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[Análisis] NBA 2K19

NBA 2K19 llega para convertirse en el título de baloncesto predilecto para los poseedores de Nintendo Switch. Todo fan del basket que se precie verá en este título un aprecio por el detalle bárbaro, pero que, por el propio ser de Nintendo Switch, sigue muy capado en lo que respecta a las otras versiones para el resto de plataformas. ¿Estamos ante un título imponente en lo gráfico? Tenemos luces y sombras en ello. ¿Disponemos de una jugabilidad bien trasladada a los mandos que refleje la NBA en su máximo esplendor? Totalmente. ¿La nueva historia es satisfactoria y nos atrapa? Ni por asomo.

Juguemos a baloncesto

La primera vez que nos ponemos a los mandos de este título, nos encontraremos con un realismo máximo. Es cierto que, a dificultades muy bajas, algo que no recomendamos, podemos meter 60 puntos con un jugador que no tenga muy buen tiro, pero eso será muy complicado si escogemos un nivel de dificultad desafiante y complejo. Deberemos de controlar el pase, los bloqueos, todas y cada una de las jugadas (no sólo el pick n roll clásico) y, sobre todo, saber escoger qué jugador debe lanzar. Por otra parte, la parcela defensiva sigue mostrando claros oscuros, si bien el proceso de robo ha mejorado y es más realista, a veces cometeremos faltas sin motivos aparentes. No obstante, diseñar una buena estrategia defensiva es clave para ganar un encuentro, de nosotros dependerá si nos centramos en flotar o presionar más o menos a un jugador o efectuar una defensa en zona para evitar el juego interior.

Cada jugador tiene su peso, sus movimientos, es algo que se ve a simple vista en el primer minuto de juego. Si en nuestro equipo tenemos a Curry, lo mejor será que juguemos con él y tiremos desde lejos en la primera ocasión que tengamos un tiro abierto. Por otra parte, si nuestro equipo juega más en el interior y nuestros lanzadores exteriores no son nada del otro mundo, fallaremos demasiado tirando desde la línea de 3 puntos, por lo que lo mejor es mover la bola para que llegue lo más rápido posible a nuestro pivot o nuestro ala. Seguro que muchos de vosotros estaréis pensando “pues nada nuevo con respecto a otras entregas” y debemos ser sinceros, estáis en lo cierto. La desarrolladora sabe dónde no se falla y sólo perfecciona pequeños defectos, lo que otorga más realismo al juego.

No obstante, sí debo de admitir que el “tempo” del partido me ha parecido demasiado lento. Aquellos acostumbrados a ver partidos de baloncesto, NBA o ACB, por poner ejemplos, sabemos que las contras son vitales, que los robos o los alley oop son movimientos explosivos y rápidos que deben de efectuarse con la mayor brevedad posible para que luzcan. Si bien puede modificarse con los sliders pertinentes, es verdad que la configuración que viene predefinida no es la mejor. Además, hay situaciones que sacan un poco del partido, como robos de balón que, incomprensiblemente, acaban en falta o movimientos de la IA que no tienen sentido, dejándonos desmarcados en ciertas ocasiones hasta en la dificultad más alta. Nuestros compañeros no están exentos de fallos, más de uno no hará un alley oop porque no le apetece saltar y los bugs son bastante frecuentes jugando offline, algo que, entendemos, mejorará en las posteriores actualizaciones, pero que, sin dudas, dañan el producto final.

¡Domina la cancha!

En anteriores entregas, aquellos jugadores en racha mejoraban sus estadísticas de forma considerable. En este nuevo título, se ha implementado el sistema “Dominio” que, aunque funciona de forma similar, cambia algunas cosas. Las acciones que llevemos a cabo en la pista, tales como dar asistencias, encestar, incluso, llevar a cabo bloqueos que acaben en canasta, irán aumentando la barra de dominio. Una vez llena, presionando el botón, el jugador dispondrá de una mejora de sus atributos principales, es decir, aquello que le hace único en su juego. Por ejemplo, si el jugador es un buen asistente, activado el dominio, prácticamente no fallará ningún pase e, inclusive, sus compañeros anotarán con más facilidad; por otro lado, si el jugador con el dominio activo es defensor, podrá robar balones con más facilidad, efectuar tapones o estorbar en la defensa de forma más eficiente. Cuidado, el dominio no hará que un pivot, sin tiro exterior, comience a repartir triples o asistencias a diestro y siniestro. Deberemos conocer a nuestros jugadores y el sistema de insignias, puesto que ellas marcarán cómo juega un determinado jugador.

