[Análisis] ‘Resident Evil: Revelations Unveiled Edition’

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[Análisis] ‘Resident Evil: Revelations Unveiled Edition’

Resident Evil Revelations

Después de lo de Raccoon City, esto será coser y cantar.

— Clive R. O’Brian

Cuando hace un año Capcom apostó por un Resident Evil en exclusiva para Nintendo 3DS, es probable que ni la propia compañía fuera consciente del diamante en bruto que tenía entre manos. Y es que, lejos de la dudosa calidad de los últimos títulos de la saga, Resident Evil Revelations se postulaba como un estandarte del survival horror y máximo exponente de las capacidades técnicas de la portátil. Quizás es pronto para valorar la auténtica repercusión que el título tendrá en posteriores entregas, pero lo cierto es que Revelations se ha convertido en un punto de inflexión para la franquicia.

Ahora, tras el éxito de crítica y público, Capcom nos brinda la posibilidad de revisitar el Queen Zenobia y todos sus entresijos en alta definición para las consolas de sobremesa actuales. Con el subtítulo de Unveiled Edition, esta reedición del juego se convierte en una nueva oportunidad para los fans de la saga que no pudieron disfrutarlo en Nintendo 3DS. Resident Evil Revelations ha conseguido recuperar la esperanza de los escépticos que no creían poder volver a identificar un juego de la franquicia con la etiqueta de survival horror y grandes medios del sector no han dudado en calificarlo como “un regreso a los orígenes”. Sin embargo, ¿es justo compararlo con los primeros juegos de la saga? Y más importante aún, ¿qué supone esta reedición para los que ya lo jugaron en 3DS?

La historia nos sitúa en un momento posterior a los acontecimientos de Resident Evil 4, con una veterana Jill Valentine que junto con su compañero Parker Luciani investigan la desaparición de Chris Redfield y Jessica Sherawat en un abandonado buque en mitad del Mediterráneo, el Queen Zenobia. Pronto se verán envueltos en una maraña de conflictos terroristas en los que tendrán que hacer frente a poderosas amenazas biológicas y así descubrir los auténticos secretos que encierra el Queen Zenobia.

JILL-REVELATIONSYa desde sus primeras etapas de desarrollo Capcom se jactaba de contar con el mejor argumento de la saga. Con un equipo liderado por el guionista de trabajos tan destacados como Cowboy Bebop o series como Ghost in the Shell, la historia de esta entrega pretende aunar las dos vertientes que han marcado Resident Evil durante todos estos años de vida: la loable sensación de terror y tensión de los primeros títulos frente a la acusada acción de las últimas entregas.

Sin embargo, el resultado termina siendo bastante agridulce y muy por debajo de los grandes referentes de la saga. La línea argumental funciona de forma interrumpida y predecible, con un ritmo lleno de altibajos provocados por un innecesario enfoque cinematográfico que termina suponiendo un obstáculo en la inmersión del jugador. Cuando empezamos a sumergirnos en los pocos momentos de auténtica angustia que guarda el juego, la acción palomitera nos sacude de forma brusca para recordarnos que seguimos estando ante una obra con luces y sombras. Queremos pensar que este fallido intento por construir un argumento sólido e inmersivo es consecuencia de las grandes pretensiones que manejaba la compañía. Y es que el recuerdo de los primeros juegos de la saga ha supuesto una pesada baldosa que ha terminado por lapidar las loables intenciones de devolver la franquicia a sus orígenes.

Tampoco nos equivoquemos. Resident Evil Revelations definitivamente no es el regreso al survival horror, pero sí es un primer paso en la encomiable tarea de Capcom de reconciliar al jugador clásico con la saga sin perder la espectacularidad por la que en los últimos años se ha caracterizado.

Hay interesantes técnicas narrativas como recurrir a contar la historia desde diversas perspectivas (en determinados momentos manejaremos a Chris en otro marco de espacio y tiempo) o la decisión de dividir la aventura en capítulos, pero no dejan de ser parches para intentar paliar los importantes errores de su narrativa. Tras tantos años, parece que Capcom no es capaz de construir una historia de la saga sin recurrir a conspiraciones terroristas, traiciones y demás parafernalia con complejo hollywoodiense. Cada nueva entrega inevitablemente confirma que la línea argumental se va desarrollando sobre la marcha, con los anodinos resultados que eso produce.

