Nintendo sigue progresando en el uso de minerales de producción que no atentan contra los derechos humanos
El compromiso de una compañía de cara al mundo y su responsabilidad social corporativa (RSC) son factores que cada vez cobran más peso en la imagen de la empresa. Y Nintendo parece estar bastante comprometida con diferentes medidas como la que os traemos a continuación: el uso de minerales que no atenten contra los derechos humanos por parte de sus proveedores/refinerías.
En el proceso de producción de diferentes aparatos y electrodomésticos, se emplean materiales como el oro, el tungsteno o el estaño, entre otros. El problema viene cuando esos minerales se han extraído mediante mano de obra esclava, principalmente en países de África, que atentan contra los derechos humanos.
¿Cómo se puede saber que la materia prima que usan las refinerías y fábricas no emplean estos materiales extraídos de forma poco ética? Pues Nintendo, como otras compañías, pueden enviar cuestionarios a sus proveedores para garantizar el origen de tales materiales, obteniendo así el porcentaje de minerales que se usan de forma que respeten los derechos humanos.
Así, en su último informe de RSC, Nintendo ha dado conocer el porcentaje de minerales que se emplean de manera ética y responsable por parte de sus proveedores: del 47% de proveedores que empleaban materiales que respetaban los derechos humanos en 2014, pasaron a un 72% en el año 2015, un 74% en 2016 y un 76% en 2017.
Hay que tener en cuenta que estos cuestionarios enviados a proveedores no siempre son respondidos, pero en el caso de Nintendo han tenido un 100% de feedback. Sin embargo, queda aún un buen margen de mejora para tratar de alcanzar la totalidad del porcentaje con el que respetar esta obtención lícita de minerales, que acabarán dando forma a las diferentes consolas o amiibo que luego vemos en las tiendas. Por el momento, Nintendo no ha asegurado que vaya a centrarse en mejorar estos porcentajes, declarando simplemente lo siguiente:
Evaluamos los resultados y realizamos entrevistas directas con nuestros socios de producción de alto riesgo para comprender con precisión la situación y apuntar a la comprensión mutua.
¿Creéis que aún se puede hacer mucho más? ¿Pensáis que les interesa a las empresas comprometerse realmente?
