[Análisis] Everspace: Stellar Edition
Los comienzos
Rockfish Games son los responsables de este título, un pequeño grupo independiente especializados en la creación de juegos 3D de gran calidad usando Unreal Engine 4. Fue fundado por veteranos de en el mundo de los juegos para móviles que tras años de trabajo, decidieron dar el salto de plataforma. Con ese curriculum entre las manos, llevaron a PC Everspace, un roguelike espacial y que tras casi un año de trabajo, por fin llega la versión para Nintendo Switch. Motores iónicos en marcha.
La motivación
La de nuestro personaje, es parcialmente secundaria. Hay que reconocer el esfuerzo que pusieron los desarrolladores por querer dar un empaque más completo al título; razón por la que pusieron una historia que descubrir. La premisa es clásica, el protagonista sufre amnesia y quiere saber su pasado. E iremos recuperando fragmentos de su memoria con cada sector que superemos. Una justificación más que suficiente para un roguelike, porque no olvidemos, que aquí lo importante es sobrevivir mientras hacerse cada vez más fuerte para así poder llegar al final. Nada realmente nuevo, pero siempre adictivo y más aún en este juego donde la temática no antes explotada de esta manera en este género hace que queramos jugar una y otra vez para seguir avanzando por los sistemas planetarios. Eso sí, siempre acompañados de un ligero hilo musical que nos hará recordar lo pequeños que somos.
Pilotaje
Siendo sinceros, al principio se puede hacer algo extraño. El control arcade choca con las expectativas de un género como es el espacial. Sin embargo, tras escasos minutos empezamos a sentirnos realmente cómodos con el control de la nave. Tras unas pocas partidas, empezamos a maravillarnos de nosotros mismos por esquivar disparos volando entre asteroides o cuando extraemos materiales del interior de un carguero destruido. Respecto al manejo en combate, ahí es otro cantar. No porque sea distinto, sino porque la IA es un desafío tanto al comienzo, como a media experiencia del juego. La idea del héroe que puede con todo se desvanece de nuestra mente en cuanto caemos en el primer mapa. Los variados cazas, buques y torretas enemigas son enemigos a tener en cuenta antes de enfrascarse en un mata mata, haciendo que a veces tengas que considerar pasar desapercibido de sus radares. Una complejidad que casa a la perfección con el vasto e implacable cosmos.
¿Qué hacer en una partida?
Nada más empezar, aparte de evaluar lo que te rodea, deberás buscar el claramente visible “salto”, uno que tras mirarle unos segundos, nos llevará al siguiente mapa. Si todo fuese eso, ¿dónde estaría la gracia? Por ello, cada salto que se da, gasta combustible de la nave. Por ello, es bueno explorar cada zona en busca de un poco más de “gasolina espacial” para poder avanzar. Y ya, si te preocupa eso de morir, lo mejor sería que rebuscases minerales, gases, plasma y demás materiales con los cuales poder reparar tu nave (y partes esenciales de la misma), mejorar tus armas o craftear municiones y dispositivos con los cuales llegar mejor al enfrentamiento final. Como era de esperar, no se va a llegar a la primera y explotaremos varias veces. Por suerte, los créditos que hayamos ganado durante la partida, los podremos usar para mejorar nuestras skills del piloto para la próxima run (mayor porcentaje de daño con críticos, encontrarnos más dinero, mejores tratos comerciales con los npc…), comprar una nave nueva o mejorar las que ya tengamos (mayor resistencia, mejor regeneración de energía, más capacidad de munición…).
Mis conclusiones
Lo feo: A pesar del salto de calidad que ha sufrido la versión de Switch, algunos efectos se ven especialmente regular. En especial, nuestra propia explosión cuando morimos, una que parece recordar a la época de los 16 bits. No dudo que el equipo haya hecho lo mejor que ha podido, pero es cierto que a veces se ve un poco justo a nivel gráfico. La distancia de campo, la carga de texturas… Sin embargo, si eres de los que ere capaz de entender la situación y ver más allá de los muchoflops, el 4k y bla bla bla, estarás ante un impresionante y hermosísimo cosmos.
Lo raro: Tanto en el modo portátil como en el modo televisor, la vista de cabina sufre unos textos no definidos que dificultan la inmersión y que para algunos, es mejor evitar, “obligándoles” a jugar con la cámara en tercera persona. Quizá los usuarios de Switch esperarían un boost en las texturas al menos a la hora de usar el dock, pero desgraciadamente no es así. Es extraña la justa optimización del juego.
Lo bueno: Los desafíos que ponen en las run para que puedas arañar unos créditos extra y así poder avanzar más rápido en tu progresión. La cantidad ingente de sitios que explorar y lo divertido a la par que desafiante de tus decisiones de combate. El sistema cuenta con una estabilización automática sutil que ayudará a que sea más fácil es saber dónde estamos. Al comenzar una partida nos permite elegir una dificultad que se adapte a nosotros. Los ingeniosos comentarios del ordenador de abordo.
Lo horrible: A falta de saber quién es el responsable de lo siguiente que voy a decir, no me queda más remedio que apelar (casi) injustamente a Nintendo pues finalmente son ellos los que han colgado las imágenes para vender el producto. Seré conciso: no uséis en la web, en la eShop, en tráilers, ni en ningún lado imágenes de un juego pero en otra plataforma para vender tus juegos. Porque eso, obviando el lado “honesto”, roza el fraude. En el análisis he puesto mis capturas de pantalla, pero si os queréis ahorrar un paseo y tenéis curiosidad, os dejo a continuación una “comparativa” con las que usa Nintendo:
Tenéis disponible el juego en la eShop de Nintendo Switch por 39,99€. El tamaño de su descarga es de unos 3767 MB.