Re:Nuestras anécdotas

Anónimo
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Inactivo

Bueno esta es una anecdota de pequeño:

Cuando era pequeño, hablo de unos 7 u 8 años. Me pasaba el día en el bar jugando a los dardos, mis padres iban a tomar un vermut y yo me ponía a la diana, ibamos a cenar y cuando acababa estaba enganchado en la diana. Llegue a pasar tanto tiempo que perfeccioné la técnica muchísimo, y aun hoy en día me quedan ápices de ello, pero sin embargo ya no soy tan bueno como lo era antes, por falta de practica. Llegue a ser tan bueno, que el dueño del bar pensó seriamente el hacer un equipo infantil, y conseguí mis dardos personalizados que aun hoy en día conservo. Aunque no se donde, pero si los encuentro, ya los enseñaré son largos y muy ligeros, y tienen una peculiaridad que me hizo desarrollar un tic con los dardos, se desenroscaba la parte de arriba y ahora cuando cojo un dardo aprieto esa parte xD

Bueno, un día estaba jugando yo solo a los dardos, intentando batir mi propio record en el 701 cuando una chica de unos 20 años que jugaba en ligas de dardos, me retó, creyendo que iba a ser pan comido, a una partida de dardos. ¿El juego? Uno de los más dificiles, para alguien que no juego a los dardos tan a menudo como los que sí: Cricket.

Para el que no este relacionado con los dardos el Cricket consiste en acertar tres veces en el número predeterminado, existen muchas modalidades de Cricket, las cuales hay modalidades que te dejan elegir los números para mayor dificultad. Pero sin embargo, nosotros jugamos al normal. Para cerrar el Cricket tienes que cerrar los números (Acertar tres veces o meter un doble y un sencillo o incluso un triple) 19, 17, 16, 15, 18, 20 y la diana, o bull.

Bien, pues empezamos y faltó poco tiempo para que me pusiera por delante de ella ante las burlas de todos sus amigos. Sin embargo, poco a poco me fue cogiendo terreno por mi inexperiencia. (Era la primera vez que jugaba al Cricket y no sabía que la diana tambien había que cerrarla, era así de tonto)

Me quedé a un sencillo de diana de la victoria ya que había cerrado todas pero me faltaba meterle puntos.

Es una anecdota de mi vida bastante graciosa, por la situación de pequeñajo de 8 años contra una de las ligas aficionadas, y da una lección bastante simple, nunca subestimes a nadie, nunca sabes el talento que puede tener una persona.