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[Análisis] Football Manager 2019 Touch

Todo amante del fútbol ha soñado con convertirse en entrenador del equipo de sus amores, ahora podemos llevarlo a la práctica en Football Manager 2019. Es exigente, difícil, pero recompensa como ninguno el buen hacer de un jugador que se introduce de lleno en el papel de entrenador para conseguir llevar a su equipo a lo más alto. Aquí no importan los gráficos, aquí no importan las físicas del balón, aquí solo importan los números, las sensaciones con tus jugadores y, ante todo, importan las victorias.

Un once titular con pocos cambios

Lo primero que el jugador nota nada más introducirse en el título es que, por desgracia, su interfaz no resulta lo más intuitiva posible. El título peca de ser demasiado continuista en ese sentido y, obviamente, parece muy destinado al ordenador y el ratón. No obstante, la pantalla táctil funciona, en la mayoría de situaciones, bastante bien, por lo que movernos de forma táctil a través de los menús está bien conseguido. El problema llega cuando tenemos que utilizar los mandos, donde se nota la falta de precisión y, en nuestra humilde opinión, se debería de haber trabajado más en este aspecto. Es un fallo, sí, pero cuando llevamos un par de horas con el juego, todo nos resultará más sencillo y dejaremos de ver tanto los errores en el diseño.

Por otra parte, un fallo que he considerado bastante grave es la falta de licencias del título. Estamos ante un juego que, por desgracia, no trae algunas de las ligas más importantes a nivel mundial, como es la LFP, por poner un ejemplo. Contaremos con el Calcio italiano o la Bundesliga, pero se entiende incomprensible que equipos como Real Madrid o FC. Barcelona no estén licenciados. Se producen cosas un tanto raras, por ejemplo, con los nombres, cambiándose algunos para no incurrir en problemas legales, tal es el caso del Real Betis Balompié, denominado, Real Hispalis. Es una pena, algo que podría mejorarse para las siguientes entregas o, incluso, para las siguientes actualizaciones, pero, a pesar de todo, no incurre en la jugabilidad y en la profundidad del juego. Eso sí, no debéis preocuparos por los nombres de los jugadores, todos ellos cuentan con sus nombres reales y, además, sus características se asemejan de forma muy precisa a la realidad.

¿Una formación ganadora?

La base jugable del título es, en esencia, la misma de pasadas campañas. Podemos crear o escoger nuestro equipo y ponernos a manejar todo un club. Lo que en FIFA podría resultar sencillo en su modo Manager, aquí lo llevamos al extremo y no es, para nada, fácil. Deberemos de estar pendientes de los entrenamientos, de la directiva y de su visión de nosotros (habrá más de uno que no se coma los polvorones porque le echen ante la mala dinámica de resultados), la estrategia de juego e, incluso, del desarrollo de nuestro filial. Durante los encuentros, nosotros solo seremos capaces de observar jugadas aisladas, bien porque acaben en gol o en ocasión clara. Este hecho podría resultar frustrante para aquél que no conoce la saga, pero enamora a aquellos que llevan un par de títulos a sus espaldas. En el transcurso del partido, deberemos tomar decisiones en función del ir y venir del mismo. Si jugamos a la contra y nos hacen un gol, mejor será cambiar de dinámica y, en el caso extremo, de formación y jugadores. Es una maravilla ver cómo un jugador enrachado es capaz de marcar goles con bastante potra, pero uno que no tenga buen ritmo competitivo fallará aunque sus compañeros sean los mejores.

Habrá muchos jugadores que tilden al juego de lento o parsimonioso, pero estamos hablando más de un juego de estrategia y gestión que de fútbol. El buen entrenador es aquél que sabe cómo manejar un vestuario, tanto los egos que puedan surgir, como los contratiempos, tales como lesiones, y se adecua a sus jugadores por encima de un estilo de futbol. Ese mantra deberéis de tenerlo en cuenta, porque, por mucho que os guste un estilo o formación, deberéis adaptaros a cada partido. No, aquí no vale poner un 4-4-2 y tirar para adelante, en absoluto. Nuestros ojeadores nos pasarán un informe detallado del equipo al que nos enfrentemos, sus ventajas y sus desventajas, y más nos vale hacer caso a lo que dicen, porque los “alcorconazos” son más habituales de lo que podríamos llegar a pensar. Como es obvio entender, vuestros jugadores se lesionarán, pero la frecuencia con la que lo han hecho durante las partidas ha sido muy alta. Se lesionan mucho y, además, de gravedad, llegando a encontrarme que tengo a casi medio equipo del filial en mi 11 titular por problemas del guión. Controlar la moral de los jugadores y su energía disponible es prioritario, incluyendo los informes de los entrenadores adjuntos, los cuales nos mencionarán qué jugadores poseen más riesgo de lesión que otros.

Un fuera de juego visual…

Si en lo jugable el título se muestra divertido y duradero, lo visual y lo sonoro son la otra cara de la moneda. Estamos ante un juego desfasado a nivel artístico, gráficamente mediocre y con algunas animaciones muy ortopédicas. Obviamente, no podemos pedir un nivel gráfico como FIFA, pero, por favor, crear a nuestro entrenador resulta de lo más demencial, más parecido a un generador de deformidades que de un humano. Por otro lado, los jugadores no se quedan atrás y cualquier parecido con la realidad será mera coincidencia. He encontrado a varios jugadores, importantes, que, según Football Manager, han cambiado de color de piel, por poneros un ejemplo.

En lo sonoro me he llevado una desilusión de lo más grave. Estamos ante un título donde nos tiraremos el 80% del tiempo enfrente de la interfaz del menú, por lo que una buena banda sonora habría sido de agradecer, pero, por desgracia, sus desarrolladores han pensado que el silencio total y absoluto es mejor opción. En el único momento que nos dispondremos a escuchar algo es en los partidos, con el sonido del público del estadio, pero no, no nos encontraremos con los cánticos de nuestro equipo ni nada por el estilo, todos los partidos tienen el mismo sonido, lo que cansa y molesta a partes iguales.

Conclusiones

Los fans de la estrategia deportiva tienen aquí su nuevo héroe. Un juego profundo, complejo y desafiante que nos pondrá de los nervios ante las derrotas y, por otro lado, nos hará disfrutar con cada victoria. Estamos ante un juego donde cada temporada nos depara algo diferente, un nuevo reto, una nueva hoja de ruta para nuestro equipo y mil decisiones para conseguir nuestros objetivos. Un título infinito en cuanto a su duración, pero con unos gráficos y un apartado sonoro paupérrimos y mediocres que empañan un juego notable.

Football Manager 2019 podemos encontrarlo en la eShop a un precio de 34,99 euros y tiene un peso de 2,8 GB.

7.0

[Análisis] Football Manager 2019 Touch

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Desafiante, pero muy gratificante en lo jugable.
  • La cantidad de opciones que ofrece.
  • Interfaz más intuitiva, aunque tiene mucho margen de mejora.
  • Realismo en cuanto a toma de decisiones y sistema de juego.
Flojea en:
  • Apartado gráfico horrible con animaciones ortopédicas.
  • La banda sonora brilla por su ausencia.
  • La frecuencia de las lesiones es demasiado elevada.
  • Aún faltan las licencias de grandes ligas como la española.


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