No obstante, como ya sucedía en otras entregas, si un jugador está “fallón”, una marca nos indicará que deberíamos de no jugar mucho con él, porque fallará más que una escopeta de feria. ¿Cuál es la mejor opción? Pues, como norma, sentarlo en el banquillo un rato hará que se calme y su muñeca esté lista para encestar de nuevo. Creemos que se podría haber implementado un sistema de “moral” más eficiente, pero parece que han querido ser más conservadores en este apartado. No es un punto negativo, ni mucho menos, pero creemos que se podría haber evolucionado, tal y como se ha llevado a cabo en el sistema de dominio.

Modos de juego para aburrir

Si algo no va a conseguir este título es que tengas apatía por él. Cada partido es único y supone un reto administrar la estrategia para salir victorioso de, casi, cualquier enfrentamiento. Sin embargo, el título, además, cuenta con bastantes modos de juego, tanto en su vertiente online como offline.

En la parcela online, tendremos el modo Mi Equipo el cual se asemeja a Ultimate Team de FIFA. Tendremos que adquirir sobres que incluyen nuevos jugadores de baloncesto, equipaciones y pabellones para nuestro equipo. Este modo tiene una parcela para un solo jugador, por si queremos jugar en solitario, lo que es de agradecer. Por otro lado, el modo online aún tiene algunas carencias, debido a que encontrar partida se hace largo y tedioso, he estado más de 25 minutos esperando para encontrar a otro jugador disponible y, en mis más de 20 partidos, he podido encontrar un lag demasiado acentuado. La conexión utilizada para analizar este juego es muy buena y no da problema en otros títulos online, ni de lag ni de desconexión, no obstante, en este título nos ha ocurrido demasiado de las dos cosas. Es comprensible que se mejore, a medida que pase el tiempo, la estabilidad de los servidores, pero es una faena que esté así recién salido el juego.

A parte de los modos de juego convencionales, uno de los que más me ha atraído ha sido el de Mi GM, donde deberemos de ponernos en la piel de un Manager General donde podremos elegir un modo tradicional o un modo “campaña”. En el primero de todos seleccionamos un equipo y lo llevamos hasta la cima cumpliendo una serie de objetivos, por otro lado, el denominado como “la saga continúa” dispone de momentos muy interesantes donde tendremos que tomar decisiones más que cuestionables y que repercutirán directamente en el equipo que tendremos que formar. Tener cuidado con el tope salarial, qué jugadores están y cuales no están contentos para que todo vaya como la seda y nos podamos convertir en campeones de la liga. Deberemos de lidiar con mucha gente, patrocinadores y demás, y tomar decisiones que sí tienen relevancia en la historia.

Un modo carrera poco creíble

Durante estos últimos años hemos visto que a NBA 2K le han salido algunos competidores en cuanto a modos carrera inclusivos que atraigan al jugador y que le hagan sentir lo que sentiría un deportista profesional. Tal es el caso, por ejemplo, de Alex Hunter en la saga FIFA, pero NBA 2K siempre ha ido un paso más allá. Si en anteriores entregas se nos exponía cómo un jugador universitario llegaría a la NBA y se haría un hueco en el quinteto titular, aunque supusiera no jugar prácticamente un año entero, siempre notábamos, salvo ciertas excepciones, que controlábamos las acciones del jugador, hasta cierto punto. Pero esta sensación sólo la sentimos al final de la historia del modo carrera.

Para empezar, debemos crear a nuestro personaje a través de un editor que, en nuestra humilde opinión, ha sido un notorio paso atrás en lo que respecta a otras entregas de la saga. Tendremos que escoger posición, altura, peso y nuestro estilo de juego, para que podamos ir notando que, si elegimos un triplista, no seremos muy buenos en el poste bajo, lo que sí ofrece realismo. No obstante, a medida que vamos jugando y la historia se va fraguando nos preguntaremos, “¿yo soy ese?” Las acciones predefinidas, el comportamiento del jugador, hasta el nombre (AI) que nuestro protagonista lleva a cabo durante la aventura no son “normales” ni las que, tal vez, llevaría a cabo un jugador normal. Entendemos que es por motivos del guión, pero hay disonancias ludo-narrativas impresionantes, tales como hacer un partido de 10 con casi 40 puntos y 15 asistencias en los primeros compases y que nuestro compañero nos diga que “podemos mejorar”, no tiene sentido.

La historia está contada a través del buenrollismo extremo, hasta el final donde se pega un giro impresionantemente rocambolesco. No vamos a entrar en spoilers, pero la llegada de nuestro personaje a la NBA es de todo, menos creíble y, prácticamente, todo lo que pasa anteriormente, parece olvidarse en tan sólo un partido. Al principio de la aventura seremos contratados por un equipo chino, en Shangai, pero nuestro personaje quiere más, él quiere la NBA y sólo en esta parte de la aventura que se efectúa en China vemos a un protagonista taciturno y dolorido por no haber sido escogido en el draft y que quiere sobresalir para largarse de ese equipo y de esa ciudad. Por cosas del destino, nos moverán de un equipo a otro hasta llegar a la League G norteamericana, donde no pude tomarme enserio nada de lo que se me contaba.

