[Opinión] NX: In Nintendo we trust

La espera está llegando a su fin, dentro de poco sabremos qué se esconde detrás de NX, qué es realmente y qué podremos hacer con ella. Cada día aparecen nuevos rumores y nuevas declaraciones de compañías que, aunque no pueden decir nada en concreto, se aventuran a apostar por un gran futuro, pero, ¿podemos confiar en que Nintendo vaya a triunfar con NX? En este artículo revisamos todas las consolas de sobremesa de la marca a través del tiempo y de cómo esa evolución conciben un aval sólido para lo que está por venir.

La NES: La consola de 8 bits fue la primera que realmente entró en los hogares. Con ella vivimos el comienzo de grandes franquicias: Super Mario Bros, The Legend of Zelda, Metroid…  En breve tendrá su homenaje más que merecido con su versión reducida.  Todo empezó aquí.

La Super Nintendo:  Para esta generación, se apostó por una mayor potencia frente a sus competidores. La creación de nuevas IPs, la continuidad de las que ya había y los juegos exclusivos hicieron el resto.  El cerebro de la bestia gozó de gran popularidad y triunfó como la espuma.

Nintendo 64: Llegó en uno de los momentos críticos de la industria, los polígonos iban ganando terreno a los sprites y los juegos cada vez eran más complejos.  Precursora del joystick analógico, la competencia no tardó mucho en sacar productos similares y copiar la idea.  Aquí pudimos ver juegos atemporales que siempre quedarán para la historia, Super Mario 64 y The Legend of Zelda: Ocarina of Time son el máximo exponente de lo que está máquina pudo alcanzar.

GameCube:  Fue la primera consola que no obtuvo su auténtico reconocimiento. La competencia había aumentado y ofrecía otras experiencias en sus productos además de juego (reproducción de audio y DVD), mientras que Nintendo, fiel a su estilo, quiso poner en plantel algo exclusivamente para jugar. Esto en plena muerte del VHS fue un lastre demasiado pesado. El fabricante aprendió la lección.

Wii: Cuando sus rivales ya están metidos de lleno en el mercado, viene la Wii y se queda con todo.  Era la consola con menor potencia, pero la más innovadora y barata.  Su mando, su manera de jugar, y  la atracción de un nuevo público fueron los motivos de su gran éxito.  La competencia intentó sacar productos para competir que nunca llegaron a la altura porque no supieron comprender su significado. Nintendo lo había vuelto a hacer, resurgió como un ave fenix y había recordado a todo el mundo que lo importante era que fuese divertido.

Wii U:  La actual sobremesa ha sido una gran incomprendida.  Tal vez por su nombre y por no saber transmitirle al público lo que era y podía ofrecer.  Ha sobrevivido gracias a las grandes franquicias de Nintendo. Su idea era (y sigue) siendo genial, quien realmente la prueba se da cuenta del partido que se le puede sacar y de que ese mando en forma de tablet es una de las mayores ideas que existen. Wii U es algo que nadie puede ofrecer en este polarizado mercado y todos deben saberlo.

La historia ha demostrado que Nintendo hace las cosas bien, que la novedad es su gran aliado, su público es su devoción y la diversión su estandarte.  Hay que comprender que su silencio es su mejor arma frente a sus rivales y que su trabajo siempre ha estado a la altura. Es por todo esto que: In Nintendo we trust.