Análisis Nintendo 3DS

[Análisis] Cooking Mama: Sweet Shop

Rising Star Games vuelve a traernos una nueva entrega de la cocinera más famosa del mundo de los videojuegos a nuestras Nintendo 3DS con Cooking Mama: Sweet Shop, un título que promete convertirnos en los mejores pasteleros creando una gran cantidad de postres y dulces con los que la boca se hace agua. ¿Comprobamos hasta dónde merece la pena este festín?

Con las manos en la masa

La esencia de Cooking Mama: Sweet Shop es simple: cocinamos junto a Mama una serie de postres que nos ayudarán a crecer como reposteros además de dotar de un gran valor a nuestra humilde tienda, a la que acudirán clientes con mayor asiduidad según vayamos sirviendo mejores postres.

A la hora de cocinar, lo más importante es nuestro lápiz táctil, con el que tendremos que hacer todas aquellas acciones que necesitemos para cocinar: cortar, rallar, amasar, espolvorear, servir… además de ayudarnos del giroscopio y el micro cuando la situación lo requiera, con un control del que hablaremos más adelante en este análisis. Por tanto, toda la acción pasará por la pantalla táctil, mientras que en la pantalla superior tendremos a Mama custodiando nuestros postres y formando parte de la acción en ciertas ocasiones.

Desde el menú de inicio, totalmente en castellano y muy claro e intuitivo, las opciones que se nos presentan son las de Mi tienda de dulces, el modo principal; ¡A jugar todos!, un multijugador para hasta cuatro jugadores en modo descarga y un apartado de opciones.

En el modo principal se despliega ante nuestros ojos un simpático mapa, en el que tendremos las siguientes casillas:

  • A hacer dulces,  donde nos pondremos manos a la obra para realizar una gran cantidad de recetas reposteras con la ayuda de Mama.
  • Mi tienda, el lugar donde atendemos a nuestros clientes y les vendemos los dulces que hayamos conseguido realizar con éxito, a cambio de tickets que nos servirán para comprar nuevos utensilios y elementos de decoración.
  • A comprar, el apartado donde podremos invertir nuestros tickets ganados con la venta de los dulces, en distintos útiles de cocina, nuevas decoraciones para nuestra cocina, delantales y vestidos para Mama….
  • Galería de Mama, donde podremos personalizar el atuendo de Mama y emplear lo que hayamos comprado para decorar nuestra cocina.
  • Estudio foto, donde contemplaremos aquellas fotos que hayamos guardado de nuestros dulces una vez terminados, porque no está de más eso de presumir de creaciones tan deliciosas.
  • Desafío mundial, donde poco a poco iremos abriendo nuevas tiendas a medida que logremos materializar nuevas recetas que una selecta cliente del mundo de los postres nos irá solicitando. Será ella quien nos proporcione esta apertura de tiendas, a las que accederemos para superar una serie de minijuegos simples, consistentes en realizar una determinada acción el mayor número de veces en el menor tiempo posible, estableciendo nuestros propios récords personales.

Dulces simples que entran por los ojos

El estilo gráfico de este Cooking Mama: Sweet Shop goza de algunos detalles que mejoran a sus entregas anteriores, con una Mama en 3D muy animada y unos postres que están de foto. Algunos de los ingredientes que empleamos están mejor recreados que otros, pero en general lucen bastante bien, siempre dentro de las limitaciones de un título como este, en el que se necesita poco más que utensilios de cocina y alimentos.

El efecto 3D de la portátil se percibe en momentos puntuales, cuando un alimento nos salpica si se nos va la mano o nos equivocamos con alguno de los pasos en una receta, aunque no encontraréis nada del otro mundo. Por tanto, estamos ante un juego con diseños simpaticotes que cumplen sin llegar a impresionar.

En el apartado sonoro las melodías y efectos acompañan de manera correcta, y podremos escuchar algunas frases de ánimo que se cuentan con los dedos de una mano. Por lo general, en cuanto llevemos media hora de juego nos habremos aprendido estas frases que llegan a sonar repetitivas.

¡Caramba, incluso mejor que Mama!

Acostumbraos a esta frase, porque la escucharéis cada vez que logréis completar una receta. Llevarlas a cabo requiere de un uso completo del lápiz táctil de 3DS con el que, como dijimos antes, tendremos que cortar alimentos, espolvorear azúcar, recordar el tiempo de cocción para después programar el horno, remover la batidora, romper huevos, amasar con rodillo, decorar pasteles…una gran cantidad de acciones que se tornan realmente simples y que no requieren mucho más que seguir una dirección concreta con el lápiz o dotar de la velocidad adecuada a nuestro movimiento. En  ocasiones, la respuesta no es todo lo precisa que debería, aunque es cierto que solo lo he percibido en un par de acciones muy aisladas.

