[Artículo] La música en The Legend of Zelda: Ocarina of Time – Parte 3

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[Artículo] La música en The Legend of Zelda: Ocarina of Time – Parte 3

Seguro que durante la lectura del artículo anterior sobre el Bosque Kokiri, a la mayoría os habrá venido el Bosque Perdido y el Árbol Deku a la cabeza. Dejando al gran y viejo árbol para el siguiente artículo, pues la música que lo rodea tiene mucha miga, pasamos a explicar detalles sobre otro de los temas más icónicos del Ocarina of Time. No por menos, mucho del peso narrativo del título se encuentra en un lugar oculto en lo más profundo del Bosque Kokiri con una vinculación con Saria y la amistad muy conmovedora y reveladora a partes iguales.

Los Bosques Perdidos

El tema de los bosques perdidos es un tema recurrente que el jugador tocará con la Ocarina varias veces para comunicarse con Saria, siendo esta la canción de Saria. La canción de Saria es una de las más icónicas de la saga y es una de las primeras melodías que Link puede aprender. Esta servía para comunicarse con ella a distancia, quién te ayudaba en tu aventura dándote pistas de a dónde debías ir. Esta melodía es la música de ambiente de los Bosques Perdidos, lugar misterioso que cuenta con un elemento muy peculiar. Este lugar es un laberinto de troncos huecos que funcionan como puertas. El jugador no ve lo que hay detrás del tronco, puesto que está el típico “shader” negro de la época que, al atravesarlo, pasa a una pantalla de carga mientras se transporta al jugador a otra localización. El laberinto consiste en un conjunto de dos, tres o cuatro troncos de los cuales solo uno es el correcto.

Si atraviesas el camino equivocado, sales del Bosque Perdido mientras que si eliges el adecuado, puedes avanzar hacia lo más profundo del bosque. De modo que, ¿cuál es la forma de atravesar dicho lugar? La música. Si te acercas a la parte negra de la entrada o salida del tronco, si la música decrece en intensidad, es un camino erróneo. Si la música se mantiene igual, es el correcto. También puedes memorizar el camino… pero es menos divertido. Todo esto es interesante pues era una de las primeras veces que se usaba algo similar en videojuegos, dándole a la música una dimensión jugable que pocas veces había tenido. Además, es una melodía que se ha usado en juegos posteriores aunque de una forma más camuflada. Podemos escucharlo en temas como el Bosque de Farone (entre los segundos 0:11 y 0:13) o la Arboleda Sagrada (aparece literal durante todo el tema) de The Legend of Zelda: Twilight Princess o incluso en los Bosques Perdidos de Breath of the Wild, muy camuflado y casi imperceptible…

No obstante lo que nos interesa es el peso meta-narrativo de este tema. Un elemento importante es que la melodía ambiental está siendo interpretada por Saria en lo más profundo del bosque. Cuando el jugador llega al final del lugar vemos a Saria interpretar la canción, dándonos a entender que es ella la que “nos llamaba” con su ocarina.

Más allá del interesante concepto de diégesis que maneja el lugar, lo destacable de este tema y que le da su caracterización de manera directa y eficaz es la relación de tritono entre el fa y el si. Esta relación de tritono genera cierto desconcierto, cierta tensión en nuestros oídos. Sin embargo, ¿qué tiene de especial esta canción a nivel narrativo? Como hemos dejado entrever anteriormente en el artículo, la canción de Saria es una representación musical de la amistad. Por un lado, Saria es la mejor amiga de Link. Por otro lado, puede llegar a ser la mejor amiga del jugador (ignoremos a la pobre Navi, de momento) ya que cuando el jugador se siente perdido, la canción de Saria lleva intrínseca la mecánica de ayudar al jugador mediante pistas que Saria le da al contactar con ella. Esa relación jugador-Saria es importante debido a que es una pista que el jugador pide, no es el juego el que se la da gratuitamente. No obstante, en una de las partes más confusa del juego nos resulta imposible comunicarnos con Saria. Este hecho – que incrementa la sensación de perdida del jugador y lo acerca al posible estado mental de Link en ese momento – conlleva el tener que visitar de nuevo el ya no tan alegre Bosque Kokiri para comprobar donde esta Saria y que está ocurriendo.

Dicho esto, avancemos un par de años hasta el lanzamiento de The Legend of Zelda Majora’s Mask, ese título tan turbio, oscuro y que tantos secretos parece esconder.

Si recordamos el inicio del juego, nos encontramos con un Link que ha conseguido su objetivo y ha regresado a su presente como héroe del tiempo. Sin embargo, el tiempo ha pasado y todo lo que recordaba, ya no está. El comienzo de Majora’s Mask nos sitúa con un Link vagando por los Bosques Perdidos, tan perdidos como su conciencia y felicidad, buscando a su amiga Navi. De repente, en medio del bosque aparece frente a el un personaje misterioso con una extraña y espeluznante máscara. Un personaje que no es la primera vez que Link ve. Durante la aventura en Términa, el propio Skull Kid (nombre con el que se le conoce no solo a este ser sino a una raza que, según Navi, son niños perdidos en el bosque) nos reconoce:

Es agradable tener amigos.. Je, je ¿Podrías ser mi amigo también? Eh ji, ji… Tú tienes el mismo olor que el niño hada que me enseñó esa canción en el bosque.

