[Análisis] Black Bird

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Black Bird

En ocasiones, los estudios independientes tienen un estilo tan própio que se desmarcan totalmente de lo que estamos acostumbrados. Black Bird no deja de ser un juego arcade de acción con una estética pixel que recuerda mucho a los clásicos de Game Boy.

Tal vez fuera porqué los fundadores de Onion Games son Yoshiro Kimura y Kazuyuki Kurashima veteranos desarrolladores japoneses que trabajaron en juegos como Shadows of the Damned o Super Mario RPG, o tal vez fuera porqué son fans de los Beatles, o tal vez porqué son unos nostálgicos, pero Black Bird es, y diciéndolo de manera simple, un juego raro.

Raro, pero divertido

Pero no os dejéis engañar por la propia palabra, ya que es un juego que consigue mantenerte enganchado, así que la función de juego arcade la tiene muy presente en su jugabilidad. Básicamente se trata de controlar a un pájaro negro que se dedica a matar a todo lo que se interpone (o no) en nuestro camino.

Por lo que he podido entender a través de los distintos finales y fijándome en sus detalles, Black Bird parece ser una especie de niña que fue poseída por un espíritu maligno que se dedica a purgar una ciudad que destaca por el mal hacer de sus habitantes: los asesinos campan a sus anchas y se lanza basura por los pozos de agua. Sea o no una referencia, las personas me recuerdan mucho a Mr. Saturn, de Earthbound.

A Black Bird le falta ese pequeño impulso de retar al jugador típico de los arcades. La sensación de pensar que te has dejado algo por descubrir no está muy presente, ya que el único aliciente es el de descubrir el final verdadero, y con una historia tan confusa, es difícil que eso sea una motivación. El único aliciente por explorar es el de encontrar unas vasijas que nos recompensaran con vida, bombas o velocidad.

Aún así, su jugabilidad es de lo más frenética. Los “enemigos” sueltan unas gemas que potenciaran a nuestro pájaro, pero deberemos darnos prisa porqué con el tiempo se van haciendo más pequeñas. Cuando alcancemos un número concreto de gemas, Black Bird evolucionará y conseguirá nuevos y mejorados proyectiles, además de que las bombas transformaran a nuestra pequeña ave en un monstruo cada vez más apocalíptico.

Frenética pura

Si algún escenario se nos atascase, podríamos practicar en un modo que desbloquearemos nada más finalizar esa fase, algo relativamente fácil al principio, pero que se nos complicará cuando finalicemos la aventura por primera vez y desbloqueemos el modo verdadero.

En su conjunto, este sistema jugable provoca un frenetismo muy divertido, ya que debes darte prisa en coger las gemas para evolucionar más rápidamente y mantener la racha de combos mientras esquivas los proyectiles enemigos. Aunque la cantidad de información que recibimos es incesante, no es para nada abrumadora y podemos controlar la situación con facilidad mientras la Switch consigue mantener el tipo con unos 60 FPS que pueden sufrir bajadas muy puntuales.

Por otro lado tenemos a los jefes finales, los cuales son extraños, ¡como el propio videojuego! Un Santa Claus enorme, una rata con una rueda gigante… Por variedad seguro que no será, ya que la manera de enfrentarlos es distinta en cada cual y los desafíos que te proponen son cuanto menos peculiares.

La música, algo a tener en cuenta

En la BSO topamos cuando hablamos de Black Bird. Es rara, como el propio videojuego y, de nuevo, es alucinante. No es solo que esté muy bien integrada en los escenarios mientras las voces de sus ciudadanos murmuran frases incomprensibles, sino que algunos enemigos aparecerán al ritmo de la música. Así pues, la las notas musicales se suman a esa cantidad de información a la que debemos estar atentos para facilitarnos el camino.

Sensaciones dispersas

Onion Games ha creado un juego raro. Extraño más bien, porque consigue crear adicción mientras dura por un planteamiento distinto al resto y te provoca una reacción, a cada cual distinta, pero por lo demás, no destaca excesivamente en nada. Black Bird ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch por 19,99€ con un tamaño de descarga de 408,94 MB.

6.0

[Análisis] Black Bird

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Buena jugabilidad.
  • Estética muy personal.
  • Variado.
Flojea en:
  • No hay alicientes jugosos para seguir jugando.
  • Duración escasa.


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