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[Artículo] Gráficos y videojuegos: títulos que marcaron cada generación

No hay duda de que el apartado técnico de un videojuego es uno de los pilares fundamentales a la hora de poder disfrutarlo. El nivel de detalle y lo que pueda transmitir visualmente un título en cuestión, va a determinar su salto a la memoria de los jugadores o al rincón del olvido.

Es cierto que no es lo único que se debe valorar de un videojuego. A día de hoy, podemos encontrar videojuegos con menor calidad visual capaces de proporcionar una historia, una diversión y, en resumen, una experiencia que otros juegos con altas bondades gráficas no llegan a conseguir.

Sin embargo, en este artículo queremos destacar aquellos títulos que marcaron cada generación por sus gráficos. Ojo, no tienen por qué ser estrictamente los mejores (como todo, esto va según los gustos de cada uno), pero sí aquellos que sorprendieron por algo en especial dentro de su apartado técnico.

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¿Hacemos un pequeño viaje por la evolución de los gráficos de cada generación en consolas de Nintendo? ¡Vamos a ello!

Generación de 8 bits: Super Mario Bros. 3 y la constatación de un arte

La generación de 8 bits con NES por bandera fue la confirmación de que los videojuegos domésticos habían llegado para quedarse. Llevar la diversión que se respiraba en muchos salones recreativos a cada casa supuso todo un boom.

Sin embargo, la capacidad gráfica de la consola aún no llegaba a los niveles de las máquinas arcade. Aunque todo esto cambió con un título que abría las puertas a un emocionante camino por recorrer: Super Mario Bros. 3.

Con este título, Nintendo demostró cómo se podía exprimir una consola y todo lo que nos quedaba por vivir en una futura generación. Los colores, la fluidez con la que se movía para la época y, por supuesto, la diversión con la que llenó a cada usuario de NES hicieron que el título quedase grabado a fuego en la memoria de muchos jugadores.

Generación de 16 bits: Donkey Kong Country y el impacto del pre-renderizado

Con SNES en la generación de 16 bits, el sueño de acercar la calidad gráfica de los salones arcade a los hogares domésticos comenzaba a cumplirse. El salto en esta generación fue realmente notorio, y podríamos nombrar numerosos títulos que causaron impacto en la época: Street Fighter II, Mortal Kombat II, Mega Man X, Yoshi’s Island… .

Sin embargo, hubo un título que exprimió al máximo al “cerebro de la bestia” por su innovadora aportación de los gráficos 3D pre-renderizados y una calidad visual nunca antes vista: Donkey Kong Country. SNES demostró al mundo entero por qué recibió ese apelativo por parte de la propia Nintendo.

Además, Donkey Kong Country se convirtió en uno de los mejores plataformas de la generación, ya que en el resto de ámbitos también llegaba al sobresaliente.

Generación de 64 bits: Ocarina of Time y Perfect Dark para sacar brillo a las tres dimensiones

Con Nintendo 64 el salto a las 3D quedó más que confirmado. Con ella, pudimos deleitarnos con joyas cargadas de polígonos y modelados en tres dimensiones, como el gran Super Mario 64. Aunque, sin duda, dos títulos iban a marcar esta generación y a exprimir al máximo a la consola de la compañía de Kioto.

En este caso, no hemos tenido más remedio que escoger dos grandes exponentes. Por un lado, The Legend of Zelda: Ocarina of Time, un juego que para muchos, a día de hoy, sigue siendo el mejor título de la historia. Y es que la forma en la que presentó el mundo de Hyrule, a un Link que veíamos crecer de niño a adulto y una libertad nunca antes vista, se sumaron una increíble historia, un sonido que enamoraba y una jugabilidad deliciosa.

Por otro lado, el bombazo técnico llegó de la mano de Perfect Dark. El shooter de Rare supuso una proximidad a un realismo (para la época) que nos aventuraba a pensar cómo sería la siguiente generación. Para muchos usuarios, este título es la verdadera joya dentro de los desarrollos de Rare.

Generación de 128 bits: Resident Evil 4 y Metroid Prime acercando el realismo

Con GameCube la proximidad al realismo empezaba a reflejarse en los videojuegos. Numerosos títulos ofrecían un despliegue técnico nunca antes visto y, para muchos, fue el gran salto gráfico dentro de la historia de los videojuegos.

Con Resident Evil 4 todos alucinamos. A las grandes muestras técnicas que nos dejaron juegos como Resident Evil y Resident Evil 0, se les sumó Resident Evil 4 dando un paso más allá en todos los aspectos: modelados, efectos, texturas… acompañadas de un pequeño giro hacia la acción dentro de la saga. Su impacto se deja ver aún a día de hoy, pues es uno de los juegos que más reediciones y revisiones ha tenido para consolas actuales.

Tampoco podíamos dejar de nombrar a un juego que aún está en el corazoncito de muchos jugadores: Metroid Prime. El cambio de perspectiva a primera persona, las increíbles texturas del juego y los escenarios llenos de vida, impactaron en los jugadores de esta generación.

Wii: puliendo detalles con Super Mario Galaxy 2

Con Wii el salto gráfico dejo de ser tan notorio. Nintendo se alejó parcialmente de la pugna por la potencia gráfica y se centró en proponer al usuario nuevas formas de jugar. No en vano, gracias a sus ideas innovadoras, logró ser una de las consolas más vendidas de la historia.

En esta plataforma, Super Mario Galaxy 2 se lleva la palma: un plataformas insuperable hasta día de hoy, que presume de ser el juego mejor valorado en Metacritic en la última década. Un verdadero despliegue técnico cuyo aspecto visual enamoraba a propios y extraños.

Wii U y Switch: Bayonetta, Breath of the Wild, Luigi’s Mansion 3…

En la generación de Wii U y, ahora, con Nintendo Switch, se busca una excelencia gráfica que podemos ver reflejada en diferentes títulos. Los saltos entre generaciones de consolas ya no son tan altos ni tan impactantes, pero sí se presta mucha atención a los detalles: reflejos, partículas, limpieza en los modelados, fluidez de juego, resolución…etc.

En este aspecto, podemos destacar juegos como Bayonetta, que es un verdadero espectáculo visual para todo aquel que disfrute de los hack and slash; un The Legend of Zelda: Breath of the Wild que llegó a ambas plataformas como uno de los mejores títulos de la historia y un Luigi’s Mansion 3 que nos anima a pensar que aún nos quedan muchas sorpresas con las que deleitarnos en Switch.

La importancia del diseño en videojuegos

Como hemos visto, muchos videojuegos han marcado cada generación por su aspecto gráfico, su despliegue técnico y su nivel de detalle. Esto último, sobre todo en los tiempos que corren, es una ventaja competitiva que puede determinar que un juego enamore por sus gráficos.

Por ello, el diseño de videojuegos y la formación de profesionales especializados en este ámbito está en auge. Los expertos en cada equipo de desarrollo pueden conseguir maravillas a la hora de exprimir al máximo un sistema.

¿Qué juegos creéis que exprimieron cada generación? ¿Esperáis más sorpresas gráficas dentro del catálogo de Switch?