Si bien lo que se nos cuenta no está demasiado bien llevado, la sensación en los partidos es otro cantar. Dispondremos de objetivos que, al cumplirlos, nos darán beneficios en forma de monedas VC que deberemos canjear para aumentar el nivel del personaje. Y aquí viene el siguiente, y más lamentable, problema. Estos VC podrán ser comprados en la eShop a precios exacerbados, yo no lo hice, pero elevar el nivel de nuestro jugador sólo con lo que nos dan en los partidos se nos volverá una odisea. Las microtransacciones siguen siendo un problema en la franquicia que, según dijeron, iban a cambiar, pero, en vez de eso, han ido a peor. Una vez finalicemos la historia y escojamos un equipo de la NBA, la cosa cambia por completo, pudiendo controlar redes sociales, pedir un traspaso y entrar en el modo El Barrio. Es en esta faceta, al final de toda la hsitoria, cuando nos sintamos un verdadero jugador de baloncesto. Actualmente, el modo El Barrio está aún muy desértico y, como ya citamos, el modo online tiene problemas de lag y estabilidad muy importantes.

Gráficos muy capados y sonido soberbio

Debemos de indicar que, si bien el título luce muy bien en cuanto a caras y animaciones, salvo alguna excepción, el título tiene cosillas que, pensamos, podrían haber sido perfeccionadas. Las camisetas y los pantalones son estáticos, no tienen movimiento alguno, lo que comprendemos que se ha eliminado por problemas de software o hardware de Nintendo Switch, puesto que el resto de versiones sí disponen de dichos movimientos. Además, el sudor a veces resulta un poco “artificial” y hay bugs en las animaciones más frecuentes de lo que nos hubiera gustado. Las cinemáticas del modo campaña tienen bajones de fps más que significativos tanto en modo portátil como en TV, lo que no entendemos debido a lo pobre de los escenarios que se nos muestran en algunas de dichas cinemáticas.  Los tirones también se dan durante los partidos, pero en menor medida y son, prácticamente, imperceptibles.

Sin embargo, la banda sonora es, simplemente, sublime. Contaremos con un sinfín de canciones que le sientan muy bien al título y que hará que el paso por los menús sea más llevadero. Las voces de doblaje no están mal, pero suenan demasiado forzadas y no hace que empaticemos con los personajes. Algo que sí me ha encantado es que tengamos comentaristas en chino durante nuestro periplo por la liga China, y los dobladores americanos siguen estando a un nivel más que espectacular. Contamos con comentaristas españoles y, pese a que ha habido mejoría, siguen quedándose muy atrás en lo que respecta a sus homólogos estadounidenses.

Conclusiones

NBA 2K19 es un juego muy bueno, pero no perfecto. Si bien hará las delicias de los fans, comete errores en lo técnico, con bajones de fps muy notables en ciertas situaciones y bugs demasiado frecuentes, que empañan un resultado que podría haber sido mejor. El modo carrera ha empeorado en su guion y apenas hay sensación de empatía hacia la historia que se nos narra, al ser demasiado forzada y ridícula. Su modo online tiene aún carencias y deberían de subsanar problemas con los servidores para que sea más fácil y rápido encontrar partida y poder jugar sin ningún problema. La amplia variedad de modos de juego hará que no nos aburramos en absoluto y que soltar las manos de la consola sea, prácticamente, un imposible. Si algo hace muy bien este juego, es transmitir la pasión del basket más puro, ofrecer al jugador sentirse parte del partido gracias a una jugabilidad que se va mejorando año tras año, aunque aún habría que pulir un poco su parcela defensiva.

NBA 2K19 está disponible para descargar en la eShop de Nintendo Switch y en formato físico a un precio de 69,99 €. La descarga tiene un peso de 34 GB.

7.0

[Análisis] NBA 2K19

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • El modo GM es muy divertido e inmersivo.
  • Las animaciones están perfectamente recreadas.
  • La sensación de baloncesto es única, ningún juego lo describiría mejor.
  • Los temas escogidos para la banda sonora son magníficos.
Flojea en:
  • El sistema de microtransacciones es abusivo.
  • Hay fallos en la IA bastante graves y bugs muy frecuentes.
  • Graves bajones de fps tanto en cinemáticas como en los partidos.
  • El modo carrera dispone de un guión triste, aburrido y poco carismático.
  • Se tiene que mejorar la estabilidad en los partidos online.


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