Normalmente, o la mayoría, nos basamos en anclaje y ajuste consideramos un precio X a un juego normal, es su valor real y lo que “merece” valer. Si nos presentan un juego a menor precio de lo habitual lo relacionamos con alguna minimización de su contenido, como el tiempo o escenarios, etc.
El mercado nos fija lo que “debe” valer un juego, y en ese precio nos movemos.