Claramente, ese niño hada es Link. Si recordamos en el Ocarina of Time, hay un mini-juego opcional en el que un Skull Kid nos pide que toquemos una canción. La canción que teníamos que interpretar es la canción de Saria, es decir, la representación musical de la amistad, aquello que este ser tanto ansiaba.

De hecho, el termina diciendo que deberían ser amigos. Sin embargo, Link nunca vuelve a verlo, hasta que se lo encuentra al inicio del Majora’s Mask. Al reencontrarse, este se burla de Link y le roba la Ocarina. Tras eso, comienza una persecución que acaba con Link cayendo por un profundo pozo y convertido en un extraño ser. Más adelante Link encuentra a un extraño vendedor de máscaras que, tras una serie de desvaríos, le enseña una melodía para volver a recuperar su forma original. La melodía es la siguiente:

Como podemos observar, la melodía es exactamente la misma que la de Saria, pero al revés. ¿Qué interpretación tiene esto? Por parte de Nintendo, ninguna y puede que su similitud sea incluso casual. No obstante, no sería descabellado pensar que la Canción de sanación es una alegoría retorcida a la amistad.

Durante esa búsqueda de la amistad, Link es desprovisto de todas sus posesiones y es víctima de una maldición que lo transforma en un Deku. El jugador experimenta un robo de mecánicas pasando de un Link ágil y con distintos objetos, a un ser que apenas salta y tiene unas características totalmente inferiores y diferentes a las que el jugador está habituado, tanto por el Ocarina of Time como en lo poco que ha manejado al personaje en el Majora’s Mask.

El jugador realiza un viaje extraño, teniendo visiones y estando totalmente perdido hasta que llega a un lugar singular, donde un vendedor de máscaras le explica quién era ese ser que lo ha maldecido y le pide ayuda. Este vendedor de máscaras – personaje que ya aparecía en el Ocarina of Time pero sin demasiado peso narrativo – le enseña una melodía para poder romper la maldición, es decir, para volver a ser el Link que todos conocemos. Resulta tremendamente interesante como la Canción de Curación es una retrogradación de la Canción de Saria. Es en este punto cuando entramos en un plano nuevo de significado lingüístico.

Si tenemos entendido que el mensaje como concepto está conformado por icono, símbolo e índice, aquí se añade un cuarto nivel de profundidad, siendo una especie de índice subyacente donde, si el icono es Navi, el símbolo es la búsqueda de su amiga y el índice es la amistad, en este punto nos muestra ese cuarto plano que es la comprensión de la pérdida mediante el uso de la música. Este cuarto plano surge de reconocer – no necesariamente de forma consciente – esas notas y volverlas a tocar de una forma distinta. Es un código que manda única y exclusivamente la música al jugador, un mensaje en el que la música parece decir al jugador “No busques más, pues tu antigua amiga ha seguido otros caminos”. No por menos, a partir de ese punto Link pasa a tener otro objetivo que es el detener la Luna.

Hay muchísimas especulaciones sobre lo que simbolizan al completo el Majora’s Mask  pero hay una en concreto, ya mencionada en este portal y esclarecida por Aonuma, que cuenta cómo el juego representa las cinco fases por las que se pasa durante el duelo, ese momento en el que perdemos a un ser querido. Por tanto, esta teoría de la musicalización de la amistad por medio de la Canción de Saria y el volver a tocarla de forma diferente y con el apelativo de “curación” puede no ser demasiado rocambolesca.

Por otro lado, es interesante comprender la figura de Skull Kid que, quién sabe, quizás esté buscando a su antiguo amigo, aquel niño hada que le enseñó aquella canción. La canción que nos enseña el vendedor de máscaras se llama canción de curación que resulta ser la inversión de la canción de la amistad. Quizás el propio juego nos esté diciendo que el tiempo, todo lo cura, hasta las amistades perdidas. O que la verdadera curación es tener amigos y que su forma de explicárnoslo sea algo tan poético como llamar curación a lo que antaño y al contrario era amistad. O tal vez, Skull Kid y Link no sean tan diferentes, un par de niños vagando por los bosques perdidos buscando la amistad. Un Link que gracias a la canción de curación es capaz de ver la luz, al contrario de un Skull Kid que debido a su soledad comete tales fechorías.

¿Qué os ha parecido? ¿Qué opináis de la vinculación Canción de Saria y amistad y su aparición en el Majora’s Mask? ¿Estáis de acuerdo con nuestra interpretación? ¡Estad atentos a los siguientes artículos pues la música del Ocarina of Time esconde muchísimos secretos más!