Re:Yooka-laylee y bloodstained (Critica)
Yo creo que todo esto viene en gran medida por la tontería que hay ahora en el mundo de los videojuegos en el que si una nueva IP o entrega no tiene 300 millones de presupuesto detrás no es digno. Y hay ciertos géneros que se amoldan más a esa premisa que otros. En la época de PSX y N64 había miles de empresas que trabajaban para las consolas en títulos muy buenos pero de nivel medio. Ahora o te comes el “retroindie” de turno o la superproducción que toque. Mismamente de la generación pasada recuerdo juegos como Alpha Protocol, Zack and Wiki -con lo bien que vendió no entiendo como no hay una segunda entrega-, Overlord… que no pretendían marcar un nuevo techo gráfico, ni obligarse a ser un sandbox. Pero leñe, eran divertidos a rabiar.
También es cierto que parece que como los proyectos que salen de kickstarter no pasan de lanzamientos digitales y a precio “reducido”, no se les dan tanta caña por optar por los diseños y estilos que han elegido tanto Playtonic como Igarashi y compañía. Si esos juegos los hubieran sacado en sus respectivas compañías, estoy seguro de que les hubieran dado hasta en el cielo de la boca. Lleva muchos años con nosotros una corriente de tachar de mierda a cualquier cosa por menos de nada y hundir juegos y consolas antes de su salida. Si esos usuarios usarán esa ira para echar por tierra cosas como el online de pago y demás tretas de las compañías en vez de rajar de empresas porque una textura está mal colocada o baja un frame en una explosión; nos iría mucho mejor.
En definitiva, la culpa la tenemos nosotros. Así lo creo. Cuando aparece un juego como los dos nuevos Rayman, todo el mundo los pone en un altar, que “que valientes”, “mira que diseño”; para acto seguido decir “voy a esperar a que baje de precio que ese dinero lo vale más otro juego”. Al menos tenemos kickstarter y las plataformas digitales para que gente con ganas de hacerse un hueco en el mundillo cuelgue sus modestos proyectos. Gracias al panorama indie podemos volver a jugar aventuras gráficas, beat’em up -se estaba preparando una nueva entrega de Street Gangs-, o rpgs occidentales a lo Baldur’s Gate.