada una de las habilidades mencionadas. Aún así, desde el principio, estaremos muy acostumbrados a las características y posibilidades de las diferentes pinturas ya que nos las presentaran desde casi el comienzo del juego.

Bebiendo de la esencia de Rayman

Puede que a simple vista no le veáis nada relacionado con una de las franquicias principales de Ubisoft. Pero la esencia está ahí. Saltos imposibles entre plataformas, jugabilidad de vértigo, rescatar a rehenes de jaulas, estética colorista, animaciones cuidadas,… similitudes hay varias pero eso no es nada malo, ya que el juego se siente fresco y muy divertido. Splash Team ha sabido coger una fórmula que funciona muy bien, le ha dado una vuelta de tuerca y nos presenta un gran e interesante juego.

 

Modos de juego

Splasher dispone dos únicos modos de juego: el tradicional pero divertidísimo modo Historia, en el que tendremos que superar todos y cada uno de los desafiantes niveles, y el modo Contrarreloj en el que desafiaremos al cronógrafo por conseguir el mejor tiempo y competir contra el de otros jugadores.

La curva de dificultad durante el avance del juego está muy ajustada por lo que el juego irá requiriendo más de nuestra habilidad conforme nosotros estamos teniendo más asimilado el control y las mecánicas.

 

Jugabilidad

La jugabilidad de Splasher es frenética, directa y se juega de maravilla ya sea con los joycon o con el mando Pro de Switch.

El control del personaje es muy ajustado y sensible ya que la ejecución exacta de las acciones nos supondrá continuar con vida o morir entre terrible sufrimiento. Posiblemente el único punto de descontrol se presente en las caídas de gran altura ya que el personaje va pillando velocidad y, en ocasiones, presenta un punto de desajuste en el control. Nada que no se aprenda a controlar con la práctica.

Las mecánicas que propone el juego son directas y no hay lugar a complejos combos entre botones para ejecutar una acción. El botón B será el botón que pulsaremos siempre que queramos que nuestro personaje realice un salto. Mientras que los botones X, Y y A son los botones que accionan el lanzamiento con el cañón de agua, tinta roja y tinta amarilla respectivamente. Y ya está. Al más puro estilo arcade.

También me gustaría resaltaros que Splasher se puede disfrutar en Nintendo Switch en sus diferentes modos de juego: en portátil, sobremesa y en el dock para jugar a través de vuestra TV.

Gráficos y sonido

A nivel gráfico, estamos ante un juego de lo más resultón. Splasher nos muestra en pantalla una estética en dos dimensiones muy fresca y llamativa al más puro estilo cartoon. Casi todos los elementos del juego tienen un trazo negro a su alrededor lo que nos permitirá diferenciarlos de un simple vistazo, algo que con la velocidad del juego es más que de agradecer.

Los escenarios muestran diferentes decoraciones muy cuidadas y con detalle, además de mostrar elementos en planos más cercanos a la vista del jugador para dotar de un poco de profundidad al grafismo del juego.

Las animaciones, aunque no muy complejas en su representación, funcionan genial entre el empaste del juego y la estética. Otorgan al juego un plus de calidad y ciertos toques de humor, se nota que es un apartado al que le han regalado unas cuantas horas de cuidado. Todo un acierto por parte del equipo de desarrollo.

El apartado musical y los sonidos de efectos, que enfatizan ciertas acciones del título, puede que no sean el elemento que más resalte en Splasher pero que acompaña a la perfección a todo lo que sucede en pantalla. Simplemente es correcta.

Conclusión

Splasher nos ofrece un plataformas con una estética con mucha personalidad que te resultará dinámico, fresco y con una jugabilidad arrolladora. Su diseño de niveles es tan desafiante que nos propone partidas muy divertidas, y gracias a Switch, en cualquier momento y lugar. Su duración puede quedarse corta gracias a los 22 niveles que componen el juego, lo que puede llegar a completarse entre unas 4 y 5 horas pero que son horas de diversión más que asegurada.

Recomendado para jugones que buscan un juego tipo arcade, para fans de Super Meat Boy (o similares) o si simplemente te llama la atención su propuesta y estética, No lo dudes, vas a disfrutar de partidas puntuales y amenas para reponer fuerzas y descansar de títulos más densos. Que no os engañe su aspecto, estamos ante todo un desafío de jugabilidad que seguro que te deja con ganas de más.

Splasher ya está disponible en formato digital en la eShop de Nintendo Switch desde el pasado 26 de octubre a un precio de 14,99€ y deberéis tener un espacio libre de 1,4 GB en vuestra consola para poder descargarlo y disfrutar.

8.5

[Análisis] Splasher

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Su original planteamiento además de una estética muy cuidada nos ofrecen una gran juego con tinte arcade, el diseño de los niveles acompaña a la idea general del título y a la ajustada curva de dificultad.
Flojea en:
  • La duración del juego y sus 22 niveles se hacen cortos.
  • ¡queremos más!.