Re:Debate sobre la política errática con Wii U
Voy a contestarte con un copy/paste adaptado de un artículo de opinión que justamente acabo de escribir en otra página.
Lo que han hecho es una política de reacción a un hecho concreto como las bajas ventas. Aprovechan el tirón en ventas que provoca las navidades para masificar su presencia en los hogares, ya que es la temporada justa donde los padres compran juguetes a los niños, y Wii U se postulará como el mejor «juguete» para ellos e incluso para la familia entera. Un «juguete» que permite que todos los integrantes de la familia puedan disfrutar pasando horas de diversión realizando una actividad conjunta.
Luego de que se haya aumentado la base de consolas en existencia dentro de los hogares de la gente, suponen que tendrán más apoyo y comenzarán a lanzar sus títulos punteros para vender mayor cantidad de software y atraer al videojugador más adulto y tradicional, que consume estos productos independientemente de la fecha del año.
Es un enfoque doble en la identidad de la consola, que mutará de ser algo para niños o jugadores casuales en la época festiva, a ser algo más serio y fuerte durante la primer temporada del año próximo.
Evidentemente, Nintendo se ha dado cuenta de que no puede confiar más en las third parties, y este es el único modo que tiene de levantar del piso a su propia consola, para tratar de convertirla en un producto que comience a ser rentable.
Acudir a los consumidores de Wii para que compren Wii U evidencia algo más: una maniobra de escape. Han querido salir de ese dogma en su imagen que fue provocado por la Wii y que condenó a Nintendo a ser vista como algo para niños al ser comparado con productos de la competencia, y han promocionado (y mal) a la Wii U como algo sofisticado y mucho más adulto. La campaña de marketing fue horrenda y no supo comunicar con eficiencia el producto, y ahora se encuentran con una consola que carece de identidad, que no está enfocada a uno ni a otro grupo de jugadores, y tampoco al grupo de geeks que compran productos tecnológicos por la novedad y el multimedia, puesto que la consola solo sirve para jugar y poco más.
Han fallado estrepitosamente en generar un cambio de imagen empresarial, y ahora acuden al mismo tipo de cliente casual, infantil, y/o familiar para que, como dije anteriormente, les aumente la base de consolas vendidas, para luego intentar volver a generar un llamado de atención a los videojugadores más clásicos y probar nuevamente a generar un cambio de imagen pero de forma gradual y con una consola ya puesta en el mercado.
Dudo bastante del éxito de la operación en lo que respecta a ese cambio de imagen social o empresarial, aunque estoy seguro de que lograrán el aumento en ventas que están esperando.
De todas formas, este es un trabajo a largo plazo, y una lección que debe ser aprendida por otras empresas y especialmente por la propia Nintendo, que ahora lucha por salir del vórtice comercial generado por ellos mismos en su generación anterior.