[Análisis] Yesterday Origins

Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Yesterday Origins

La aventura gráfica ha sido históricamente el género predilecto para las desarrolladoras de videojuegos españolas. Y los chicos de Pendulo Studios tienen gran culpa de ello, con títulos archiconocidos como Runaway o Hollywood Monsters que cosecharon gran éxito incluso fuera de nuestras fronteras.

Su última propuesta es Yesterday Origins, una aventura gráfica con el tradicional estilo point & click de la desarrolladora que aterrizó en Nintendo Switch el pasado 31 de mayo.

Precuela, secuela, antes y ahora

Yesterday Origins se plantea como una precuela y secuela de ‘New York Crimes (Yesterday)’, un juego publicado en 2012 para PC en el que se contaban las aventuras de un joven llamado John Yesterday, tras ser contratado por un filántropo para investigar unos misteriosos asesinatos de mendigos en la ciudad de Nueva York. Toda la historia desembocaba en un oscuro laberinto lleno de misterios, ritos satánicos, desafíos y personajes inmortales.

La aventura se retoma en esta segunda parte de la saga varios años después, con el protagonismo de John Yesterday y su pareja, Pauline Petit. Es una historia que se desarrolla a través de dos marcos temporales: el presente y la España del siglo XV. El viaje temporal se realiza tratando de reconstruir los recuerdos de John, un joven que quiere repetir el ritual que realizó hace medio siglo y que le convirtió en inmortal. Sin embargo, cada vez que muere, pierde toda la memoria. Para repetir el ritual y así poder recuperar sus recuerdos necesita una misteriosa moneda tras la cual también va una peligrosa organización.

Este es el punto de partida de una historia que aprovecha esta ‘amnésica’ situación para servir de precuela y secuela de su primera parte. No es necesario haber jugado a New York Crimes para disfrutar de Yesterday Origins, puesto que nos pondrán al día de la trama desde el principio poco a poco según vayamos recomponiendo los recuerdos de John.

El argumento también se desarrolla en diferentes ambientaciones, teniendo que viajar a lo largo de la aventura por escenarios de Francia, España o Estados Unidos. La combinación entre los diferentes marcos temporales y localizaciones no puede estar mejor pensada y dota a la historia de una riqueza y profundidad muy interesantes.

Una novela interactiva

Yesterday Origins, al igual que la mayoría de las aventuras gráficas de Pendulo Studios, utiliza mecánicas propias del point & click. El port de PC a consolas siempre suele ser problemático en este tipo de aventuras, aunque podemos decir que en este juego se han solventado con nota las dificultades y resulta muy cómodo moverse en el juego.

Con los joysticks movemos al personaje y la cámara por los diferentes escenarios, quedando marcada en cada pantalla cuáles son los ítems del campo visual del personaje con los que se puede interactuar pulsando A. Con los gatillos accedemos al inventario y con el botón Y cambiamos de personaje jugable.

Porque sí, en Yesterday Origins manejamos a diferentes personajes y en algunos casos incluso simultáneamente, pudiendo resolver algunos puzles a través de la interacción de dos protagonistas en dos escenarios complementarios. Son acertijos que resultan muy gratificantes de resolver y que permiten que el desarrollo del argumento no se haga repetitivo, ofreciendo dos puntos de vista ante un mismo problema. En ocasiones incluso podemos vivir delirantes situaciones como conversar con dos personajes que controlamos nosotros, preguntando y respondiéndonos nosotros mismos.

La gestión del inventario, tan importante en juegos de este tipo, es directa y funcional. Se divide en dos partes: la de la izquierda, con los objetos (útiles o no) que vamos recogiendo por los escenarios; y la derecha, con ‘motivos’ o temas de interés que vamos obteniendo a través de los diálogos con los personajes. Los ítems se pueden explorar al detalle con vistas en 360º y se combinan entre ellos con facilidad, pudiendo para ello utilizar la pantalla táctil de la Nintendo Switch. Además, tienen múltiples descripciones, por lo que ir probando combinaciones cuando nos quedemos encajados no resultará aburrido.

A la hora de resolver puzles en ocasiones no solo tendremos que combinar ítems entre sí, sino que muchas veces tendremos que justificar por qué queremos realizar una determinada acción, utilizando para ello esos ‘motivos’ de los que hablaba antes. Es por ello que es muy importante hablar con todos los personajes e incluso presentarles ítems para que interactúen con ellos.

Además de poder hablar con los más de 20 personajes que aparecen en los escenarios, también podemos explorar su aspecto y forma de vestir, lo cual nos proporcionará nuevos temas de conversación y posibilidades de interacción.

Para avanzar en la aventura también será necesario tomar decisiones. Cierto es que está limitado a momentos puntuales y tienen poca incidencia en la historia, pero dan el pego a la hora de rebajar la ‘guionización’ del argumento.

En general, las conversaciones son muy divertidas y junto a las descripciones de los ítems, forman la parte más interesante del juego, dándonos en todo momento la sensación de estar interactuando con una novela.

