Tchia: Oléti Edition me ha sorprendido como una aventura sin igual perfecta para este verano

El verano ya está aquí, y con él, hoy venimos a contaros acerca de un juego que le pega perfectamente a esta época del año. Tchia: Oléti Edition llega a Nintendo Switch este 27 de junio en formato físico gracias a Meridiem, y tras haberlo jugado, venimos a contaros qué es lo que nos ha enamorado de esta aventura de mundo abierto tan encantadora.

Una historia inspiradora como pocas

La trama de Tchia comienza cuando, un día, nuestra protagonista (la niña que da nombre al juego) sufre el rapto de su padre por parte del malvado Meavora, el cruel tirano que gobierna el archipiélago donde vive. Esto dará comienzo a una aventura de mundo abierto de lo más evocadora, con muchas cinemáticas y un sentido de aventura sin igual donde se tocan temas muy importantes, como la importancia de la bondad o la del cuidado del medio ambiente.

Si hablamos de Tchia, no nos cabe duda de que estamos ante un juego divertido y muy variado, con muchas mecánicas (de las que os hablaremos en los siguientes párrafos) y una jugabilidad muy satisfactoria. Sin embargo, ante todo, estamos ante una carta de amor a Nueva Caledonia, una pequeña isla del Pacífico que sirve de inspiración para esta aventura.

Jugabilidad que mezcla Super Mario y Zelda

En lo jugable, Tchia es un título que bebe mucho, y para bien, de las aventuras más ambiciosas de Nintendo, como podría ser The Legend of Zelda: The Wind Waker con su ambientación insular y su gran sentido de la aventura. Y es que estamos ante un juego de mundo abierto lleno de misiones principales y minijuegos para pasar el rato, como uno de apilar piedras u otro de apuntar a ciertos objetivos con un tirachinas, nuestra fiel arma.

A nuestra disposición también estará un ukelele que, al más puro estilo Ocarina of Time, nos permitirá tocar canciones que realizarán efectos en el mundo del juego, como cambiar la hora del día. Usarlo es completamente opcional, pero la verdad es que tocarlo es una auténtica gozada.

La exploración en el juego es muy transversal, permitiéndonos saltar, escalar, usar un planeador… Todo eso mientras conocemos a nuevos personajes, nos enfrentamos a peligrosos enemigos que nos supondrán un moderado desafío y descubrimos lugares de ensueño en el archipiélago en el que se ambienta el título.

Sin embargo, todavía no os hemos hablado de la principal mecánica del juego: el salto astral. Al más puro estilo Super Mario Odyssey, esta mecánica nos permitirá “poseer” a los animales y objetos que veamos, aprovechándonos de esa manera de sus habilidades especiales.

Esta función está muy bien pensada, ya que hace que nunca nos aburramos de probar distintos animales (hay montones, desde lagartos hasta perros, gatos, pájaros o cangrejos…) y objetos que nos vayamos encontrando para resolver los misterios que oculta su mundo abierto.

Una aventura con aire veraniego

Después de jugar a Tchia: Oléti Edition durante horas, no nos podría haber dejado un mejor sabor de boca. El juego apuesta por la libertad del jugador de la misma forma en la que lo hacía Breath of the Wild, poniéndonos un mundo abierto muy divertido, un montón de mecánicas interesantes y minijuegos a tutiplén, todo eso aderezado con un montón de coleccionables para los jugadores a los que les guste explorar cada rincón.

A pesar de tener tanto, contenido, Tchia no te obliga a nada. Si te gusta algo de lo que ofrece, puedes disfrutar de ello. Sin embargo, si algo no es lo tuyo, puede ofrecerte otras tantas actividades, como seguir con su bonita historia principal, que seguro que te convencen más. Todo depende de lo que te apetezca. Por eso, me ha parecido que es un juego ideal para disfrutar las tardes de verano.

Tchia: Oléti Edition se encuentra disponible en formato físico para Nintendo Switch. Esta edición del juego incluye viene con el juego base y el Paquete de Personalización Kepler, que incluye cuatro conjuntos de disfraces para Tchia y cuatro paquetes de personalización de barcos, inspirados en otros títulos del catálogo de juegos Kepler Interactive, ¡no te la pierdas!