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[Análisis] Guacamelee: Super Turbo Championship Edition

Han pasado cinco años, pero a pesar de ello, la popularidad de Guacamelee no ha decaído ni un ápice desde su estreno. Desde su entrada dentro de la industria indie, el juego de Drinkbox Studio se ha mostrado como uno de los estandartes de este movimiento que revolucionó nuestro mercado a principios de la presente década.

Teniendo todo esto en cuenta y con el futuro estreno de la segunda entrega en la nueva consola de Nintendo, no es de extrañar que el estudio a cargo de esta peculiar franquicia estrene la famosa primera parte en la Nintendo Switch. Y lo hace con la Super Turbo Championship Edition, versión que los aficionados nintenderos también pudieron disfrutar previamente en la Wii U.

Guacamelee cuenta la historia de Juan, un simple hombre que un día se ve atacado por el macabro Carlos Calaca, un esqueleto que rapta a la hija del presidente para un oscuro ritual. Juan, como simple mortal que es, desafortunadamente pierde su primer combate contra el villano y acaba en el mundo de los espíritus. Por suerte, renace con la ayuda de una máscara mágica que lo vuelve un poderoso luchador que ahora debe derrotar a Carlos Calaca.

Guacamelee no llega a entusiasmar con su historia, pero tampoco parece que quisiese hacerlo en un principio. Simplemente es un vehículo para meter a aquella persona que pruebe este título en medio de la acción y empujarla hacia delante. Teniendo esto en cuenta, esta obra consigue cumplir su cometido. Narrativamente, aparte de esta simple sinopsis, sólo podría resaltar ciertas conversaciones chistosas, pero nada particularmente importante.

Con esta nueva forma, Juan puede luchar contra un ejército de espíritus malignos usando sus manos no sólo para golpear, sino también para agarrar a cualquier enemigo y propinarle movimientos especiales tales como un súplex, un martinete o simplemente el lanzar a dicho demonio contra otros de su misma calaña.

Pero estas no son las únicas técnicas a disposición de este personaje, pues también cuenta con un arsenal de habilidades especiales, las cuales se obtienen explorando el vasto mundo inspirado por la cultura mejicana que este título alberga. Guacamelee, aunque centra una buena parte de su atención en su divertido y satisfactorio sistema de combate, en su nivel más básico es un título de plataformas Metroidvania en el que visitamos múltiples zonas para así conseguir poco a poco nuevas habilidades que usar para resolver puzles y abrir puertas anteriormente cerradas.

Aun así, la exploración no se muestra como una parte esencial de este título. Sí, hay ciertos caminos secretos a tener en cuenta, pero la estructura del juego es mayoritariamente lineal. Los diseñadores te guían de la mano para alcanzar casi todas las mejoras principales disponibles para los jugadores. Aunque este diseño es igualmente interesante y está bien ejecutado en todo momento, no se puede negar que aquellos que busquen una experiencia plataformera más propia de títulos clásicos como Super Metroid o incluso juegos modernos como Hollow Knight, puedan sentirse algo decepcionados con este título al no poder satisfacer éste las exigencias que acabo de presentar.

Como he dicho anteriormente, esto no llega a perjudicar el juego pues este diseño sigue llegando a ser muy satisfactorio, sobre todo porque rompe con algunas de las peores convenciones del subgénero, tales como el backtracking repetitivo o el menor uso de desafíos específicos para ciertas zonas.

Y por el otro lado, recoge varios de los mejores aspectos a tener en cuenta del género, como las ya mencionadas constantes mejoras que puede adquirir nuestro héroe para así fortalecerse. Estas nuevas habilidades aparte de poder ser usadas para moverse con más eficiencia por todo el mundo del juego también son útiles como técnicas de combate, permitiendo al jugador crear combos altamente satisfactorios y enlazar ataques de tal manera que se forman cadenas de más de 100 golpes.

Guacamelee no comete muchos errores dentro de su apartado mecánico. El control, la exploracin, el combate, todos funcionan genialmente para ofrecer una experiencia enormemente divertida y las pocas quejas que tengo son insignificantes dentro de lo que cabe. Es cierto que me hubiese gustado tener alguna habilidad para aumentar la velocidad de Juan, y aunque dicha habilidad no existe, no creo que este hecho influya en absoluto en mi disfrute de este título.

