Artículos Artículos Switch Destacados Game Cube Nintendo 64 Nintendo DS

[Artículo] Eiji Aonuma: la mente maestra tras The Legend of Zelda

Ocarinas, máscaras, barcos y lobos

Aunque se le reconozca por su labor con The Legend of Zelda, lo cierto es que Eiji Aonuma es mucho más que la mente maestra tras la franquicia. A los mandos de esta, el nipón puede presumir de haber dirigido cuatro de los títulos más queridos: Ocarina of TimeMajora’s MaskThe Wind WakerTwilight Princess. Además, Aonuma también puede presumir de haber estado presente, al menos como productor o supervisor, en la mayoría de entregas de la saga. Sin embargo, aunque poco se conozca de su pasado, Eiji Aonuma es mucho más que su todo lo que nos ha brindado con The Legend of Zelda.

No estuvo ligado a la licencia de su vida hasta finales de los 90

Antes de enrolarse en las filas de Nintendo, el artista nipón cursaba sus estudios superiores en Tokio. Allí, Aonuma se graduó en diseño en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música, experiencia que le valió para optar a un puesto dentro de la gran N. Para conseguir este trabajo, el nipón le entregó a la compañía una serie de marionetas articuladas. Esta, fascinada, no dudó en contratar a un joven artista recién graduado que, por aquel entonces, apenas llegaba al cuarto de siglo. Sin embargo, su oportunidad todavía tenía que esperar.

Otros contenidos en esta categoría:

Casi una década después, Aonuma comenzó a ganar peso dentro de la empresa. En 1996, el diseñador apareció por primera vez acreditado gracias a su trabajo en Marvelous: Another Treasure Island. En él, el artista se encargo de apartados relacionados con el diseño gráfico. Poco más tarde, después de salir en los agradecimientos de Pilotwings 64 (1996), el nipón se sumergió de lleno en dos trabajos que le pedirían más implicación: Blast Corps GoldenEye 007, ambos de 1997. En el primero, el diseñador actuaría como supervisor; en el segundo, estaría a cargo del diseño y la dirección de niveles. Y, mientras todos estos trabajos salían a la luz, el nipón trabajaba en el juego que cambiaría su vida para siempre.

Eiji Aonuma debutó en The Legend of Zelda a ritmo de ocarina

Cuando Ocarina of Time salió al mercado, pocos imaginaban la revolución que tenían entre manos. La franquicia de Link, que ya había roto barreras con la entrega original de NES y A Link to the Past para SNES, alcanzaba una nueva cota de excelencia. Hoy, casi 25 años después, resulta sencillo analizar el por qué de su éxito. Por aquel entonces, sin embargo, muchos eran incapaces de no mostrarse fascinados con una aventura que llegó para cambiarlo todo. Tras el asombro generalizado, Eiji Aonuma volvió a dirigir al equipo de Zelda para brindarnos Majora’s Mask, un patito feo que ha terminado convirtiéndose en cisne.

En su momento, se pensó que el director nipón era capaz de ofrecer una de cal y otra de arena. Mientras Ocarina of TimeTwilight Princess arrasaban entre jugadores y crítica, Majora’s MaskThe Wind Waker se llevaban más palos que elogios. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que Aonuma es la figura que más partido ha sacado a la franquicia. Además de dirigir estas cuatro obras, ha estado implicado en el desarrollo de otras tan celebradas como Breah of the Wild (y su secuela), A Link Between Worlds e, incluso, los spin-off de Hyrule Warrios. Palabras mayores.

Eiji Aonuma, que contó con la aprobación de Shigeru Miyamoto, fue quién hizo que The Legend of Zelda tuviera la importancia que tiene hoy. Sin su dirección, ideas o, simplemente, su figura, es probable que la historia de la franquicia de Link fuera hoy un esbozo de lo que en realidad es. Bajo su mando, la saga de Nintendo se convirtió en una de las referencias del mundo de los videojuegos. Y, si bien algunos títulos, como The Wind WakerMajora’s Mask, no fueron bien recibidos en su momento, el paso de los años ha demostrado que el toque de Aonuma es sinónimo de éxito. A fin de cuentas, ¿quién puede sacar más partido a la licencia que quién mejor la comprende?

Reconocimientos y elogios al pasar el testigo

Twilight Princess (si no contamos la versión HD de The Wind Waker) fue la última entrega de The Legend of Zelda que dirigió Eiji Aonuma. Desde entonces, la labor del nipón ha estado más ligada a la producción y la supervisión. Bajo su tutela, el equipo tras la franquicia ha seguido lanzando títulos que han encantado a todos los fans alrededor del mundo. Con Breath of the Wild, quizás el título más importante de la saga – con permiso de Ocarina of Time -, Nintendo y la franquicia alcanzaron la cima en 2017. De hecho, incluso Geoff Keighley, maestro de ceremonias de The Game Awards, reconoció que entregar el premio a Aonuma es su momento favorito de cualquier gala. Con ese gesto y esas declaraciones, se entiende la importancia del nipón en la industria.

Pese a haberse hecho a un lado, Aonuma sigue conectado a la franquicia de su vida. En los últimos años, además de supervisar o producir varios desarrollos, le hemos visto hablar del futuro de Zelda. Respecto a posibles spin-off, como en el caso de Hyrule Warriors, el nipón declaró que «las circunstancias podrían aliarse de nuevo». Además, Aonuma no ha dudado en dar la cara y hablar de la secuela de Breath of the Wild. Respecto a esta, el diseñador aseguró en numerosas ocasiones que están trabajando para ofrecer una aventura fascinante. Y nosotros, viendo su bagaje e historia, solo podemos confiar en sus palabras.

Y a ti, ¿qué te parece la carrera de Eiji Aonuma? ¿Has disfrutado de los juegos dirigidos por el artista nipón? Os leemos en los comentarios.