[Análisis] Just Dance 2017

Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Just Dance 2017

Switch no se podrá quejar en su lanzamiento de falta de títulos para pasarlo bien con amigos. Si queremos algo más tradicional tenemos títulos como Super Bomberman R o Snipperclips, y para juegos de fiesta no puede faltar 1-2-Switch o el super éxito de Ubisoft, Just Dance.

El prestigioso título de baille se estrena el día 1 en Nintendo Switch con una versión particular del juego que llegó a otras plataformas a finales del pasado año, con alguna que otra novedad y manteniendo el mismo espíritu de diversión en compañía.

Clases de baile portátiles

Cuando en el año 2009 Ubisoft se decidió a lanzar en Wii su primer juego de baile, Just Dance, no se imaginó cuán lejos llegaría esta saga.

Pasó en poco tiempo a colocarse en uno de los juegos más populares en todos los sistemas donde aparecía, y las versiones se sucedieron una tras otra con especiales infantiles y temáticos.

Ahora, con la llegada de Nintendo Switch, Ubisoft quiere que el baile llegue a cualquier sitio con la primera versión portátil del juego, Just Dance 2017.

La promesa es clara: jugar tanto en casa como fuera de ella al Just Dance de siempre.

El estilo propio de Just Dance

El triunfo de Just Dance en el mercado tuvo múltiples motivos, pero uno de ellos fue la estética tan personal, minimalista y ochentera que llega hasta el día de hoy.

El estilo gráfico que se ha elegido para la versión de Switch es el mismo que para el resto de la saga: escenarios coloridos sin detalles y personajes basados en siluetas reales que los jugadores deberán imitar. La elección de este estilo nos ha parecido siempre de lo más acertada, y es que los modelados en 3D con animaciones no quedan tan naturales como los movimientos que Ubisoft plasma en Just Dance, ya que realmente son gente real bailando.

Los menús del juego no son muy claros que se diga, pero los botones de gran tamaño hacen que queden más o menos marcadas todos los modos y opciones del juego.

A pesar de que corre el año 2017, parece que los 80 no han pasado de moda y los colores chillones y las gafas de pasta gigantes son las protagonistas de esta fiesta improvisada en Switch. Este peculiar estilo ha dado un carisma enorme al juego, y ahora se ve y se siente estupendo en la consola de Nintendo, sin ningún problema gráfico.

Pero quizá la parte más importante del juego sea la música, donde radica la base del baile y principal motivo de diversión del juego. Podemos encontrar en esta edición, una vez más, música de todo tipo, desde clásicos como Don’t Stop Me Now a Cheap Thrills de Sia. La selección de canciones tiene una calidad estupenda, acompañadas de bailes sencillos pero llamativos.

Lo importante es pasarlo bien

Puede que no guste esto que voy a decir a los jugadores tradicionales de títulos de baile, pero al final, lo más divertido es pasarlo bien. El salto en precisión de captación de movimiento del mando de Wii a Kinect no supuso realmente lo mismo para la gente que simplemente, disfrutaba bailando junto a sus amigos.

Esto se ha trasladado hasta el día de hoy con Switch, donde el juego tendrá dos formas de captar el movimiento de los jugadores: o bien usando cada jugador un Joy-Con, o usando los teléfonos inteligentes de cada jugador. Es una solución bastante cómoda al problema de los mandos, y es que ya no es necesario un mando por jugador.

Por ello, y aunque solo se controle el movimiento de la mano, si se hace correctamente el baile el resultado será bueno… y los jugadores lo pasarán igual de bien.

Lo bueno es la sencillez y lo intuitivos que son los controles, ya que simplemente hay que dejarse llevar por el ritmo y replicar los movimientos que hay en pantalla.

Con los años, Ubisoft ha ido aprendiendo de “lo que funciona y lo que no” en Just Dance, y en la edición de 2017 nos trae una buena variedad de modos de juego, tanto cooperativos como competitivos. Destacar los bailes en grupo, donde hasta cuatro jugadores pueden hacer sencillas coreografías de forma fácil y divertida.

También tenemos disponible el servicio Just Dance Unlimited, una suscripción a un catálogo de más de 200 canciones exclusivas, con novedades periódicamente. Este servicio funciona a través de internet, y tiene un periodo de prueba gratuito de 20 días.

Un detalle que no nos ha gustado es la falta de control táctil en el juego, con el menú siendo el mismo de Wii U pero sin las posibilidades de este tipo de control.

La mano de Switch

Creemos que Switch puede ofrecer algo interesante a un juego como Just Dance, debido a distintos factores.

El primero de ellos se debe a la característica principal de la consola, la portabilidad, siendo el primer Just Dance totalmente portátil… o no. Podremos jugar al juego tanto dentro como fuera de casa, pudiendo pasar uno de los Joy-Con a un amigo y jugar en cualquier lugar.

El volumen de Switch al máximo permite escuchar bastante bien la música del juego, imprescindible, aunque en algún lugar ruidoso jugar sería una odisea. En cualquier caso y ya que la consola tiene salida Jack, siempre se podría conectar a altavoces externos.

La función de capturas y publicación de pantallas es muy bien recibida, y es que podremos capturar cualquier momento del juego durante el baile simplemente pulsando el botón, y compartirla al terminar para así no interrumpir la partida.

La versión más especial de Just Dance

Esta versión de Just Dance para Switch se hace especial, pero no por la variedad de contenido respecto al resto de versiones, si no por las propias cualidades de la consola. Su enfoque al multijugador encaja a la perfección con Just Dance, siguiendo al pie de la letra la filosofía de jugar donde queramos, cuando queramos y con quien queramos.

Como ya hemos dicho, las variaciones respecto a otras versiones son mínimas, salvo por la inclusión de la canción How Deep Is Your Love, exclusiva de esta versión.

Poca adaptación a la consola enseñando las vergüenzas de una inutilizada pantalla táctil, pero un uso correcto y adecuado de los Joy-Con, con vibración en los momentos más épicos de las canciones.

Puesto que es el primer Just Dance para una videoconsola portátil, destacada y aporta algo diferente a la saga esta nueva entrega para Switch.


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