Es imposible negar que las tabletas/móviles van a acabar sustituyendo a las consolas convencionales, sobre todo por sus tan bajos costes de desarrollo, y la potencia que ya han conseguido algunas.
Pero creo que ese momento todavía está muy lejos ya que de momento el mercado de tabletas/móviles no está «optimizado» a el mercado de las consolas portátiles.