[Análisis] Mutant Mudds (eShop)

Este jueves la plataforma de descarga digital de Nintendo 3DS, eShop para los amigos, ha recibido un nuevo residente, se trata ni mas ni menos que de Mutant Mudds, un juego que se ha hecho esperar pero que por fin ha llegado al viejo continente tras haber suscitado todo tipo de comentarios en América.

Aprovechando esta ocasión, los chicos más renegados del panorama videojueguil, hablamos de los co-fundadores de Renegade Kid, Jools Watsham y Gregg Hargrove, han tenido el detalle de ofrecernos su juego para analizarlo para gusto y disfrute de todos los lectores de Nintenderos.

Para empezar, abramos boca con el trailer del juego.

http://www.youtube.com/watch?v=nHh5jlbh4wM&feature=channel&list=UL

Renegade Kid nos introduce en el mundo de los 12 bits

En una época en la que los gráficos realistas y bien definidos están a la orden del día, Mutant Mudds se apunta a la cada vez mas numerosa corriente que intenta recuperar la esencia y el aspecto de los juegos retro, sin embargo, los chicos de Renegade Kid parecen haberlo conseguido más que cualquier otra compañía gracias a este juego, que según propias declaraciones del equipo, combina características típicas de la era de los 8 y 16 bits en cuanto a jugabilidad, aspecto gráfico, música etc. Creando así lo que ellos llaman un juego de 12 bits, definición que, tras jugar al juego, no puedo considerar mas acertada.

Para todo aquel que haya vivido  la era de los 8 y 16 bits, este juego sera una mirada restrospectiva cada segundo de juego, un servidor en concreto se sintió como si hubiese vuelto a tener 6 años, recordando aquellos juegos que tanto disfruté en mi NES y SNES, ya no solo porque tiene todas las características de los videojuegos de aquella época sino porque he observado claros homenajes a grandes franquicias, curiosa e intencionadamente de Nintendo.

Para aquellos, nuevos en este tipo de juegos, sera una perfecta introducción a los juegos retro de 8 y 16 bits. Sentirás la experiencia jugable de aquella época, escenarios pixelados, melodías primitivas, controles muy básicos y una duración que va reñida a la dificultad del juego y a la habilidad que demuestres pero ante todo diversión asegurada. Lo amarás o lo odiarás, mas probablemente lo primero, pero doy por seguro que no dejará indiferente a nadie.

Dicho esto, como diría Jack el destripador, vayamos por partes.

Gráficos con sabor a Nintendo

El apartado gráfico es el gran portento de este juego, como ya he dicho antes se trata de un aspecto gráfico muy retro, old school o a la vieja escuela, como prefieras llamarlo. Unos píxeles a medio camino entre los 8 y los 16 bits, acercándose mas a estos últimos como se puede observar en el diseño de los escenarios aunque bien es cierto que Max, el protagonista conserva esos entrañables píxeles tan toscos y poco definidos mas típicos de las consolas de 8 bits.

El diseño de los escenarios es muy variado, fases soleadas, nocturnas,  nubladas, nevosas… Todas ellas muy coloristas y bien cuidadas en las cuales se pueden observar reminiscencias nintenderas por todas partes, en todas y cada una de las fases. El mayor ejemplo se encuentra en el plataformas por excelencia, hablamos obviamente de Super Mario Bros, se ve a la legua que esta franquicia ha tenido gran influencia en el diseño de los escenarios, lo cual también afecta a la jugabilidad, pero de eso ya hablaremos mas tarde.

Volviendo al tema, encontraremos nociones claras al castillo de Bowser en niveles como el 3-1 y otros muchos en los que la lava, las bolas de fuego y los luceros del alba representarán una gran amenaza para el joven Max. Pero eso no es todo, encontraremos también una fantástica fase oculta, basada en tonos rojos que alude claramente a Virtual Boy, la primera consola 3D de Nintendo y mas concretamente, me atrevería a decir que a Vitual Boy  Wario Land el juego mas famoso de dicha consola y por otro lado, otra fase oculta basada en los colores monocromáticos de Game Boy. Por su parte, la pantalla de elección de niveles y el modo de terminar cada mundo (debes llegar a una especie de estrella) me recuerda a Kirby y el Laberinto de los espejos de Game Boy Advance.

Pero los escenarios no es lo único destacable del aspecto gráfico, el diseño de los personajes también es importante y en Mutant Mudds, como el propio nombre indica, los lodos mutantes cobran protagonismo con una variedad de enemigos, que aunque no escasa, bien es cierto que podría haber sido mas amplia y original ya que muchos de los enemigos son muy parecidos entre ellos, algo que en principio parece normal y quizá sea algo intencionado por los chicos de Renegade pero a mi personalmente se me han hecho algo repetitivos.

No obstante debo decir a favor, que siguiendo con esa influencia de la saga Super Mario Bros, aparecen algunos tipos de enemigos que son un claro guiño a Thwomp y Whomp solo que llevado al mundo de Mutant Mudds, como digo un mundo muy influenciado por las franquicias de Nintendo, pero no a modo de copia barata sino a modo de homenaje de esos que te sacan una sonrisa cuando te das cuenta.

Música que acompaña a los gráficos.

La típica música de las Game Boy, las máquinas árcade  y los sintetizadores se ponen al servicio de Mutant Mudds para acompañar a los grficos old school de los que he hablado y crear un autentica atmósfera retro que nos sumerge en el juego.

Encontramos de todo, desde melodías frenéticas que nos hacen recordar esos juegos de Sonic de Megadrive que inconscientemente nos hacen movernos con mas rapidez, pasando por melodías mas lentas y graves de esas que te dicen que vas a necesitar concentración para jugar esa pantalla, sin olvidar aquellas que alternan todo tipo de ritmos creando altibajos entre frenetismo y parsimonia. Aquí podéis ver un ejemplo de una de las canciones, en este caso la del nivel 3-1.

Personalmente, si tengo que elegir me quedo con el soundtrack de la fase 3-3 pero he de decir que todas las melodías son fantásticas incluyendo todos esos efectos sonoros sencillos y primitivos como el de disparo, el de salto o el sonido del jet pack y por supuesto, ese odioso sonido al mas puro estilo Super Mario que suena cuando mueres o se te acaba el tiempo, que por desgracia he oído mucho a lo largo de mis horas de juego.