[Impresiones] Ya hemos jugado a Blasphemous II, el juego español del año
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Blasphemous es sin lugar a dudas uno de los mejores juegos que se han producido jamás en España. Con una jugabilidad muy bien hilada, un apartado artístico ejemplar y un sinfín de referencias al folclore patrio, estuvimos meses pegados a la pantalla de nuestra Nintendo Switch gracias a su gran número de expansiones gratuitas. Por ese motivo, nuestra sorpresa fue tamaña al conocer, hace pocos meses, que su esperada secuela se encontraba en desarrollo.
Ahora que sabemos que Blasphemous II se lanzará este verano, el equipo de Team17 y The Game Kitchen nos ha dado la oportunidad de jugar a una primera hora de esta nueva aventura (que se nos ha hecho corta) y de hablar con sus responsables. Por ese motivo, aquí os traemos nuestras primeras impresiones del que consideramos que es uno los juegos más prometedores del año.
El Penitente, ahora más interesante que nunca
Nada más ponernos a los mandos de Blasphemous II nos hemos dado cuenta de una realidad como un templo: estamos ante un juego que expande todas las virtudes del original, creando una obra mucha más ambiciosa en su conjunto. Esto se puede notar en un apartado audiovisual todavía mejor, un diseño de niveles interesante y, ante todo, en un Penitente mucho más versátil de lo que era en la anterior entrega.
Si en el Blasphemous original teníamos una sola arma, aquí empezaremos la aventura con tres opciones distintas a escoger: una maza pesada que permite realizar ataques cargados (aunque algo lentos), una hoja dual para atacar a gran velocidad y una espada más ordinaria, pero capaz de ayudarnos a ejecutar combos atronadores. Después de probar las tres, nos quedaremos con una para el comienzo de la aventura, pero conforme vayamos avanzando podremos recuperar las otras dos, lo cual nos permitirá también obtener la posibilidad de desplazarnos de nuevas formas por el mapa.
Junto a esta diversidad de armas, vienen también nuevas mecánicas y opciones para personalizar cómo disfrutaremos de la aventura. Desde un Retablo para colocar figuras que vayamos adquiriendo (y que cuentan con distintas sinergias muy interesantes) hasta otras habilidades especiales de las que os hablaremos más adelante, el Penitente tendrá muchas más herramientas a su disposición para enfrentarse al nuevo reto que le espera en esta secuela.
Aunque hayamos jugado apenas una hora, pudimos enfrentarnos a un jefe, así como a diversos enemigos del mundo del juego. Si bien no hemos notado demasiada dificultad (algo entendible, al tratarse de la primera zona), sí que hemos observado que el buen uso del mapa y cierta destreza con las plataformas será la clave para no solo avanzar en el juego, sino también para descubrir todos sus secretos (como unos simpáticos querubines escondidos por aquí y por allá en el mapa).
Una carta de amor cultural en toda regla
La primera sensación que nos brindó el Blasphemous original es que fue capaz de entrarnos por los ojos casi al instante. Ese suele ser un factor muy importante a la hora de que un videojuego triunfe en el mercado, y Blasphemous II lo lleva a la décima potencia. Desde cinemáticas animadas muy bien labradas, pasando por un doblaje al castellano impoluto y llegando a una banda sonora de escándalo por parte de Carlos Viola, los valores de producción de esta entrega son mucho más elevados de lo que nos habíamos imaginado en un primer momento.
Tras hablaros de nuestras impresiones sobre la jugabilidad y el apartado audiovisual de Blasphemous II, lo suyo sería que os contásemos también un poco acerca de su historia. No obstante, para evitar cualquier destripe, solo os diremos que en esta entrega podremos disfrutar tanto de personajes de la entrega anterior como de la introducción de otros nuevos que van a dar bastante que hablar. Más allá de la simbología religiosa por la que se conoce al título, esta entrega expande horizontes para brindar referencias a clásicos de la literatura española como La casa de Bernarda Alba a través de personajes que podremos conocer y ver en movimiento como imponentes figuras ante el Penitente.
Desde luego, tras haber jugado tan solo una hora, es difícil poder llegar a alguna conclusión clave acerca de lo que nos depara en Blasphemous II. No obstante, con lo que hemos podido jugar no tenemos miedo de afirmar que estamos ante un título mucho más grande que su predecesor, destinado no solo a convertirse en uno de los mejores juegos españoles del año, si no también a un metroidvania que pasará a la historia por su gran calidad. El equipo de The Game Kitchen ha puesto mucho amor en el proyecto, y esperamos que le sea devuelto una vez el juego sea lanzado. Porque títulos como este hay que apoyarlos, ¡y nosotros ya contamos las horas para volver a los mandos!
Con todo esto dicho, hasta aquí llegan nuestras primeras impresiones del juego. Dentro de poco volveremos con una entrevista con los máximos responsables de esta nueva aventura. Hasta entonces, os recomendamos esperar con ganas la aventura que os aguardará en Blasphemous II en algún momento de este próximo verano. Creednos, merecerá con creces la pena.