[Artículo] Eliza y The Outer Worlds: asexualidad y videojuegos

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[Artículo] Eliza y The Outer Worlds: asexualidad y videojuegos

A grandes rasgos, entendemos la asexualidad como la falta de interés sexual. Pero, como siempre ocurre en el lenguaje, este no es más que un término que sirve para simplificar un aspecto de la vida que realmente es un espectro en el que puede haber múltiples variantes, y no tiene por qué excluir el interés romántico.

Con ello no estoy diciendo que cualquier personaje que no muestre interés sexual sea asexual, porque tenemos muchos juegos en los que la trama está muy alejada de estos temas, pero sí debemos atender a aquellos personajes que manifiesten abiertamente cómo se sienten.

Aclarado esto, hablemos sobre la representación de la asexualidad en los videojuegos.

Eliza y The Outer Worlds

Hace poco me encontré con Eliza casi por casualidad en la eShop de Nintendo Switch y decidí comprar esta novela visual que toca temas tan delicados como la felicidad -algo que ya hiciera The Red Strings Club en su universo cyberpunk al que hay que reconocer su trabajada representación LGTB+-, pero en esta ocasión nos encontramos en una suerte de realidad alternativa donde una inteligencia artificial intenta hacerte de psicóloga. Desde luego esta IA no se controla sola, así que eres una trabajadora dentro de la compañía, y como trabajadora tienes una jefa, Rae, despreciable por su rectitud y perfeccionismo a pesar de sus esfuerzos por caer bien. Entonces, en una de sus conversaciones, me sorprendió hablando sobre su asexualidad.

Por su parte, con The Outer Worlds ya sabía a lo que me enfrentaba antes de hacerme con él, e incluso conocía a parte de sus personajes porque evidentemente un indie no tiene el mismo alcance que un triple A. Entonces, ¿qué sorpresas me podían aguardar en esta aventura espacial que tanto había resonado en esta web especialmente por sus carencias gráficas en Switch con un parche que acechaba para solventarlas? Por suerte, lo mejor del título no está tanto en sus gráficos como en su historia, y en Parvati tenemos una historia excepcional.

Durante mis viajes por la galaxia podía encontrarme con algunos compañeros que engrosarían mis filas si así lo quisiera, y junto a ellos me vendrían de regalo una serie de misiones secundarias que ahondarían en sus personalidades.

Parvati es una ingeniera mecánica que apenas conoce el mundo y que siente gran admiración por la ingeniera y capitana Junlei… quizá algo más que admiración, y quizá quiera conquistarla, y quizá para ello me toquen unas cuantas misiones de recadera para ayudarla en su propósito, y quizá todo esto sea una quest amorosa de lo más convencional; aunque sólo quizá, porque no estamos ante una quest convencional, pero al convertirla en convencional se hace excepcional. El miedo que siente Parvati no es por ser lesbiana, es por su inseguridad de gustarle mucho una persona por la que se siente atraída en muchos aspectos y por no sentirse atraída en otros.

Del mismo modo que un indie no tiene el mismo alcance que un triple A, tampoco tiene el mismo público ni tiene que asumir los mismos riesgos y es por ello que me llama la atención haber encontrado que los personajes de Rae y Parvati estén dibujados de manera tan similar en lo tocante a la asexualidad: no la mencionan como tal pero saben expresarla de manera muy orgánica para que cualquier jugador pueda empatizar, el tema es algo que a ambas inquieta por ese temor a no ser comprendidas, por sus fallidas experiencias previas o por, de algún modo, sentirse fuera de lugar, y sendos títulos además ofrecen opciones de diálogo en las que puedas decir “yo también soy como tú”.

Otros videojuegos

Después de haberme encontrado jugando con dos ejemplos de manera tan seguida en los que existiera este tipo de representación me dieron ganas de seguir explorando qué otras opciones tenía para ofrecernos el medio… ¡Y me he reencontrado con Bob Esponja!, a quien no puedo juzgar ya que no soy fiel seguidora de la serie, pero en la que confío que este aspecto quede reflejado más allá de unas declaraciones de sus creadores para evitar polémica o las publicaciones de Nickelodeon en Twitter coincidiendo con las fechas del orgullo.

¿Y más allá de esto? Existe bastante ambigüedad en algunas de las parejas que acaban formándose al final de Fire Emblem: Three Houses o en Maya de Borderlands 2 que también termina saliendo del armario por boca de sus creadores en vez de por el propio juego. Algunos ejemplos más convincentes podemos verlos en Zoe, una gorgona del simulador de citas Monster Prom o en Lukas de Firem Emblem Echoes: Shadows of Valentia, pero el primero es un añadido sobre el juego base y en el segundo se nos obliga a darle la lectura que buscamos a un diálogo.

Presente y futuro

Pero pocos ejemplos encontramos en otros videojuegos que sean tan claros, tan explícitos y estén tan bien contados como en Eliza y The Outer Worlds. Es posible que estos casos no sean perfectos para todo el mundo porque juegan con mostrarte la asexualidad como un poso en el interior de esos personajes, pero sí abren una veda muy valiosa para seguir visibilizándola y normalizándola, ya que lo que para algunos puede parecer un detalle insignificante dentro de un universo muy grande, para otros que hayan experimentado una experiencia similar es una representación que les permite verse reflejados y aceptados, y eso es lo más bello que puede traerte una quest amorosa de lo más convencional.