Dos días de Hyperule: la batuta de los dioses

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Dos días de Hyperule: la batuta de los dioses

Dos son los templos a completar para recuperar el esplendor de la Espada Maestra en The Legend of Zelda: The Wind Waker y dos son los días que quedan para uno de los lanzamientos más importantes de Nintendo.

Este es el sexto de los siete artículos para celebrar el lanzamiento de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y el trigésimo primer aniversario de la franquicia. Estos artículos se centrarán únicamente en los juegos de sobremesa.

La música se está convirtiendo en uno de los elementos esenciales en la creación de un videojuego. De hecho, se está empezando a priorizar el sonido ante el apartado gráfico y narrativo. Esta práctica se está llevando a cabo porque la música ya no solo acompaña, sino que también transmite.

El John Williams japonés

Ese es el apodo que más le gusta a Koji Kondo, el compositor principal de Nintendo y la saga The Legend of Zelda. Definitivamente, si te están comparando con un genio de las bandas sonoras en el cine, es que algo estás haciendo realmente bien. Y no me extraña, porque este compositor ha creado auténticas obras maestras en la historia de Nintendo.

La principal característica de una obra de Koji Kondo es que son memorables, algo realmente importante para cualquier producto que crees. Si consigues que la gente se acuerde de un producto solo escuchando la música, es que has tenido éxito como compositor. Solo hace falta que nombrar el tema principal de Mario y The Legend of Zelda para que resuenen en vuestras cabezas.

El compositor principal de la saga afirma en múltiples entrevistas que crea los temas mientras se desarrolla el juego. Koji Kondo mira el juego y piensa en qué canción le iría bien al mundo creado por Nintendo, imaginándose a él mismo en el mundo virtual y preguntándose qué escucharía. Esta técnica es definitoria de cómo trabaja el compositor japonés. De hecho, y como curiosidad, Koji Kondo creó el tema principal de la saga The Legend of Zelda en solo un día.

“La orquesta muestra el alma de la música que compuse para la saga”. Así es como Koji Kondo define cada nuevo espectáculo de The Legend of Zelda: Symphony of the Goddesses. En estas orquestas podemos sentir la música de la saga recorrer nuestros tímpanos y sentir como se eriza nuestra piel en cada nota. Es una de las mejores experiencias que cualquier fan de la saga puede vivir y sentir. Ver en imágenes las grandes aventuras recorridas pero con música en directo es espectacular y totalmente recomendable, no solo a los fans, sino a todos los amantes de la música.

Ecosistema musical

La música en The Legend of Zelda siempre ha tenido un lugar especial en nuestras mentes y en el desarrollo de la historia. Los instrumentos musicales acostumbran a acompañar a nuestro héroe en su aventura, cambiando en cada entrega el tipo de instrumento a utilizar. De hecho, creo que esta peculiaridad en cada entrega es un método de agradecer el gran trabajo del compositor japonés, ya que la inclusión de estos instrumentos amplía su creatividad y hace que la música forme parte del juego.

Este hecho es una gran parte a analizar, ya que Nintendo parece querer dar la sensación de que la música es totalmente diegética, es decir, que esta emana de los propios personajes. Por ejemplo, Link en The Legend of Zelda: Ocarina of Time toca las canciones gracias a la Ocarina; o cuando nos perdemos por el bosque parece que la canción de ambiente, pero Nintendo nos hace ver que en realidad quien toca son los Skull Kid del bosque con su flauta y que los nipones no tienen nada que ver con este aspecto.

Esto no es una simple casualidad, ya que Nintendo parece haber establecido un ecosistema musical dentro de los juegos de la saga, haciendo que los propios jugadores identifiquemos las canciones con un lugar y un juego.

De ambiente a sentimiento

La evolución de la música a lo largo de la saga es bastante notable. Poco a poco, y con el paso del tiempo, los compositores han aprendido que la música debe transmitir, y no solo acompañar o ambientar. Aunque en los videojuegos fue algo mucho más difícil de aplicar por las dificultades técnicas, hoy en día podemos sentir la música y no solo escucharla.

