[Análisis] Resident Evil

Resident Evil es un survival horror que salió en 1998 de la mano de Capcom. Se considera uno de los creadores del género, y gracias a este port para Nintendo Switch más gente va a poder disfrutar de este remaster.

Uno de los mayor desafíos a los que te puedes enfrentar como analista es hacer una review de un clásico. Estos juegos pertenecen a otra generación, pero no solo de consolas sino de jugadores. Estos juegos acostumbran a ser recordados con mucho aprecio por todo aquel que los jugó en su día, y es por esto que analizarlos como un producto actual es muy difícil, sobretodo con este, en el que prácticamente solo se ha renovado el apartado gráfico.

Y esta precisamente es una de las mayores controversias alrededor de este título, ya que algunos preferían que se cambiase la vista a una por encima del hombro como en la cuarta entrega, mientras que otros preferían que se mantuviera la cenital. Cada uno tenía sus argumentos a favor y en contra, pero al final estoy agradecido de haber podido disfrutar de la experiencia original solo con el apartado gráfico renovado, ya que sino podrías sentir que ahora es más fácil, factor por el que se ha criticado el remake de la segunda entrega.

Para empezar voy ha hablar del apartado gráfico. Este ha sido actualizado al HD, y varios aspectos como el modelado de personajes o diseño de los objetos han sido mejorados. Quiero hacer énfasis en estos dos aspectos, ya que el resto de cosas no le llegan a la suela de los zapatos. Los detalles en los trajes son de un nivel excepcional, ya que podemos distinguir a la perfección todos los aparatos y gadgets que lleva encima. Las caras y resto del cuerpo también están muy bien dejando un poco que desear en las animaciones faciales. Las texturas son otra cosa. Estas tienen una definición muy baja, y en ciertas ocasiones, si nos paramos a examinarlas de cerca; nos sorprenderemos del poco detalle que se les ha dedicado. La iluminación también es algo a lo que le falta trabajo.

Este es uno de los aspectos más importantes a la hora de hacer que un juego sea terrorífico, ya que la oscuridad es uno de los miedos más recurrentes en el ser humano, pero por alguna extraña razón no le dan el tiempo que necesita. Esto se ve claramente en el cementerio. A este se puede acceder tras cruzar una puerta escondida en el salón principal de la casa, y si avanzas un poco puedes ver dos caminos: el primero te lleva a una tumba iluminada con un farolillo, y la otra a un bosque. Pues lo bueno viene cuando te fijas y ves que en los dos lugares hay la misma luz. Estos al fin y al cabo son pequeños detalles que no estropean la experiencia de juego, pero que si la entorpecen un poco.

El apartado sonoro es uno de los que más me ha gustado. Los efectos de sonido tienen un nivel bastante alto (no en producción sino en calidad y credibilidad). Estos se ven potenciados por la increíble atmósfera que consigue crear el juego. Hay pocas cosas más terroríficas que ir caminando por un pasillo y de repente oír el sonido de un enemigo a pocos metros de ti. El gruñido que suena en la animación al abrirse una puerta continua siendo igual de efectivo que hace 20 años, lo que deja ver lo bueno que fue en su momento.

La jugabilidad fue de los apartados más polémicos en este remaster. El moverse por la mansión continua siendo igual de satisfactorio, y encontrar atajos para no tener que vértelas con tantos enemigos te continua haciendo sentir igual de listo, pero no solo esto, ya que te ahorrará mucha munición y vida. El menú es correcto, personalmente me espera que lo mejorasen como en la séptima entrega pero tampoco es horroroso, así que no me puedo quejar. Como ya he comentado antes, la posición de la cámara ha generado un poco de controversia, y aunque obviamente mantengo mi posición a favor de que se que de igual que en el original, esta decisión que ha conllevado algún problema. Mi mayor que ja en este aspecto es el sistema de “apuntado” por decirlo de alguna manera.

En el juego solo puedes disparar hacia abajo, recto, o hacia arriba. Esto hace que para disparar a un enemigo en la cabeza tengas que tenerlo muy cerca de ti, lo que es muy arriesgado. Así que para solucionarlo acabas disparando al pecho para matarlo o darte tiempo y correr, lo que te hace gastar mucha munición, y teniendo en cuenta que es un survival horror esta escasea, ya os podéis imaginar. Lo que realmente lo hace brillar son sus excelentes puzzles y acertijos. Estos son los que te permiten avanzar y conseguir cierto emblema para que puedas desbloquear cierta puerta. Personalmente mi preferido es el de conseguir la escopeta, ya que es exactamente igual que en Resident Evil 7, lo que ahora ya se que es un guiño.

La historia es el peor apartado de este. No voy a entrar demasiado en detalle, pero teniendo en cuenta el género al que pertenece no se puede esperar mucho, pero teniendo en cuenta lo que han conseguido lanzamientos más recientes como The Evil Within 2, ahora sabemos que se puede hacer más. Los personajes  son más planos que las texturas de las paredes, ya que su evolución como personajes es mínima a lo largo de la aventura. El argumento es de serie B, lo que para la época era pasable, pero que hoy en día es bastante irritante. La duración es otro tema gracias a la opción de poder escoger con que personaje jugar primero y segundo. Esto te hace jugarlo cuatro veces  si quieres disfrutar de la experiencia al máximo, lo que hacen un total de 24 horas, teniendo en cuenta que cada partida dura alrededor de 8. Y a esto tenemos que sumar todas las partidas que hagamos intentando completarlo en el menor tiempo posible, al estilo speedrun.

Como conclusión quiero dejar claro que este es un videojuego muy recomendable para todo fan del género que no lo disfrutó en su día o que simplemente quiere repetir. Una cosa que si quiero dejar clara es que no recomiendo entrar al género con este, ya que la mecánica de los guardados limitados puede ser muy frustrante para nuevos jugadores (también la cámara).

Resident Evil ya está disponible en la eShop por un precio de 29,99€, y ocupa 15543,04 MB.