Respuesta a: ¿Vuestra historia con Nintendo?
Contar mi historia con Nintendo es contar mi historia. Mi pasión por descubrir y vivir aventuras nació de Pokémon Oro y mi Game Boy Advance, los primeros que tuve en propiedad (ya había jugado años antes a la GB y a Pokémon Rojo). A partir de ahí, Zelda y Mario saciaron mi sed de aventuras cuando echaba una partida. Qué decir de mi Blastoise en Rojo Fuego, mi primer Pokémon al 100 y que nunca hubiera tenido sin mi amada GBA.
Con el tiempo llegó la GameCube a mi casa, consola que disfruté bastante para lo incomprendida que fue. Sin embargo, la verdadera revolución vino de la mano de DS y Wii. Ahí me enamoré de verdad de Nintendo y, con los años, empecé a valorar la inventiva de la compañía.
En una industria donde se arriesga más bien poco, Nintendo rompió las normas para traernos pantallas táctiles y un mando con el que empuñar la Espada Maestra. Si cuento las horas que he estado jugando a ambas consolas, es posible que al terminar ya hayan sacado la 3DWiiXU o algo así.
Mi romance con Nintendo pasó por una etapa difícil, llamémosla adolescencia, en la que quise probar otras plataformas. Pese a ello, me vi comprando una 3DS en cuanto salió Pokémon X, tal es mi amor por la saga. Ahí me di cuenta de que, pase lo que pase, soy y seré Nintendero.
Ahora me planteo si comprar la Wii U, aunque la razón me pide que espere a que salga la NX. Mi próxima aventura en Hyrule, la próxima vez que salve a la princesa Peach o que me convierta en campeón de la Liga Pokémon… son aventuras que solo Nintendo puede darme.