[Análisis] Trüberbrook

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Trüberbrook

El director de Trüberbrook, Florian Köhne, ya había coqueteado con el stop motion y los dinosaurios en sus años mozos como estudiante, por lo que no es de extrañar que este interés por las miniaturas y los reptiles prehistóricos se plasmara en el videojuego del que os voy a hablar hoy.

Unos fondos para gobernarlos a todos

De lejos, lo que más llama la atención de este título es su apartado artístico y, para poder apreciar la belleza del mismo, ocurriendo como en Unravel Two, es mejor disfrutar de la experiencia en pantalla grande.

Todos los escenarios que vemos en él son maquetas que han sido fabricadas e iluminadas en el mundo real para acabar implementadas en Unity tras un proceso de escaneado y digitalización. Los personajes, por su parte, son modelos 3D que se integran en la atmósfera del juego intentando darle ese empaque de aire stop motion, pero no termina de lograrse por culpa de unas animaciones descaradamente digitales y unos menús e iconos que desentonan con la estética general.

Aquí podéis ver un pequeño making-of del título:

A lo largo del juego pueden encontrarse múltiples bugs que le afectan tanto visual como jugablemente. Que varias de sus animaciones estén incompletas es el menor de sus problemas o tener que aguantar sus tiempos de carga en los cambios de escena, tampoco desespera que el personaje se pierda al salirse de los marcos de la pantalla o que se gire inesperadamente en mitad de una conversación, o que desaparezca. Pero esa falta de raccord en la iluminación chirría, cuando en la calle es de noche y en la posada de día… Sin embargo lo peor son los colisionadores: algunos realmente tediosos, ¡no me hagáis volver a utilizar esas malditas escaleras! Y sí, alguno más me reservo para que lo descubráis vosotros.

Sobria aventura gráfica

Pero por muy atractiva que pueda resultarnos la apariencia visual, también debemos que mirar si hay algo más que nos pueda ofrecer y sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos ante una aventura gráfica.

Como viene siendo habitual en los juegos que nos llegan a Switch, no se aprovechan las características de la consola, empezando por una vibración HD que te provoca infartos más que inmersión y siguiendo con la falta de compatibilidad con los controles táctiles, algo que me sorprende sabiendo que el estudio tiene la intención de portear el título para dispositivos móviles.

Con el stick izquierdo controlamos al personaje y con el derecho el cursor, otro botón nos dará la posibilidad de hacer que se resalten los elementos con los que podemos interactuar haciendo uso de las flechas. El juego se guarda automáticamente sobrescribiéndose sobre un mismo archivo de guardado. No existe opción para ver los diálogos anteriores y si vuelves a analizar un elemento se repetirá el mismo texto que ya hubieras escuchado anteriormente. Por su parte, cuanta con un buen doblaje tanto en alemán como en inglés y con subtítulos en diferentes idiomas incluyendo el español.

En definitiva una aventura gráfica de corte muy clásico, no sólo en los controles, también en su premisa: Un físico foráneo que gana unas vacaciones en un pequeño pueblo ficticio perdido en algún rincón de Alemania, en el que pronto empiezan a ocurrir cosas raras. La trama tiene tintes de esoterismo, pero especialmente se centra en la ciencia ficción y la sugerencia de realidades paralelas.

La mayoría de los puzles -sin que ninguno de ellos llame la atención por su creatividad- se basan en tener todos los objetos necesarios para utilizarlos en determinados puntos. Las claves para sortear todos los obstáculos son: prestar atención a los detalles, usar todas las opciones de la rueda de interacción, hablar con todos los personajes, leerlo todo y tocarlo todo -aunque ya haya sido examinado previamente-. No hay demasiados escenarios, en ocasiones resultan repetitivos y el ritmo se vuelve un poco irregular, pero su escasa duración no nos permite lamentarnos en exceso.

Recomendado para…

…los que busquen una aventura gráfica al uso, de duración moderada y con un apartado artístico innovador.

Otros títulos a los que me remite

  • En la canción “Mi Mi Mi” de Just Dance 2019 –disponible en Switch-, se puede disfrutar del baile de unos de los personajes realizado con la técnica de claymation, una variable del stop motion que emplea la plastilina.
  • No puedo dejar de mencionar a Cuphead –recientemente lanzado en la híbrida de Nintendo-, que también regresa al pasado para confeccionar un videojuego de manera artesanal empleando el dibujo tradicional.

Trüberbrook ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch a un precio de 29,99€ y con un tamaño de descarga de 6.592,40 MB. También es posible adquirir su edición física.

6.0

[Análisis] Trüberbrook

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Los escenarios hechos a mano.
  • Algunos guiños interesantes en la historia.
  • Es corto.
Flojea en:
  • Sus controles que no aprovechan las características de la consola.
  • Incontables bugs.
  • Jugabilidad poco creativa.