Una Inquisición de cómic

La ambientación del juego viene que ni pintada a la historia: en todo momento se recurre a los elementos típicos del cómic. El uso de viñetas y de bocadillos complementan los elaborados y detallados escenarios por los que nos movemos a lo largo de la aventura.

Cierto es que gráficamente no es un portento visual, pero realmente se adapta a lo que se quiere contar y queda resultón. En las cinemáticas se echa en falta algo más de acción, recurriéndose al motor del juego para ejecutarlas y por ello, quedando algo más deslucidas en el global de la historia. Tampoco convencen del todo los movimientos de los personajes, siendo muy mecánicos y artificiales y resultando, en general, algo desfasados para los estándares gráficos habituales: por momentos se siente como un juego de PC de hace una década.

Por otro lado, a pesar de que técnicamente no es una maravilla, el juego en el modo portátil de Nintendo Switch luce genial. Es muy cómodo tumbarse en el sofá y jugar un rato como si estuvieras leyendo un capítulo de un libro. De hecho el juego invita a ello, utilizando escenarios no excesivamente grandes y cerrados y a través del marcado de los ítems con los que se puede interactuar.

A pesar de no contar con un sistema de pistas, el juego no resulta complicado y en pocas ocasiones te verás encajado a la hora de resolver puzles. Todas las soluciones son lógicas y su resolución pasa por interactuar con todos los ítems y agotar todas las opciones de diálogo. La historia se puede completar en unas diez horas sin problema.

A nivel de guion, el título no defrauda: nos cuentan una historia que a pesar de que pueda parecer compleja (diferentes arcos temporales, diversos personajes, viajes por diferentes países…), se resuelve de manera adecuada y resulta agradable de seguir. Además, se nota el proceso de investigación previo para dotar al juego de una base histórica verosímil que pueda resultar realista a pesar de estar hablando de temas fantásticos como la inmortalidad. Es en esa mezcla donde más se luce el argumento, contándonos un relato absorbente y lleno de giros argumentales interesantes.

De todos ellos, personalmente me quedo con la fase en la que jugamos con el protagonista en la Edad Media. Por momentos parece que estás protagonizando un capítulo de ‘El nombre de la rosa’, tratando de resolver misterios por conventos y abadías del siglo XV mientras intentas dar esquinazo a la Inquisición. De hecho, el punto de partida del juego sirve de inmersión absoluta desde el minuto 1, intentando escapar in extremis de una celda inquisitorial que nos iba a llevar hasta nuestra ejecución.

El arco argumental en el presente, sin embargo, no me ha convencido tanto, aunque mantiene la tensión en todo momento. Tampoco destaca en mi opinión su desenlace, algo precipitado y que corta el clímax de la historia en el peor momento posible, dejando un sabor de boca algo agridulce al terminar el juego.

En general, las ambientaciones están muy cuidadas y el diseño de personajes es bueno (salvo contadas excepciones). El carisma que derrochan los protagonistas y el humor adulto de la historia hacen sumar puntos a un guion ya interesante de por sí tanto por lo que cuenta, como por la fidelidad histórica con lo que lo hace.

La música pasa muy desapercibida en mi opinión, existiendo momentos algo incómodos de total silencio y otros desequilibrados de gran potencia instrumental. No me convence cómo se ha utilizado la banda sonora, a pesar de que reconozco el buen nivel de las partituras. Como es obvio, cada localización y arco temporal tiene su estilo de música diferenciado.

Otro detalle negativo es dolorosa ausencia de doblaje en español. Más aún cuando partes importantes de la historia están localizadas en la España medieval. El doblaje en inglés es de gran calidad, así como la localización y subtitulación en castellano.

Point & Switch

Yesterday Origins es una aventura gráfica muy interesante para todos los aficionados a las tradicionales mecánicas del point & click. Utilizando una ambientación muy cuidada basada en hechos históricos reales y presentando dos arcos temporales y multitud de localizaciones, el guion consigue atrapar al jugador y hacerle sentir inmerso en una novela histórica interactiva.

Su accesibilidad en Nintendo Switch, el carisma de sus personajes y diálogos y el humor y tono adulto se unen a la ya dilatada experiencia del equipo de Pendulo Studios al mando de este tipo de aventuras dando lugar a una propuesta más que recomendable para cualquier aficionado al género.

Yesterday Origins está ya disponible en formato físico y digital en la eShop de Nintendo Switch al precio recomendado de 29,99€. La versión descargable ocupa 1,6 GB en la consola.

7.0

[Análisis] Yesterday Origins

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • El carisma de sus personajes y el humor de los diálogos.
  • La ambientación de la historia, especialmente en el pasado.
  • El modo portátil le sienta de fábula.
  • Buena dificultad y resolución lógica de puzles.
Flojea en:
  • Ausencia de doblaje en español.
  • Gráficamente limitado.
  • Las cinemáticas son escasas y poco llamativas.
  • Uso poco destacable de la banda sonora.