Es un éxito para Nintendo porque su número de descargas totales demuestra que la queremos en nuestros móviles.
Es un fracaso para la industria del videojuego porque demuestra que, aunque todos echamos pestes en cuanto a la publicidad y los micropagos de casi todos los títulos, a la hora de la verdad nos rajamos cuando toca pagar 10 míseros euros para comprar un juego completo.