Cortísimo metraje: Grandes títulos en Nintendo Switch, ¿las excepciones que crean la norma?
Ahora mismo estáis leyendo el segundo artículo de una idea que se ha bautizado como Cortísimo metraje en la que, en un breve texto, hablaré sobre temas relacionados con Nintendo y el mundo de los videojuegos en general con la intención de abrir un debate sobre ellos.
Nintendo Switch lleva más de dos años y medio en el mercado, y desde su lanzamiento el 3 de marzo de 2017, su catálogo no ha hecho nada más que crecer. Esto es claramente algo positivo, ya que, cuantos más juegos, salgan, más jugadores podrán encontrar alguno que les guste. Pero dejando esto de lado, también hay que tener en cuenta que el incremento de títulos disponibles en la híbrida de Nintendo no es sinónimo de calidad.
El pasado 6 de setiembre salió a la venta NBA 2K20, un muy buen título deportivo que trasladaba el juego de las versiones de las otras plataformas en escala 1:1 excepto por el apartado gráfico, que es donde se tuvieron que hacer concesiones. Pero todo el contenido estaba ahí: modos de juegos, plantillas, equipaciones y las funcionalidades online, entre otras cosas. Otro caso reciente bien diferente fue FIFA 20: Legacy Edition, un videojuego vendido a 49,99€ en la eShop al que se le había recortado contenido en la versión de Nintendo Switch bien sin saber porqué.
Al comparar estos dos ejemplos, me pregunto cuál es la razón por la que NBA 2K20 puede ofrecer un videojuego deportivo a la altura mientras Electronic Arts insiste en intentar vendernos un videojuego que es una falta de respeto al consumidor. En mi opinión, si no estaban dispuestos a invertir el dinero necesario para hacer la versión de Nintendo Switch completa, deberían haber sacado una actualización (gratuita o muy barata) que incluyera las pocas novedades implementadas en la edición de este año en el anterior.
Pero mirando las cosas desde una perspectiva más general, si juegos como el previamente mencionado NBA 2K20 o los ports de Bethesda de DOOM, Wolfenstein II: The New Colossus, Wolfenstein: Youngblood y The Elder Scroll V: Skyrim pueden jugarse correctamente en Nintendo Switch: ¿por qué otros títulos como la saga BioShock no pueden hacer lo mismo? ¿Es por falta de ganas, ambición o simplemente no les parece rentable?
¿Vosotros qué opináis al respecto? ¡Dejadnos vuestras opiniones en los comentarios!