 

UNA RULETA RUSA DE SENSACIONES -JUGABILIDAD-

Si de algo puede presumir Resident Evil a lo largo de su dilatada historia es de haber asentado unas bases sólidas respecto a sus controles de juego. En esta Unveiled Edition se conservan los mismos esquemas que ya vimos en Resident Evil 6, aunque la versión de Wii U cuenta con la particularidad de mantener intacta la jugabilidad que ya probamos hace un año en Nintendo 3DS.

Da la impresión de que el diseño de niveles y escenarios ha sido medido concienzudamente para encajar en el sistema jugable y no de forma contraria. Y es que no es casualidad que gran parte del juego se desarrolle en el interior de un buque abandonado con el fin de integrar hábilmente la angustiosa ambientación con el control. Atravesar los oscuros y angostos pasillos del Queen Zenobia no será tarea fácil debido a los continuos enemigos que nos estarán acechando desde cualquier escondrijo del mapa, aunque ante eso, el juego nos plantea una resolutiva mecánica basada en dos estrategias orientadas a ello: eludir a los enemigos sin un enfrentamiento directo o coser a tiros a cada monstruo.

En cualquier caso, no estamos ante un juego complicado. Es cierto que debemos pensar con más cuidado la cantidad de balas que gastemos, pero en ningún momento se convertirá en un auténtico problema. Gran parte de la culpa reside en la nueva herramienta que nos permitirá rastrear nuestro entorno: el Escáner Génesis. Su integración con el GamePad cumple dentro de lo esperable al aprovechar el sensor de movimiento del mando, pero no deja de ser un utensilio que resta dificultad al juego y que por su redundancia separa al jugador de la experiencia de juego. Rastreando cada estancia conseguiremos munición para el arma y objetos como hierbas verdes o granadas que nos hará olvidar la tensión del momento para pasar a ser un simple paseo cargado de plomo. Por todo esto, el añadido de esta herramienta se vuelve en contra de la propia intención del juego, haciendo que la tarea de escanear se convierta en tediosa, exasperante y, desgraciadamente, necesaria.

rev_ue_1st_130122_ch_jill_0003_bmp_jpgcopySe agradece que por fin podamos disparar y caminar para hacer frente a las filas de infectados B.O.W con los que nos encontraremos en bastantes ocasiones. Gracias al mando de Wii U disfrutaremos de toda la acción en la pantalla del televisor sin ninguna interfaz que nos entorpezca y así dejar los menús y mapas en el GamePad. Esto no es una ventaja imprescindiblemente necesaria, pero actúa genial como complemento para el jugador. La versión para Wii U añade también la función off-TV, ideal si compartimos una misma televisión entre varias personas y compatibilidad con el mandro pro.

Otro aspecto destacable es el uso de la pantalla tactil para la resolución de puzles. Y es que aunque es cierto que funciona tan bien como en Nintendo 3DS, los rompecabezas en el juego están prácticamente contados y sin ninguna dificultad para el jugador habitual. ¿Recordáis aquel tráiler en el que nos mostraban cómo Jill combinaba cables para abrir una puerta? Pues ese es uno de los pocos puzles que veremos en la aventura, quedando relegados a momentos anecdóticos, lo que sugiere que fueron incluidos simplemente para resolver la demanda de los fans.

Es detacable la poca variedad de enemigos y la aparición de algunas criaturas en sitios tan estrambóticos como irrisorios (desde cuartos de baño hasta dentro del tambor de una lavadora) nos saca en más ocasiones de las deseadas del juego. A pesar de esto, la variedad de situaciones nos obligará a adaptarnos a entornos acuáticos, nevados o a edificios plagados de enemigos diseñados para disparar sin prestar atención a otras preocupaciones.

 

UN TÍMIDO PASO HACIA ADELANTE -DIVERSIÓN-

En esta reedición se han añadido complementos para intentar alargar la experiencia que supone jugar la aventura principal, pues lo cierto es que completar el modo campaña no nos llevará más de doce horas. Una cantidad de tiempo ligeramente inferior a lo que se espera de un juego que sale a la venta a un precio de 49,99 euros y del que una vez acabada la historia no encontraremos muchos más alicientes para seguir jugando. Es cierto que hay un esmero por buscar alternativas a este hecho, con un modo Asalto en el que podremos superar fases ambientadas en momentos de la aventura junto a un amigo mediante soporte online. No se trata de revisitar la historia principal, sino de ir de un punto A a un punto B derrotando enemigos en diferentes mapeados junto a un compañero. Todo esto acompañado de un sistema de experiencia con el que subiremos niveles y adquiriendo puntos para poder comprar nuevas armas y habilidades.