El uso del giroscopio de la máquina y del micro para algunas recetas le añade un punto más de curiosidad a un control que realmente se nota que está destinado a que todo tipo de público se haga con él en cuestión de minutos. La botonera os resultará prácticamente inexistente en este juego.

Algunos de los minijuegos que componen los pasos de estas recetas son muy parecidos entre sí, haciendo que el uso del lápiz sea prácticamente el mismo en ciertos casos, lo que proporciona una sensación de dinámica repetitiva.

En busca de las Estrellas Michelin

En Cooking Mama: Sweet Shop podremos llevar a cabo hasta un total de 60 recetas reposteras a través de más de 160 minijuegos. La variedad de postres es realmente rica, desde tartas, helados y bizcochos hasta churros y donuts, pasando por galletas de jengibre, palomitas de caramelo y magdalenas.

¿Son postres suficientes? Sí, pero tal vez limitar el juego a la repostería hace que las recetas y el modo de llevarlas a cabo recorte en consideración la cantidad de platos y acciones que se pueden realizar, a diferencia de otros juegos de la saga Cooking Mama.

Cada paso en las recetas se valora con una medalla de oro, plata o bronce dependiendo de la perfección con la que las realicemos. Si sacamos un bronce quiere decir que no hemos hecho el paso como es debido, pero incluso ahí no supone una preocupación, pues siempre estará Mama para ayudarnos a continuar con la receta. Al acabar con todos los pasos de dicha receta, también se valora nuestro resultado final en consideración al éxito que hayamos tenido en cada uno de los pasos, igualmente con una medalla y un número que nos califica entre el 0 y el 100. Si antes de enfrentaros a estos retos culinarios queréis hacerlo con una mayor seguridad y conseguir el oro de pleno y a la primera, el juego ofrece un sistema de práctica antes de lanzarse a por la receta en cuestión.

La posibilidad de personalizar la decoración de nuestra cocina, nuestra tienda y los atuendos de Mama le añade un plus a unas opciones que no tienen una excesiva selección de estos elementos de personalización. Comprar nuevos utensilios de cocina aporta un motivo más para seguir mejorando con nuestras recetas y atraer a más clientes que deseen comprarlas.

El modo Desafío mundial proporciona algo más de vidilla al título, garantizando unos cuantos piques para dejar el récord más alto en cada uno de los retos. A estos piques también contribuye su multijugador en modo descarga, donde poner a prueba nuestras dotes de chefs con hasta cuatro amigos, a través de competiciones culinarias.

Poco más se puede sacar de este título. Probablemente las recetas se queden cortas, pues son sencillas de elaborar, y al Desafío mundial se podría haber añadido algún otro modo que le proporcione un poco más de profundidad al juego –combinación de recetas o concursos de decoración de postres, por ejemplo-.  Si buscáis obtener el oro en cada una de las recetas y comprar todos y cada uno de los elementos de decoración y personalización que nos ofrece el juego, alargaréis una duración que de por sí ya se torna algo breve.

Conclusión

Cooking Mama: Sweet Shop trae de vuelta a la famosa cocinera del mundo de los videojuegos con un título dedicado a los más golosos, donde los postres son la principal atracción. Una alta variedad de recetas reposteras, 60 en total, que podrían haber sido más teniendo en cuenta la facilidad con la que se llevan a cabo, mediante más de 160 minijuegos que nos proponen emplear nuestro lápiz táctil con acciones bastante simples y, en ocasiones, muy parecidas entre sí. Sus gráficos simpaticotes, su manejo sencillo y su dificultad moderada, hacen de este juego un título perfecto para los peques de la casa y, por supuesto, para los amantes de la cocina, aunque eso sí, aquí los postres se logran antes y manchando menos.  Disponible en formato físico y en la eShop de 3DS por 29,99 € desde el 25 de mayo, con un peso de 1393 bloques en la memoria de la portátil, recomendar su compra depende de las expectativas que tengáis en un juego así: si buscáis una experiencia amena para jugar con toda la familia, os gustará.

6.5

[Análisis] Cooking Mama: Sweet Shop

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Los distintos usos que se dan al lápiz táctil, acompañados del micrófono y el giroscopio de 3DS.
Flojea en:
  • Su dificultad moderada y su limitación a los postres hacen que las 60 recetas se puedan hacer cortas.
  • Algunos de los minijuegos con los que llevamos a cabo las recetas se parecen demasiado entre sí.