Estoy de acuerdo. Además, los videojuegos no salen de la nada, sino que están insertos en un contexto social que los crea. Por mucho que se les intente alejar de “malas influencias” siempre tendrán el cine, la TV, internet, y la propia vida real (ya que no viven en un monasterio). Si lo que realmente les preocupa es la violencia de su sociedad (no sé cómo anda Australia en eso), con eso no harían nada.