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Es en este apartado en el que se encuentran las principales novedades respecto al juego original, con dos nuevos personajes para elegir y sincronización con Miiverse. En el fondo no dejan de ser florituras para justificar la compra de esta nueva versión, pero lo cierto es que no se ofrece nada nuevo al jugador y terminan siendo adornos prescindibles. Los más competitivos sí encontrarán interesantes incentivos como la nueva dificultad infierno para la campaña o el soporte para la red ResidentEvil.net.

Sin lugar a dudas, Resident Evil Revelations nos propone una experiencia de juego notable pero corta y obtusa por momentos. Es incomprensible que se abran las puertas a un multijugador online y sin embargo no permita el juego local a pantalla partida.

 

TENSIÓN EN EL AMBIENTE -GRÁFICOS-

Desde que Capcom anunció que relanzaría el juego para consolas de alta definición, los rumores sobre la calidad técnica que tendría no pararon de producirse. Ahora, tras haber jugado al título, podemos confirmar que se trata de una simple adaptación gráfica de la portátil a los 720p de resolución. Es una pena que la compañía no se haya forzado en mejorar el aspecto de las texturas o iluminación, especialmente teniendo en cuenta el precio con el que sale al mercado.

Chris-MarineroMientras que en Nintendo 3DS nos encontramos ante uno de los mayores exponentes técnicos de la consola, en esta reedición desluce bastante el resultado. Aspectos como los efectos del agua o las animaciones parecen haber sido dejados a su suerte, con la consecuente desventaja que eso arrastra. No es que técnicamente sea terrorífico (un adjetivo muy bien traído, ¿eh?), pero es una oportunidad fallida de ofrecer un producto de calidad a la altura de la obra original. A pesar de estos defectos, el apartado artístico no se ha visto mermado en absoluto, quedando intacto el diseño de escenarios y personajes. Y aunque no se saca ni por asomo el máximo partido al motor gráfico, sí que se han perfilado ligeramente algunas distancias de dibujado y efectos.

La sensación global de este apartado es ineludiblemente que Capcom ha aprovechado el trabajo que hizo en 3DS para sacar mayores beneficios sin emplear muchos recursos. Desgraciadamente se trata de una sensación constante que no para de recordarnos que estamos ante la misma obra reciclada en un nuevo intento de la compañía por vivir de las rentas.

 

NADANDO EN UN MAR DE VOCES -SONIDO-

Una percepción semejante es la que notamos en el apartado sonoro. Sigue siendo un acierto poder contar con un doblaje en castellano y una banda sonora completamente ambiental e inmersiva que sirven de complemento perfecto para crear atmósfera. Por desgracia, la firmeza y claridad que se oía en la portátil no se ha transmitido de la misma forma en las consolas de alta definición al no mejorar ni haber reforzado la contundencia y calidad de los sonidos. No es admisible que Capcom haya ahorrado incluso en la simplemente correcta remasterización del apartado sonoro, no acorde a lo que se espera hoy en día para máquinas de sobremesa.

Los habituales efectos FX como pasos, disparos o explosiones deslucen al escucharlos en un televisor. Y es que incluso es desafortunado comparar la limitada variedad de estos efectos propios de una portátil con lo que representa un título desarrollado para una consola más potente.

 

SEMEJANTE PRODUCTO, DISTINTO RESULTADO -CONCLUSIONES-

Resident Evil Revelations Unveiled Edition se trata de una nueva oportunidad para los que no jugaron al original en Nintendo 3DS de asistir al primer juego de la marca en años que intenta acercarse a sus raíces de survival horror. Un intento que no consigue pero que sí asienta las bases para futuras entregas con una historia cargada de tópicos pero acertada por momentos, lo que sin duda es mucho más de lo que pueden decir los últimos juegos de la franquicia. El desembarco a las consolas de alta definición resulta francamente decepcionante por sus escasas novedades y una tímida mejora gráfica que no pasa del aumento de resolución a los 720p.

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Un producto impresionante en su edición portátil que ha visto mermada las capacidades que le hicieron ser un producto sobresaliente para convertirse ahora en una notable aventura que no deja de ser prescindible y olvidable. Tampoco ayuda el alto precio marcado por Capcom para vivir la misma experiencia a bordo del Queen Zenobia que ya sentimos hace más de un año, lo que deja una vez más en evidencia el escaso trabajo de adaptación detrás del título y el trato que da la compañía a los consumidores.

 

7.0

[Análisis] ‘Resident Evil: Revelations Unveiled Edition’

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • El control sigue siendo tan sólido como en el original, añadiendo las funciones propias del GamePad.
Flojea en:
  • Pocos añadidos para una mediocre adaptación a la consola de sobremesa.