Un ejemplo en el que se escuchaba la música era en la primera entrega de The Legend of Zelda, ya que tenía el atributo de ambientar Hyrule o las mazmorras. No creo que Koji Kondo no quisiera transmitir en sus primeros juegos, pero la calidad de la música no era la óptima para tal fin. De hecho, se marcó el inicio de transmisión de sentimientos con los sonidos de alerta cuando Link tenía pocos corazones.

No obstante, con la evolución de la saga se la música será un elemento tan primordial en la saga que se convertirá en un personaje más, porque si hay un elemento conector entre entregas, es la música. Como ya había dicho anteriormente, y con la intención de que la música pareciese diegética en The Legend of Zelda: Ocarina of Time, la banda sonora se convirtió cada vez más en transmisora de sentimientos. Aunque fue su secuela la que mejor adaptó la música a su historia.

En The Legend of Zelda: Majora’s Mask la música llega a otro nivel, ya que la capacidad de Koji Kondo de transmitir sentimientos tan distintos en un mundo tan lúgubre como Termina es sin duda formidable. Especialmente con la caída de la luna es donde se luce nuestro compositor japonés, ya que la sensación que consigue la música de que el fin es inminente es realmente sobrecogedora.

En la primera entrega de la saga para GameCube, el compositor japonés se centrará en crear música que definan con claridad cada una de las tribus que habitan el mundo de Hyrule inundado. Además, la música también entrará en combate con efectos de sonido que nunca antes habíamos presenciado en la saga.

Posteriormente, las dos entregas de Wii tendrán la máxima aplicación de las emociones en la saga e introducirían los elementos de evolución musical de la saga, es decir, el ritmo de la música se vería afectado dependiendo de nuestra la situación en la que nos encontremos, especialmente en el combate.

Probablemente The Legend of Zelda: Skyward Sword disponga de la banda sonora más emocional de la saga, especialmente con el tema que os pondré a continuación y que a más de uno le hizo soltar una lágrima en este momento de la historia. Creo que sin el factor musical este momento no hubiera logrado transmitir las mismas emociones.

https://www.youtube.com/watch?v=8DAJBU4Wtqg

Como curiosidad que ya muchos sabréis, el tema principal de esta última entrega fue creado a partir de la nana de Zelda de The Legend of Zelda: Ocarina of Time tocado al revés. Cuando se consigue algo así, la pieza musical es considerada una obra maestra, porque tiene sentido rítmico aún escuchada del revés. Esto nos hace ver, sin duda alguna, el talento que tuvo Koji Kondo al crear sus composiciones.

Música evolutiva

Breath of the Wild parece haber llegado a otro nivel, ya que según las impresiones de muchos medios, la música evoluciona dependiendo de la situación del combate o en qué posición de la mazmorra estemos. Esta es una característica que hemos podido oír de forma muy sutil en algunos juegos de nueva generación, o incluso en anteriores entregas.

En The Legend of Zelda: The Wind Waker la música ya parecía contar con este atributo, ya que con cada golpe que Link asestaba al enemigo (en especial jefes finales), la música daba también pequeños golpes, enfatizando en el poderío de estos. Por poneros otro ejemplo más reciente, la música en The Legend of Zelda: Twilight Princess cambiaba cuando los puntos débiles de los jefes finales eran visibles y vulnerables, algo que, por lo menos a mí, producía una sensación de epicidad nunca antes presenciada en la saga.

https://www.youtube.com/watch?v=w0Hry7FNeEE

La música evolutiva puede ser el principio de una nueva concepción musical, y parece que la nueva entrega de Nintendo será la primera en aplicar esta técnica eficazmente.

Por último me gustaría acabar con la colaboración que hizo Koji Kondo con el Imagine Dragons. Este vídeo musicalmente no destaca en nada, pero junta dos de mis pasiones favoritas: la épica de The Legend of Zelda y los instrumentos de Imagine Dragons.