Como último punto a mencionar dentro de este apartado es que el juego no sólo ofrece una buena cantidad de contenido para un jugador en solitario, con varias zonas secretas que explorar y coleccionables que recoger, sino que el juego también cuenta con un modo multijugador que nos permite jugar a este título con amigos de forma local.

Este modo no cambia en gran medida nuestra experiencia a nivel mecánico. No tenemos nada parecido a un modo minijuegos, no, simplemente nos encontramos con que realizamos todos los eventos del juego en compañía de otra persona que ahora controla a otro personaje. A pesar de ello, la base jugable es tan sólida que se mantiene igual de divertida independientemente del número de personas que se encuentren a los mandos.

Por desgracia, esta edición para Nintendo Switch sufre de un problema muy grave al respecto de esta modalidad multijugador. Dicho problema siendo que el juego no permite que dos personas o más personas puedan jugar a menos que cuenten con mandos pro. Es decir, que al contrario que otros muchos juegos de la consola, no se podrá jugar en compañía usando sólo un Joy-con por persona.

Este es un problema que los desarrolladores ya han confirmado que solucionarán con la salida de Guacamelee 2 en la consola, pero aun así, nos encontramos con una omisión que resulta desafortunada para un juego de este estilo. Este problema reducirá la cantidad de personas que podrán disfrutar de esta modalidad, lo cual es algo que un desarrollador debe intentar evitar. Cuantas más opciones de accesibilidad y de control haya, ya sea en el juego principal o en facetas tales como la multijugador, mejor que mejor.

A pesar de lo que he dicho, sigo creyendo que Guacamelee es un juego con un gameplay genialmente construido. Pero Guacamelee no sólo resulta ser un excelente título a nivel jugable, sino que también cuenta con una presentación a la altura. Como se ha mencionado brevemente antes, y como muchos podréis deducir con un simple vistazo a unas imágenes del juego, nos encontramos con un título tremendamente bonito, con un diseño visual que captura a la perfección el estilo artístico típico mejicano.

Un estilo artístico caracterizado por figuras coloridas sin bordes definidos y un gusto por las formas geométricas pronunciadas que consigue que todo elemento del juego sea fácilmente distinguible y muy carismático en todo momento. Guacamelee definitivamente entra bien por los ojos.

Por el otro lado la música también consigue ser enormemente agradable, pues logra acompañar muy bien todos los niveles del título. Esta banda sonora cuenta con una mezcla de tonadas que intentan implementar melodías e instrumentos propios de la cultura mejicana con temas más propios de un videojuego retro, que hasta llegan a usar chiptune en más de una ocasión. Aunque es cierto que hay un buen número de canciones que no consiguen quedarse en la cabeza de los jugadores, el balance de esta banda sonora acaba siendo positivo.

Si por algún casual eres una persona que pudo probar el Guacamelee original, pero que no ha tocado esta versión subtitulada Super Turbo Championship Edition, te encontrarás con novedades tales como dos nuevas áreas que explorar, nuevos enemigos que derrotar y hasta una nueva habilidad especial para Juan, el poder INTENSO, que nos permitirá volvernos más poderosos de lo normal por un tiempo limitado.

Guacamelee sigue siendo tan bueno como siempre. Quizás no sea un título revolucionario que cambie nuestra perspectiva del género, pero todo lo que hace, lo hace bien. Es derivativo en un buen número de aspectos, pero consigue hacerse un hueco dentro del género, puede que en parte gracias a su estatus de obra independiente y su fecha de estreno original, situada justo en el auge de la primera ola indie, puede que en parte gracias a que simplemente es un título muy bueno.

Dicho esto, Guacamelee es una recomendación muy fácil de hacer para aquellas personas que adoran los títulos de plataformas. Su edición para Nintendo Switch sufre por el simple hecho de que no consigue incorporar el control con un único Joy-con solitario dentro de su modo multijugador, pero por todo lo demás, nos encontramos con un título de una alta calidad que seguramente se haga un hueco en vuestras estanterías digitales durante mucho tiempo.

8.5

[Análisis] Guacamelee: Super Turbo Championship Edition

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Gameplay genialmente construido.
  • Una presentación colorida y carismática.
  • Una buena cantidad de contenido para un juego de este calibre.
Flojea en:
  • Por desgracia, no se puede jugar al modo multijugador con dos Joy-Con, se necesitan mandos pro.