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[Reseña] Grand Prix Rock’N Racing

EnjoyUp Games, tras lanzar su título Rock’n Racing Off Road DX en Switch, ahora apuesta por traernos otro juego de carreras arcade a la eShop de la consola híbrida de Nintendo. Se trata de Grand Prix Rock’N Racing, un título que fue lanzado el 13 de mayo de 2016 en Xbox One, el 15 de septiembre de 2016 en Wii U y el 4 de noviembre de 2016 en PS4.

Grand Prix Rock 'N Racing

Grand Prix Rockn Racing se caracteriza por usar una cámara cenital en la que en vez de ver todo el circuito, los protagonistas serán los monoplazas de F1, por lo que la cámara estará siguiendo a nuestro vehículo desde esta visión elevada, manteniéndolo en el centro de la acción sin posibilidad de cambiarla en ningún momento.

En este título podremos encontrar los siguientes modos de juego:

  • Championship (Campeonato): 1 o 2 jugadores
  • Time Trial (Contrarreloj): 10 circuitos
  • Multiplayer (Multijugador): hasta 4 jugadores
  • Settings (Ajustes)

El principal modo de juego es el Modo Campeonato, en el cual comenzaremos una primera temporada en el primer circuito con un coche básico, es decir, que las piezas instaladas en el mismo son del nivel más bajo. Durante las primeras carreras notaremos que cualquiera será más rápido y tendremos que tirar de épica para intentar adelantar algún puesto. Además, el sistema de clasificación en la temporada será la encargada de determinar nuestro puesto en la parrilla, así que en la primera carrera saldremos últimos.

En base a nuestro resultado iremos obteniendo tokens, con los que ir mejorando las diferentes categorías del vehículo dentro del apartado BOX: Velocidad, Aceleración, Frenos, Turbo y Neumáticos. Podremos centrarnos en mejorar la opción que queramos e incluso retirar algunos de una categoría para añadierselos a otra entre carrera y carrera, dando cierta sensación de reglaje. De esta manera podremos intentar optar a puestos más elevados, pero la evolución del vehículo destapa un aspecto tan atractivo como contradictorio, ya que cuanto más rápido es el vehículo, también se vuelve más inestable. Es importante tener en cuenta saber cuando acelerar, frenar y girar, así como la trazada y la acumulación de turbo. El turbo se obtiene frenando, así que, en cierto modo, debemos aprovecharlo.

El nivel de exigencia del juego es alto, pero más por culpa del propio juego que de nuestra falta de habilidad. En este sentido hay que tener en cuenta que el control es muy tosco y que sobre todo al principio nos costará mucho poder controlar adecuadamente nuestro vehículo. La sensación mientras se juega es que independietemente de las mejoras que vayamos incorporando el vehículo puede chocarse o derrapar en cualquier momento. Además del control también tendremos que lidiar, como no, con nuestro rivales. Tendremos que competir contra otros nueve pilotos que nos complicarán bastante las cosas, ya que cualquier choque puede dar al traste con una carrera. Resulta, en muchas ocasiones, frustrante, pues si el vehículo tiene un ángulo de giro exagerado, cuando menos se espera puede hacer un trompo, y si coincide algún rival, no dudéis de que antes de esquivarlos, nos harán saltar por los aires.

A nivel gráfico el título no es ningún portento, siendo bastante simple, aunque cumple su cometido. El aspecto de los monoplaza recuerda a los típicos micromachines. En el lado negativo nos encontramos que la ambientación de todos los circuitos es muy parecida, cambiando únicamente el trazado, las banderas del país y la música. Se echa de menos más variedad en este aspecto. Además el público está inmóvil y muy poco, aunque no es un aspecto que interfiera de forma negativa en el desarrollo del juego.

En cuanto al sonido, el título cuenta con una banda sonora que pasa sin pena ni gloria, por su tono y porque tapa los efectos de sonido. No obstante, en ajustes se puede subir o bajar el sonido y los efectos para adecuarlo al gusto de cada jugador. Por último hay que destacar que el juego está completamente en inglés, tanto textos como sonido.

Superar los 10 circuitos de los que consta este título no nos llevará demasiado tiempo, ya que cada uno tiene entre 3 y 4 vueltas. Por otro lado, el modo contrarreloj nos servirá para poder practicar en los diferentes circuitos y mejorar nuestro tiempos. Finalmente podremos jugar con hasta 4 jugadores de forma local.

Más allá de estos modos, el título es una propuesta que, con su exigencia, puede hacer disfrutar por unas cuantas horas, las que nos lleva a conseguir todos los tokens para mejorar el vehículo al máximo. A partir de ese momento, aunque consigamos controlar bien el vehículo (cosa que como he comentado no será fácil), las opciones de victoria son mucho mayores.

Grand Prix Rock’N Racing es una propuesta exigente, que hará sudar lo suyo a los que amen los retos y busquen diversión sobre cuatro ruedas. Intentar quedar primero en todos los circuitos y poder jugar con amigos es lo único que puede hacer que este juego dure más allá de unas cuantas horas. Este título puede satisfacer a los que buscan juegos de conducción exigentes y repletos de acción. Por desgracia hay algunos aspectos de este juego que pueden dar al traste con la sencillez arcade que se supone, como es un grado de exigencia poco intuitivo, una IA demasiado agresiva, falta de equilibrio, falta de algunas opciones para configurar el vehículo, así como más circuitos y modos de juego. Es una pena que no hayn aprovechado la ocasión para mejorar un título que nos llega igual que como estaba para lo bueno, pero también para lo malo.

Podéis encontrar Grand Prix Rock’n Racing en la eShop de Switch desde el pasado 4 de enero a un precio de 7,99 euros. Necesitaréis un espacio libre en vuestra consola o tarjeta microSD de 423 MB para poder descargarlo.

5.0

[Reseña] Grand Prix Rock’N Racing

Puntuación Nintenderos: Nada del otro mundo

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Juego simple y directo, su multijugador local de hasta 4 jugadores.
Flojea en:
  • Perspectiva poco efectiva, exigencia y dificultad controvertida, IA a veces desesperante, pocos circuitos y modos de juego.
  • Música que pasa sin pena ni gloria.