En Dead Cells, controlarás un experimento alquímico fallido e intentarás descubrir qué sucede en una isla, supuestamente maldita, en constante cambio y expansión. Los combates duros pero justos, los precisos controles, los enemigos desafiantes, la muerte permanente y, desde luego, la tirada de emergencia para salir de apuros conforman un juego de acción exigente, visceral y catártico.
Disfruta de un roguevania que combina mundos interconectados, caminos ramificados y habilidades desbloqueables con la adrenalina que produce la amenaza de la muerte permanente. No hay puntos de control: o derrotas al jefe final de una tacada o tendrás que volver a intentarlo. Sin embargo, conservarás parte de tus progresos en los sucesivos intentos: nuevos caminos que has desbloqueado, acceso a nuevos niveles, mutaciones, habilidades y armas.
Hablando de armas, Dead Cells presenta múltiples formas de matar a tus enemigos. Hay una gran variedad de espadas, arcos y hechizos, pero también látigos, granadas y torretas. Cada arma tiene su toque propio y único. Además, las mutaciones y los pergaminos te permiten crear y personalizar a tu personaje de forma diferente en cada intento.
Eso sí, ¡lo más importante será tu habilidad como jugador! En los juegos de tipo roguelite el objetivo es mejorar constantemente tus habilidades hasta que lo que era un obstáculo insuperable se convierte en un paseo por el parque. ¡Paciencia! Irás mejorando... con el tiempo.
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